Deportes
Mejorable, seguridad en futbol mexicano
Greg Gillin y Patrick Carr visitaron varios estadios en México y estuvieron en algunos partidos para sacar conclusiones acerca de cómo transcurre el espectáculo en los estadios
Gillin y Patrick Carr, también involucrado con la seguridad en la Liga Premier inglesa, visitaron varios estadios en México y estuvieron en un par de partidos de la semifinal del torneo Apertura 2012 para poder sacar conclusiones acerca de cómo transcurre el espectáculo en los estadios.
En una conferencia de prensa, el especialista dijo estar sorprendido por la venta de alcohol durante los encuentros en México, algo prohibido en su nación, sin embargo, destacó que poca gente lo consume en exceso y, a diferencia del Reino Unido, es posible disfrutar el futbol en un ambiente familiar.
"El nivel de desorden es bajo y hay hinchas de diferentes equipos combinados en las gradas, algo impensable en el Reino Unido", observó Gillin.
Sin embargo, el visitante dijo que México no cumple muchos estándares internacionales y debe mejorar aspectos como el exceso de capacidad de algunos parques, el tamaño de sus puertas de emergencia, que éstas no sean bloqueadas por instrumentos de limpieza y otros, así como el asunto de la reventa de boletos
Al referirse a este último tema, el diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Eduardo Santillán, quien impulsa una Ley de Estadios en Ciudad de México, no descartó eliminar los boletos y sustituirlos por alguna tarjeta electrónica como la que se usa en el metro de la capital del país.
"No debemos ser radicales con la venta de cerveza en los estadios, pero sí mantenerla limitada, digamos hasta el minuto 55", señaló Santillán, al referirse a otro aspecto analizado por los ingleses en su visita.
El diputado celebró que la violencia en el futbol mexicano sea mucho menor a la del promedio de los países de Sudamérica y también esté por debajo de la del Reino Unido.
Sin embargo, aceptó la importancia de hacer una ley para castigar a quienes exploten pólvora en los estadios, que hoy si acaso son multados, y a quienes cometan desórdenes mayores.
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