Deportes
Los Guerreros hacen de las suyas en la Coliseo
Los rudos Gran Guerrero y Euforia vencen ante un público alegre a los técnicos Ángel de Oro y Titán
GUADALAJARA, JALISCO (23/NOV/2014).- La función de Domingo Familiar de la
Arena Coliseo de Guadalajara se pintó de negro, luego de que los laguneros Gran Guerrero y Euforia dieran cuenta, y no de la mejor manera, de la pareja formada por el Ángel de Oro y Titán, en la estelar de esta función de lucha libre, en medio de un público que en su mayoría estuvo totalmente volcado en favor de los técnicos.
En tres caídas, los rudos terminaron imponiéndose en una lucha que resultó pareja de principio a fin y que estuvo llena de técnica, algo que emocionó a la concurrencia que se dio cita, quienes aplaudían cada uno de los movimientos de los gladiadores, especialmente los del Ángel de Oro y Titán, que surcaban los aires con sus vuelos y espectaculares planchas que conectaban sobre la humanidad de los luchadores de la Laguna.
Sin embargo, las fechorías de Gran Guerrero y Euforia fueron el plato fuerte de la primera caída, lo que les ayudó a doblar fácilmente a los técnicos, sucumbiendo éstos en esta primera parte de la contienda, ante el rechazo de muchos de los aficionados al pancracio.
Inmediatamente después se dio paso a la segunda caída, que inició con el mismo dominio con el que los rudos terminaron la primera. Los intentos que hacían los enmascarados técnicos por revertir la situación eran inútiles, ante unos rudos que se crecían violando las reglas a diestra y siniestra, ante la complacencia del referee. Sin embargo, en los momentos de más apremio para el Ángel de Oro y Titán llegó la equivocación de los Guerreros, lo que revitalizó a los técnicos que rápidamente pusieron fuera de combate a sus rivales, obligando a una tercera y definitiva caída.
Fue en esta última parte de la contienda en la que las acciones se tornaron más parejas, con ambos bandos tratando de llevar agua a su molino y quedarse con la victoria. La batalla se tornó cardíaca una vez que Titán fue sacado de la contienda por el Gran Guerrero. Esto, lejos de debilitar al Ángel de Oro, le dio mayor fortaleza, pues el enmascarado dorado cobró venganza, sacando del combate al Gran Guerrero.
Mano a mano quedaban Euforia y el Ángel de Oro, en busca de definir la batalla. Ambos gladiadores se brindaron al máximo tratando de dejarse fuera el uno al otro, ante los gritos y aplausos de emoción del respetable.
En los últimos momentos de la revuelta, el Titán, desde fuera del encordado, trató de tropezar a Euforia, lo que levantó la ira del referee y aprovechando que el tercero sobre la lona estaba distraído, el gladiador de la Laguna aprovechó para arrebatarle la incógnita, que ya estaba floja, al Ángel de Oro, quien ya nada pudo hacer para zafarse de las espaldas planas que le aplicó Euforia.
Ignorando lo que ocurría, el referee dio las tres palmadas sobre la lona, decretando así el triunfo de los rudos, esto ante el rechazo de gran parte del público presente. Al terminar la contienda, los técnicos y los rudos se hicieron de dimes y diretes, lanzando un reto directo que seguramente será resuelto en alguna de las próximas funciones de este templo de la lucha libre mexicana.
EL INFORMADOR / ALAN RODRÍGUEZ
En tres caídas, los rudos terminaron imponiéndose en una lucha que resultó pareja de principio a fin y que estuvo llena de técnica, algo que emocionó a la concurrencia que se dio cita, quienes aplaudían cada uno de los movimientos de los gladiadores, especialmente los del Ángel de Oro y Titán, que surcaban los aires con sus vuelos y espectaculares planchas que conectaban sobre la humanidad de los luchadores de la Laguna.
Sin embargo, las fechorías de Gran Guerrero y Euforia fueron el plato fuerte de la primera caída, lo que les ayudó a doblar fácilmente a los técnicos, sucumbiendo éstos en esta primera parte de la contienda, ante el rechazo de muchos de los aficionados al pancracio.
Inmediatamente después se dio paso a la segunda caída, que inició con el mismo dominio con el que los rudos terminaron la primera. Los intentos que hacían los enmascarados técnicos por revertir la situación eran inútiles, ante unos rudos que se crecían violando las reglas a diestra y siniestra, ante la complacencia del referee. Sin embargo, en los momentos de más apremio para el Ángel de Oro y Titán llegó la equivocación de los Guerreros, lo que revitalizó a los técnicos que rápidamente pusieron fuera de combate a sus rivales, obligando a una tercera y definitiva caída.
Fue en esta última parte de la contienda en la que las acciones se tornaron más parejas, con ambos bandos tratando de llevar agua a su molino y quedarse con la victoria. La batalla se tornó cardíaca una vez que Titán fue sacado de la contienda por el Gran Guerrero. Esto, lejos de debilitar al Ángel de Oro, le dio mayor fortaleza, pues el enmascarado dorado cobró venganza, sacando del combate al Gran Guerrero.
Mano a mano quedaban Euforia y el Ángel de Oro, en busca de definir la batalla. Ambos gladiadores se brindaron al máximo tratando de dejarse fuera el uno al otro, ante los gritos y aplausos de emoción del respetable.
En los últimos momentos de la revuelta, el Titán, desde fuera del encordado, trató de tropezar a Euforia, lo que levantó la ira del referee y aprovechando que el tercero sobre la lona estaba distraído, el gladiador de la Laguna aprovechó para arrebatarle la incógnita, que ya estaba floja, al Ángel de Oro, quien ya nada pudo hacer para zafarse de las espaldas planas que le aplicó Euforia.
Ignorando lo que ocurría, el referee dio las tres palmadas sobre la lona, decretando así el triunfo de los rudos, esto ante el rechazo de gran parte del público presente. Al terminar la contienda, los técnicos y los rudos se hicieron de dimes y diretes, lanzando un reto directo que seguramente será resuelto en alguna de las próximas funciones de este templo de la lucha libre mexicana.
EL INFORMADOR / ALAN RODRÍGUEZ
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