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Madrid de fiesta

Miles de aficionados festejan en el Estadio de Santiago Bernabeu en Madrid, tras el pase a la final

MADRID,ESPAÑA (07/JUL/2010).- Miles de personas estallaron de júbilo en la explanada del estadio Santiago Bernabeu de Madrid tras la victoria de España ante Alemania (1-0) en semifinales del Mundial y su pase a la final, mientras en Barcelona la alegría era mitigada y en Mallorca los alemanes se lamentaban.

El cántico "¡A por ellos, oé!" a todo volumen, el pitido de las vuvuzelas, las banderas de España ondenando al viento y el estruendo de los bombos se apoderó de una marea de hinchas que acudieron a presenciar el partido en una zona al aire libre acondicionada al lado del estadio del Real Madrid bajo un fuerte dispositivo policial.

"Estamos eufóricas, "con mucha alegría en el cuerpo", "nos merecíamos ganar", coreaban con alegría Julia y Nuria, de 18 años, mientras a su lado un joven se lanzaba al suelo de alegría, un perro daba saltos y otras eran atendidas por los servicios de socorro.

"Sí, sí, sí, este año sí", "yo soy español, español, español", "Villa, Villa, Villa, Villa maravilla" y "España, España, España" son algunos de los estribillos que coreaba la hinchada para celebrar el pase de España a la final, frente a Holanda, por primera vez en su historia.

Los petardos con humo rojo celebraron el gol de cabeza de Puyol, mientras los aspersores trataban de refrescar a la afición con una temperatura sofocante durante el partido, de unos 36 grados.

España ha "abierto muy bien el juego", ha "tenido muchas más ocasiones que Alemania y las ha aprovechando", explicaba Juan Sierra, de 17 años, después de que los hinchas rompieran en gritos a cada oportunidad de marcar.

La Roja "ha dominado" y en la segunda parte "el equipo alemán estaba ya cansado y con los cambios que hemos hecho, nosotros estábamos más frescos", según Tomás Vázquez, padre de familia de 41 años que veía el partido con su hijo, muy aficionado a hacer sonar su vuvuzela.

En Barcelona (noreste), capital de Cataluña, región de fuerte sentimiento nacionalista, algunos petardos y pocas bocinas de coches sonaron en el centro de la ciudad, a pesar de que en la "Roja" son titulares nueve jugadores del FC Barcelona.

La céntrica plaza de Cataluña, que ante similares proezas del Barça se suele llenar de gente, estaba como cualquier día corriente 25 minutos después de finalizado el encuentro.

Algunos jóvenes, surgidos de los bares donde vieron el partido, se fueron dispersando con algunos gritos de "España, España", pero sin las grandes algarabías que se registran con las proezas del club local.

Durante el día, la espera del partido tampoco se caracterizó por grandes muestras de afición.

En un autobús, un pasajero extranjero preguntó al conductor si sabía si esta noche habría la pantalla gigante de costumbre cuando se disputan grandes partidos. "Estamos en Barcelona, esto no es España", fue la respuesta.

Joan Giar, hincha del Barça, se lamentaba "que dure tanto la Roja". "Tendría que terminar de una vez por todas, así los jugadores del Barça pueden irse de vacaciones y descansar, que nos espera una temporada dura".

Sin embargo, por primera vez en mucho tiempo se vieron algunas banderas españoles en antenas de taxis, alguna moto y algún hombro a modo de mantilla.

Mientras, en Palma de Mallorca, en las islas Baleares, la colonia alemana residente allí y los miles de turistas de ese país no escondía su decepción.

"¡Nein!" (no, en alemán), se oyó en Playa de Palma de boca de los aficionados teutones cuando Puyol marcó el gol que dio la victoria a España
"Perdimos contra España en la Eurocopa 2008, ahora hemos perdido contra ellos en el Mundial: dos veces en dos partidos importantes es demasiado", se quejaba Judith, una alemana de 18 años.

"Ahora por lo menos tenemos que ganar a Uruguay por el tercer puesto", suspiró tras ver el partido en el restaurante Deutsche Eck (el rincón alemán), en la "Bierstrasse" (calle de la cerveza) de Playa de Palma, ataviada para la ocasión con numerosas banderas alemanas y españolas.
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