Deportes

La otra pasión de Germán Sánchez

El poco tiempo libre que le queda al clavadista jalisciense, entre escuela y entrenamientos, lo invierte en ir a la arena a ver la lucha libre

GUADALAJARA, JALISCO (27/AGO/2014).- No solamente gusta de clavarse desde el trampolín de tres metros y de la plataforma de los 10 metros. También le encanta lanzarse desde la tercera cuerda, hacer la mística y aplicar la huracarrana. Su entusiasmo crece cuando de hablar sobre la lucha libre se trata. Sí, es uno de los mejores clavadistas de México, medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pero Germán Sánchez tiene otra gran pasión: la lucha libre.

Su colección de aproximadamente 30 diferentes máscaras lo avala. Entre sus preferidas están las de Averno, Titán, Místico y Mephisto, pero cada una tiene un valor especial para él. En los pocos tiempos libres que tiene, que le permite su escuela y los clavados, algunos los ocupa en ver el llamado deporte de los costalazos.

“Me gusta mucho la lucha libre, cada que puedo voy a la arena, de mis luchadores favoritos son Averno, Myztezis, que anteriormente era Místico, Volador, Máscara Dorada, Titán. Con Averno tengo una gran relación, afortunadamente me ha tocado conocerlos, platicar con ellos”.

— ¿Cómo fue que te comenzó el gusto por la lucha libre?

—De chiquito mi papá me llevó una vez a ver una función en el Auditorio (Benito Juárez), fue la Triple A, recuerdo que luchó el Perro Aguayo con el Hijo del Perro Aguayo contra El Cobarde y Cobarde Junior, en jaula y terminó aquello en una “carnicería”, los cuatro luchadores terminaron ensangrentados; la verdad es que me gustó mucho y por eso seguí viendo las funciones en la tele.

— ¿Tu papá fue el “culpable” de esta afición?

— Se puede decir que sí. En aquellos años a mí no me gustaba ir a la escuela, por lo que hacía berrinches, entonces mi papá me dijo una vez que si dejaba de llorar me llevaría a ver a los luchadores entrenando en la Arena Coliseo, en el gimnasio del “Diablo” Velazco. Lo cumplió, me llevó y pensé que me encontraría con El Santo, Emilio Charles, que en ese entonces eran los más famosos, pero no fue así, vi otros luchadores haciendo grecorromana, pero esa fue la primera vez que tuve contacto con la lucha. A partir de ahí fui muchas veces con mi papá a la arena y he tenido muy buenos recuerdos con él.

— ¿Has pensado en el futuro intentar ser luchador profesional?

— Sí me gustaría, pero es muy respetada esa carrera, quizá cualquiera le puede pegar a una pelota, pero no cualquiera se puede subir a un ring, tienes que prepararte bien; si algún día lo hiciera, debo tener una gran preparación porque las lesiones ahí son muy comunes, pero si me lo propongo, creo que sí podría cumplirlo. Aunque reconozco que otro de mis sueños es pertenecer al Cirque du Soleil, sería algo fantástico.

¿Un ángel del Averno?

En la vida de mucha gente, hay personas que llegan en el momento justo en el que se está en un bache, algo así le sucedió a Germán Sánchez con el luchador conocido como Averno, quien llegó a ser alguien muy importante en su vida.

“Mucha gente piensa que los deportistas vivimos en una burbuja, que no nos llega nada mala, pero sí nos llegan momentos complicados, somos jóvenes, queremos comernos el mundo; cuando llegas a tener fama, te alejas de las cosas en las que crees, cosas que te inculcan en tu familia, pero luego sentí que les estaba fallando a mis papás, me hacía falta alguien que me impulsara a retomar mis bases, fue entonces que conocí a Averno, gracias a otro luchador que conocía, Mephisto, esto previo a los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.

“Me dijo que si ganaba una medalla en los Panamericanos, él me llevaría a entrenar a la Arena México. Ganamos, no me llevó a entrenar, pero formamos una gran amistad ya que tenemos muchas cosas en común, por lo que me identifiqué con él y supe que era esa persona que podría ayudarme a encontrar lo que buscaba. A partir de ese día se convirtió en mi amigo, si tenía duda o temor en algo, me preguntaba qué haría él, hasta ahora me ha ayudado mucho”.

Con Averno han organizado funciones y pláticas para los jóvenes, tanto en Guadalajara como en la Ciudad de México, donde radica el rudo, lo que ha creado lazos más fuertes de amistad.

FRASE

“Así como Iván (García) conoce a los futbolistas, habla con ellos, pues a mí mi pasión es la lucha. Yo puedo estar con un futbolista y sí lo saludo pero quizá no lo ubico, pero a mí el poder platicar con un luchador me emociona más”.

Germán Sánchez,
clavadista jalisciense.

LAS POSTURAS DE GERMÁN SÁNCHEZ

Sobre su máscara más preciada

“Fue un gran obsequio que Averno me dio, porque me decía que esa máscara era de sus favoritas, se la hicieron de un material fino, cuesta mucho dinero. El día que me la regaló, no sabía que era para mí, por lo que cuando me la dio me sentí muy feliz, porque es una máscara única, no existe otra igual, en cuanto a la hechura”.

Sobre su primera máscara

“Mi papá me compró una de La Parka, en una tienda de deportes por la calle de Obregón, aún recuerdo el olor que tenía porque era de plástico. Luego me compró una de Mil Máscaras, esas son las dos primeras que tuve”.

Sobre luchar profesionalmente

“Tendría que aprender mucho sobre el arte de las llaves y contrallaves, los verdaderos luchadores son los que saben diferentes tipos de lucha. Una vez lo hice, en una fiesta privada para los deportistas del Code, pues llevaron a algunos luchadores, me animaron a que me subiera con una máscara y lo hice. Después de algunas pasadas, el luchador hizo como que me castigaba y me quitó la máscara, por lo que todos se quedaron sorprendidos. Fue algo muy emocionante y bonito”.
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