Deportes
Los Uruguayos son bien recibidos
Los jugadores de Uruguay han llegado a casa donde miles de personas los reciben y festejan su desempeño en Sudáfrica
MOTEVIDEO, URUGUAY (13/JUL/2010).- Miles de uruguayos siguen hoy el paso por las calles de Montevideo de la caravana que traslada a la selección de fútbol hasta el Palacio Legislativo, donde será recibida por el presidente José Mujica en el marco del festejo por el cuarto puesto logrado en el Mundial de Sudáfrica.
A pesar del viento y las bajas temperaturas, que se acercaron a los cero grados, familias enteras se congregan en las veredas de la ruta que sigue el autobús donde viajan los futbolistas, en un día en que las instituciones públicas y privadas han permitido cierta flexibilidad en sus horarios.
Entre la marea de aficionados sobre sale la familia Soriano, compuesta por padre, madre y tres hijos de catorce, ocho y un año y medio, que llegó a la capital desde Colonia, a unos 200 kilómetros al oeste de Montevideo.
"Arrastré acá a toda la familia para tener una foto de Forlán", bromeó la madre, Silvina, en declaraciones a Efe.
Con un mate bien caliente en una mano, para combatir el frío, y la bandera en la otra, los ciudadanos corearon los nombres de los jugadores y sacaron fotografías del momento histórico al paso del autobús, que fue seguido por una columna de automóviles de particulares.
A algunos seguidores, como a Valeria, ni la gélida mañana les importó. "La bandera me abriga lo suficiente", dijo a Efe la joven, envuelta en el símbolo patrio.
En las ventanas de los edificios cientos de banderas y pancartas con las expresiones "Vamos Uruguay" y "Gracias, muchachos" tiñen también de color celeste el trayecto del autobús.
Después de recuperar las horas de sueño perdidas por un atraso de su vuelo desde Sudáfrica, los jugadores y el cuerpo técnico subieron al autobús a media mañana en el complejo deportivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol, próximo al aeropuerto.
Además del aplauso de la población, al delantero Diego Forlán, Balón de Oro del Mundial, y sus compañeros ya han comenzado a lloverles los reconocimientos, como el de Ciudadanos Ilustres anunciado por la Intendencia de Montevideo, y las medallas conmemorativas que les entregará este lunes Mujica.
El gobernante agradeció hoy por la radio a los jugadores haber demostrado en el Mundial que es posible cambiar la vieja mentalidad uruguaya del "no se puede", incubada en las décadas transcurridas desde que logró sus dos únicos campeonatos mundiales, en 1930 y 1950, por la del "sí se puede".
En su alocución de los martes en la emisora M24, Mujica justificó el éxito deportivo del equipo de Oscar Washington Tabárez por su capacidad de "construir esfuerzos colectivos" y "volver a empezar y levantarse" siempre que ha tenido dificultades.
"Este es el mayor legado de este sueño celeste que algún día empezó, que va a continuar, a pesar de que apenas somos tres millones en una esquinita de América del Sur", apuntó el gobernante.
La caravana de la selección realizará la mayor parte de su recorrido por la Rambla de Montevideo, a orillas del Río de la Plata, y concluirá en el Palacio Legislativo, desde donde los futbolistas se dirigirán a los aficionados esta tarde.
A pesar del viento y las bajas temperaturas, que se acercaron a los cero grados, familias enteras se congregan en las veredas de la ruta que sigue el autobús donde viajan los futbolistas, en un día en que las instituciones públicas y privadas han permitido cierta flexibilidad en sus horarios.
Entre la marea de aficionados sobre sale la familia Soriano, compuesta por padre, madre y tres hijos de catorce, ocho y un año y medio, que llegó a la capital desde Colonia, a unos 200 kilómetros al oeste de Montevideo.
"Arrastré acá a toda la familia para tener una foto de Forlán", bromeó la madre, Silvina, en declaraciones a Efe.
Con un mate bien caliente en una mano, para combatir el frío, y la bandera en la otra, los ciudadanos corearon los nombres de los jugadores y sacaron fotografías del momento histórico al paso del autobús, que fue seguido por una columna de automóviles de particulares.
A algunos seguidores, como a Valeria, ni la gélida mañana les importó. "La bandera me abriga lo suficiente", dijo a Efe la joven, envuelta en el símbolo patrio.
En las ventanas de los edificios cientos de banderas y pancartas con las expresiones "Vamos Uruguay" y "Gracias, muchachos" tiñen también de color celeste el trayecto del autobús.
Después de recuperar las horas de sueño perdidas por un atraso de su vuelo desde Sudáfrica, los jugadores y el cuerpo técnico subieron al autobús a media mañana en el complejo deportivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol, próximo al aeropuerto.
Además del aplauso de la población, al delantero Diego Forlán, Balón de Oro del Mundial, y sus compañeros ya han comenzado a lloverles los reconocimientos, como el de Ciudadanos Ilustres anunciado por la Intendencia de Montevideo, y las medallas conmemorativas que les entregará este lunes Mujica.
El gobernante agradeció hoy por la radio a los jugadores haber demostrado en el Mundial que es posible cambiar la vieja mentalidad uruguaya del "no se puede", incubada en las décadas transcurridas desde que logró sus dos únicos campeonatos mundiales, en 1930 y 1950, por la del "sí se puede".
En su alocución de los martes en la emisora M24, Mujica justificó el éxito deportivo del equipo de Oscar Washington Tabárez por su capacidad de "construir esfuerzos colectivos" y "volver a empezar y levantarse" siempre que ha tenido dificultades.
"Este es el mayor legado de este sueño celeste que algún día empezó, que va a continuar, a pesar de que apenas somos tres millones en una esquinita de América del Sur", apuntó el gobernante.
La caravana de la selección realizará la mayor parte de su recorrido por la Rambla de Montevideo, a orillas del Río de la Plata, y concluirá en el Palacio Legislativo, desde donde los futbolistas se dirigirán a los aficionados esta tarde.
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