Deportes
Liborio Sánchez, feliz por demostrar su calidad
El portero, que surgió de las fuerzas básicas de Chivas, demostró que no se achica frente a las grandes responsabilidades
MONTERREY, NUEVO LEÓN (06/DIC/2011).- Más allá de reconocimientos y galardones, de si incrementó sus votos como guardameta en el mercado de piernas, Liborio Sánchez ahora sólo tiene una cosa en mente: haberle probado a todo un país que está para grandes cosas, que no se achica frente a las grandes responsabilidades.
“Pensaron que me iba a pesar, pero demostré que no y eso se hace con hechos”, destacó el portero de los Gallos Blancos del Querétaro, quien mantuvo a raya a las explosivas Chivas con un gol en 180 minutos y que en la serie contra Tigres también fue capaz de mantener el cero, de no ser al autogol de su compañero, Manuel López Mondragón.
“Peleamos hasta el último instante y dejamos todo en la cancha”, añadió, convencido, satisfecho del trabajo de equipo.
En la Liguilla se ganó el sobrenombre de “San Liborio”, similar a lo que ocurrió con Oswaldo Sánchez, gracias a sus afortunadas intervenciones que ayudaron a los Gallos Blancos a disputar la ronda de semifinales del Torneo de Apertura 2011.
“Gracias a Dios esto es trabajo y es de todos. Creo que aquí no gana ni pierde uno, todos somos figuras y todos somos héroes”, precisó el guardameta de los emplumados. “En un torneo entramos a la historia, a la Liguilla y demostramos que estamos para grandes cosas”.
Y destacó que de aquí en adelante “ya no va a ser el Querétaro un equipo de media tabla para abajo, sino al contrario”, seguro de que la pauta está dada para catapultar a la escuadra queretana de los Gallos Blancos en el ámbito de la pelea permanente por el título.
“Pensaron que me iba a pesar, pero demostré que no y eso se hace con hechos”, destacó el portero de los Gallos Blancos del Querétaro, quien mantuvo a raya a las explosivas Chivas con un gol en 180 minutos y que en la serie contra Tigres también fue capaz de mantener el cero, de no ser al autogol de su compañero, Manuel López Mondragón.
“Peleamos hasta el último instante y dejamos todo en la cancha”, añadió, convencido, satisfecho del trabajo de equipo.
En la Liguilla se ganó el sobrenombre de “San Liborio”, similar a lo que ocurrió con Oswaldo Sánchez, gracias a sus afortunadas intervenciones que ayudaron a los Gallos Blancos a disputar la ronda de semifinales del Torneo de Apertura 2011.
“Gracias a Dios esto es trabajo y es de todos. Creo que aquí no gana ni pierde uno, todos somos figuras y todos somos héroes”, precisó el guardameta de los emplumados. “En un torneo entramos a la historia, a la Liguilla y demostramos que estamos para grandes cosas”.
Y destacó que de aquí en adelante “ya no va a ser el Querétaro un equipo de media tabla para abajo, sino al contrario”, seguro de que la pauta está dada para catapultar a la escuadra queretana de los Gallos Blancos en el ámbito de la pelea permanente por el título.
Síguenos en