Deportes
Marejada naranja en Ciudad del Cabo
La afición holandesa se apoderó de la sede de la primera semifinal del Mundial
CIUDAD DEL CABO, SUDÁFRICA (06/JUL/2010).- La ola naranja holandesa llegó al sur del continente africano y con su intenso color tiñó todos los rincones del hermoso puerto turístico, financiero y comercial, conocido en el orbe con el nombre de Ciudad del Cabo.
Más de 15 mil aficionados procedentes del Viejo Continente se dieron cita en Cape Town para apoyar a su selección contra el representativo de Uruguay, en el partido semifinal de la Copa del Mundo de Sudáfrica.
A esta nutrida delegación naranja se sumaron varios miles de ciudadanos holandeses que radican en Sudáfrica o que son nacidos en estas tierras pero descendientes de los europeos.
La comunidad naranja cubrió con su vehemente matiz y sus muy futboleros atuendos los comercios, bares y calles de Ciudad del Cabo durante el día, como preparación para la cita nocturna en el hermoso escenario mundialista, Cape Town, edificado majestuosamente a la orilla del mar y teniendo como mudo testigo de fondo el risco más famoso del sur africano denominado "Table Mountain" o la montaña mesa.
Los dos mil aficionados uruguayos presentes en Ciudad del Cabo sólo hicieron ruido agrupados en centros comerciales y bares durante el día, pero en la noche fueron borrados de la tribuna por el intenso color naranja, pero sobre todo, por la marejada que en la cancha durante el segundo tiempo del partido, terminó por ahogar las esperanzas charrúas de llegar a la final del Mundial, no sin antes tener un respiro con el gol de Maxi Pereira que acercó a los celestes 3-2 en el marcador sobre la final, y que puso a sufrir a los naranjas para luego hacer más estruendosa su manifestación de triunfo cuando el árbitro decretó el término de la contienda.
Uruguay luchará por el tercer puesto y la Naranja Mecánica se instala en la final del Mundial.
EL INFORMADOR / ERNESTO LÓPEZ MOTA /ENVIADO
Más de 15 mil aficionados procedentes del Viejo Continente se dieron cita en Cape Town para apoyar a su selección contra el representativo de Uruguay, en el partido semifinal de la Copa del Mundo de Sudáfrica.
A esta nutrida delegación naranja se sumaron varios miles de ciudadanos holandeses que radican en Sudáfrica o que son nacidos en estas tierras pero descendientes de los europeos.
La comunidad naranja cubrió con su vehemente matiz y sus muy futboleros atuendos los comercios, bares y calles de Ciudad del Cabo durante el día, como preparación para la cita nocturna en el hermoso escenario mundialista, Cape Town, edificado majestuosamente a la orilla del mar y teniendo como mudo testigo de fondo el risco más famoso del sur africano denominado "Table Mountain" o la montaña mesa.
Los dos mil aficionados uruguayos presentes en Ciudad del Cabo sólo hicieron ruido agrupados en centros comerciales y bares durante el día, pero en la noche fueron borrados de la tribuna por el intenso color naranja, pero sobre todo, por la marejada que en la cancha durante el segundo tiempo del partido, terminó por ahogar las esperanzas charrúas de llegar a la final del Mundial, no sin antes tener un respiro con el gol de Maxi Pereira que acercó a los celestes 3-2 en el marcador sobre la final, y que puso a sufrir a los naranjas para luego hacer más estruendosa su manifestación de triunfo cuando el árbitro decretó el término de la contienda.
Uruguay luchará por el tercer puesto y la Naranja Mecánica se instala en la final del Mundial.
EL INFORMADOR / ERNESTO LÓPEZ MOTA /ENVIADO
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