Deportes
María del Rosario Espinoza, a ampliar su gloria
La taekwondoín defenderá este sábado su título en los 67 kilogramos
De 24 años, la abanderada azteca iniciará la defensa de su título de 67 kg frente a la camboyana Davin Sorn en el centro de exposiciones Excel.
Espinoza tendrá que ganar dos combates para meterse en la pelea por el podio y continuar su tránsito hacia la final, en la que se podría encontrar con la francesa Anne Caroline Graffe, aspirante al oro y que iniciará su andadura frente a la uzbeca Natalya Mamatova.
"Los objetivos son muy claros, tanto de mi entrenador como los míos, y es ganar los Juegos Olímpicos", aseguró la taekwondista nacida en La Brecha (estado de Sinaloa, noroeste).
Espinoza participa en sus segundos Juegos Olímpicos tras un debut de ensueño en el que conquistó la dorada derrotando por 3-1 a la noruega de origen asiático Nina Solheim.
De repetir esa gesta, escalaría al segundo lugar del medallero olímpico mexicano, detrás del jinete Humberto Mariles, ganador de dos oros (uno por equipos) y un bronce en la cita de Londres 1948. De 76 medallistas aztecas, nueve son mujeres, pero solo dos alcanzaron la áurea.
"La preparación se ha enfocado en el perfeccionamiento técnico. Primero fueron semanas de mucho volumen y las últimas se dedicaron más a trabajo táctico", afirmó la campeona mundial de 72 kg en 2007, también en Pekín.
"De forma física y mental me encuentro muy bien y sigo trabajando para mejorar", añadió.
La peleadora asegura que otras serias aspirantes al título son la rusa Anastasia Baryshnikova y la coreana An Sae-Bom, bronce en -73 y plata en +73 del Mundial de Gyeongju de mayo de 2011, respectivamente.
Pero Espinoza asegura sentirse "muy bien" tras un ciclo exigente tanto en lo deportivo como en lo personal. "Muchas cosas me hicieron crecer en estos cuatro años", afirmó recientemente, y confesó haber tenido que cambiar el estilo para ser menos predecible ante sus retadoras.
Su entrenador, el cubano Pedro Gato, sostiene que la preparación ha sido fuerte, por lo que "hay razones para el optimismo".
La sinaloense, que empezó la práctica del deporte con apenas cinco años y a los diez entrenaba con niños, es un fruto del talento, pero también de la constancia y el sacrificio. Su padre es un pescador, por lo que ha tenido que apoyarse en becas estatales para poder salir adelante en su carrera.
Espinoza saltó al estrellato en 2003, cuando ganó el Campeonato Panamericano juvenil en Brasil.
Luego confirmaría al ganar en 2009 un campeonato nacional y el Abierto juvenil de Montreal, Canadá, y en 2004 una Olimpiada nacional y el Abierto de Alemania.
En 2006 se consagró en el Abierto de París, pero su gran triunfo le llegó en Beijing en 2007, cuando ganó el oro en la categoría inmediata inferior, es decir, la de menos de 72 kg.
Espinoza es considerada pequeña de estatura (1.73 m) para su categoría, lo que en el tatami del área de competición muchas veces es una ventaja, gracias también a su gran velocidad de movimientos. Este le valió sendos oros en los Juegos Panamericanos de Rio de Janeiro 2007 y en los Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez 2010.
Todos estos triunfos le significaron el título honorífico de ''Hija predilecta de Guasave'', que es algo más que una distinción ''espiritual'', puesto que a partir de entonces las autoridades de su ciudad la han apoyado materialmente.
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