Deportes
Lorenzo y Pedrosa van por el trono de Rossi
El grave error que cometió el italiano le dejó la puerta abierta a los españoles para que busquen el campeonato
MUGELLO, ITALIA (07/JUN/2010).- El italiano Valentino Rossi no era muy dado a cometer errores, hasta que protagonizó el más grave de su carrera deportiva en los entrenamientos libres de la segunda jornada del Gran Premio de Italia de MotoGP que se disputó en Mugello y éste se saldó con la más grave lesión de su carrera deportiva.
Rossi llegó a Mugello muy presionado por el español Jorge Lorenzo y arriesgó al máximo para intentar conseguir un golpe de efecto y de presión que nunca ha logrado con Lorenzo, su compañero de equipo, que después de la prueba italiana es aún más líder del mundial.
Rossi necesitó emplear neumáticos blandos y todas sus habilidades para cerrar la jornada del viernes con el mejor tiempo de MotoGP y el sábado quería repetir esa hazaña, razón por la cual, probablemente, estuvo muy pendiente de que ningún otro piloto se situase tras la estela de su moto y ahí se gestó su grave error.
El nueve veces campeón del mundo vio a un piloto tras él y bajó mucho su marcha en una zona del circuito en la que todo son curvas a derechas, por lo que el neumático trasero de su Yamaha perdió temperatura muy rápidamente por su flanco izquierdo y cuando consideró que tenía el camino despejado comenzó a tirar con fuerza en una curva con giro a la izquierda.
La reacción de su Yamaha no se hizo esperar. La rueda trasera perdió adherencia y la recuperó súbitamente, lo que lanzó a Rossi por los aires y le produjo la más grave lesión de su carrera deportiva: fractura de tibia y peroné de la pierna derecha.
Esta es la secuencia completa, en las retinas de cualquier aficionado, del accidente de Rossi, pero las implicaciones del mismo son mucho mayores, pues el piloto de Urbino ha dicho definitivamente adiós a la lucha por el título mundial de MotoGP en 2010, que queda en manos, prácticamente, de dos españoles, Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa.
Lorenzo es el líder del campeonato, pero Dani Pedrosa se marchó de Mugello reforzado en su convicción por la contundente victoria que consiguió y que, cuando así sucede, le hace inalcanzable para cualquiera de sus rivales.
Pedrosa estaba en el punto de mira de prácticamente todo el mundo y necesitaba una victoria como la del domingo para que, incluso, quienes le han apoyado desde el principio, continuarán creyendo en él.
La victoria en Mugello le ha aupado hasta la segunda plaza del campeonato a 25 puntos de Lorenzo, pero cuando quedan por disputarse 350 unidades, esa diferencia se antoja absolutamente exigua.
Rossi llegó a Mugello muy presionado por el español Jorge Lorenzo y arriesgó al máximo para intentar conseguir un golpe de efecto y de presión que nunca ha logrado con Lorenzo, su compañero de equipo, que después de la prueba italiana es aún más líder del mundial.
Rossi necesitó emplear neumáticos blandos y todas sus habilidades para cerrar la jornada del viernes con el mejor tiempo de MotoGP y el sábado quería repetir esa hazaña, razón por la cual, probablemente, estuvo muy pendiente de que ningún otro piloto se situase tras la estela de su moto y ahí se gestó su grave error.
El nueve veces campeón del mundo vio a un piloto tras él y bajó mucho su marcha en una zona del circuito en la que todo son curvas a derechas, por lo que el neumático trasero de su Yamaha perdió temperatura muy rápidamente por su flanco izquierdo y cuando consideró que tenía el camino despejado comenzó a tirar con fuerza en una curva con giro a la izquierda.
La reacción de su Yamaha no se hizo esperar. La rueda trasera perdió adherencia y la recuperó súbitamente, lo que lanzó a Rossi por los aires y le produjo la más grave lesión de su carrera deportiva: fractura de tibia y peroné de la pierna derecha.
Esta es la secuencia completa, en las retinas de cualquier aficionado, del accidente de Rossi, pero las implicaciones del mismo son mucho mayores, pues el piloto de Urbino ha dicho definitivamente adiós a la lucha por el título mundial de MotoGP en 2010, que queda en manos, prácticamente, de dos españoles, Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa.
Lorenzo es el líder del campeonato, pero Dani Pedrosa se marchó de Mugello reforzado en su convicción por la contundente victoria que consiguió y que, cuando así sucede, le hace inalcanzable para cualquiera de sus rivales.
Pedrosa estaba en el punto de mira de prácticamente todo el mundo y necesitaba una victoria como la del domingo para que, incluso, quienes le han apoyado desde el principio, continuarán creyendo en él.
La victoria en Mugello le ha aupado hasta la segunda plaza del campeonato a 25 puntos de Lorenzo, pero cuando quedan por disputarse 350 unidades, esa diferencia se antoja absolutamente exigua.
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