Deportes
Los Fan Fest vuelven a decepcionar
Los brasileños llenan el espacio y suman una tristeza más
la goleada por 0-3 encajada ante Holanda en el partido por el tercer lugar, volvieron a salir decepcionados y en silencio de los locales de concentración.
La histórica goleada por 1-7 encajada ante Alemania en el partido de las semifinales no impidió que miles de brasileños acudieran este sábado en masa a las llamadas Fan Fest para apoyar a la selección nacional.
Pero, tras una nueva actuación decepcionante, muchos abandonaron los recintos antes de finalizar el partido y lo hicieron en silencio ante el récord negativo encajado por la Selección brasileña en el Mundial del que fue anfitrión: catorce goles en siete partidos.
Pocos permanecieron para los espectáculos musicales programados para después del partido.
La Fan Fest montada por la FIFA en Copacabana, la playa más emblemática de Río de Janeiro, cerró sus puertas media hora antes del inicio del partido cuando los censores electrónicos marcaban la presencia de 20 mil asistentes.
Lo mismo ocurrió en la Fan Fest en el Valle do Anhangabaú, en la ciudad de Sao Paulo, que durante gran parte del día estuvo vacía pero marcó los 25 mil asistentes poco antes del comienzo del compromiso.
Por el contrario, la fiesta popular que los vecinos tradicionalmente montan en la calle Alzira de Río de Janeiro, que en días de partidos de la selección llega a reunir hasta 40 mil aficionados, atrajo pocos hinchas y ni fue necesario que las autoridades bloquearan las vías aledañas o que los vendedores ambulantes de cerveza aparecieran para ofrecer sus productos.
El panorama en el llamado Alzirao reflejaba el desánimo de la afición brasileña con su selección, de la que esperaban que conquistara el sexto título mundial y no que terminara humillada, con dos goleadas consecutivas, su presentación en casa.
De la misma forma, las calles de Vila Madalena, el barrio bohemio de Sao Paulo que se ha convertido en el mayor local de concentración de aficionados durante el Mundial, lucían vacías y con pocas personas vestidas con los colores verde y amarillo de Brasil.
La tristeza en la Fan Fest en Río de Janeiro contrastó con la animada fiesta montada por miles de argentinos en diferentes puntos de la misma playa de Copacabana.
Los argentinos, que invadieron Río de Janeiro en forma masiva para asistir el domingo en la ciudad a la final del Mundial entre Argentina y Alemania, protagonizaron una animada fiesta a pocos metros del Fan Fest con bandas de percusión y al ritmo de provocativos himnos de apoyo a la selección de Messi.
El grupo La Fantástica Percusión de Buenos Aires, integrado por 14 percusionistas, atrajo a una multitud a Copacabana que no paró de saltar y de corear a los gritos cánticos que podían ser escuchados en el silencio de la Fan Fest.
La alcaldía de Río de Janeiro aprovechó el clima de despedida en la fiesta para aficionados para extender sobre el público una gigantesca bandera con un mensaje en inglés en el que anunció que espera a los visitantes en breve y que la ciudad los ama.
RÍO DE JANEIRO, BRASIL (12/JUL/2014).- Los hinchas brasileños volvieron a llenar las fiestas para los aficionados ("Fan Fest") organizadas por la FIFA en las doce ciudades del Mundial pero, tras
La histórica goleada por 1-7 encajada ante Alemania en el partido de las semifinales no impidió que miles de brasileños acudieran este sábado en masa a las llamadas Fan Fest para apoyar a la selección nacional.
Pero, tras una nueva actuación decepcionante, muchos abandonaron los recintos antes de finalizar el partido y lo hicieron en silencio ante el récord negativo encajado por la Selección brasileña en el Mundial del que fue anfitrión: catorce goles en siete partidos.
Pocos permanecieron para los espectáculos musicales programados para después del partido.
La Fan Fest montada por la FIFA en Copacabana, la playa más emblemática de Río de Janeiro, cerró sus puertas media hora antes del inicio del partido cuando los censores electrónicos marcaban la presencia de 20 mil asistentes.
Lo mismo ocurrió en la Fan Fest en el Valle do Anhangabaú, en la ciudad de Sao Paulo, que durante gran parte del día estuvo vacía pero marcó los 25 mil asistentes poco antes del comienzo del compromiso.
Por el contrario, la fiesta popular que los vecinos tradicionalmente montan en la calle Alzira de Río de Janeiro, que en días de partidos de la selección llega a reunir hasta 40 mil aficionados, atrajo pocos hinchas y ni fue necesario que las autoridades bloquearan las vías aledañas o que los vendedores ambulantes de cerveza aparecieran para ofrecer sus productos.
El panorama en el llamado Alzirao reflejaba el desánimo de la afición brasileña con su selección, de la que esperaban que conquistara el sexto título mundial y no que terminara humillada, con dos goleadas consecutivas, su presentación en casa.
De la misma forma, las calles de Vila Madalena, el barrio bohemio de Sao Paulo que se ha convertido en el mayor local de concentración de aficionados durante el Mundial, lucían vacías y con pocas personas vestidas con los colores verde y amarillo de Brasil.
La tristeza en la Fan Fest en Río de Janeiro contrastó con la animada fiesta montada por miles de argentinos en diferentes puntos de la misma playa de Copacabana.
Los argentinos, que invadieron Río de Janeiro en forma masiva para asistir el domingo en la ciudad a la final del Mundial entre Argentina y Alemania, protagonizaron una animada fiesta a pocos metros del Fan Fest con bandas de percusión y al ritmo de provocativos himnos de apoyo a la selección de Messi.
El grupo La Fantástica Percusión de Buenos Aires, integrado por 14 percusionistas, atrajo a una multitud a Copacabana que no paró de saltar y de corear a los gritos cánticos que podían ser escuchados en el silencio de la Fan Fest.
La alcaldía de Río de Janeiro aprovechó el clima de despedida en la fiesta para aficionados para extender sobre el público una gigantesca bandera con un mensaje en inglés en el que anunció que espera a los visitantes en breve y que la ciudad los ama.
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