Deportes
La imparable moda del 'selfie'
Las estrellas de la Copa Mundial han abierto las puertas de las concentraciones gracias a la tecnología
Mundial donde casi todo es apto para ser compartido.
La Copa del Mundo de Brasil es la primera que se juega en esta época en que los smartphones o teléfonos inteligentes, objetos cada vez más masivos que alimentan las redes sociales con millones de imágenes y de mensajes.
Desde el Mundial de Sudáfrica 2010, el acceso a internet de banda ancha a partir de teléfonos móviles se ha multiplicado: de 800 millones de accesos subió a dos mil 500 millones en 2013, según la asociación GSMA que agrupa a operadores de móviles en el mundo.
Y la moda de tomarse una selfie ha alcanzado su punto más álgido en esta Copa, en la que se calcula que unos tres millones de brasileños y 600 mil fanáticos extranjeros asistirán a los encuentros en los estadios. “Es muy tentador para el ser humano sentirse reconocido y la internet es un poderoso instrumento de comunicación. En el caso de las selfies, aquí no depende de empresas o de agencias de publicidad, sino que es el propio individuo el que se comunica”, explica Rosa María Farah, del Centro de Investigación en Psicología e Informática de la Universidad Católica de Sao Paulo.
Neymar exhibe regularmente su vida a través de las redes sociales. La foto que publicó después del partido entre Brasil y Croacia —que abrió el Mundial el 12 de junio, día de los enamorados en Brasil— cosechó más de un millón de ‘likes’ en Instagram. En la imagen Neymar aparece con el torso desnudo mientras su novia lo abraza.
Los portugueses se tomaron una foto con el presidente de su país, Aníbal Cavaco Silva, antes del Mundial. En primera fila está Cristiano Ronaldo, que compartió la imagen a través de su cuenta de Twitter, donde fue replicada más de 14 mil veces y marcada como favorita por más de 17 mil usuarios.
Lo mismo hicieron jugadores alemanes como Lukas Podolski, que publicó su selfie en el vestuario con la canciller Angela Merkel después del triunfo frente a Portugal. Y es que el selfie llegó para quedarse por mucho tiempo.
SAO PAULO, BRASIL (02/JUL/2014).- Neymar publica un autorretrato con su novia, los alemanes otro con su mandataria en el vestuario, los hinchas al entrar a los estadios: las llamadas “selfies” son el gran recuerdo de este
La Copa del Mundo de Brasil es la primera que se juega en esta época en que los smartphones o teléfonos inteligentes, objetos cada vez más masivos que alimentan las redes sociales con millones de imágenes y de mensajes.
Desde el Mundial de Sudáfrica 2010, el acceso a internet de banda ancha a partir de teléfonos móviles se ha multiplicado: de 800 millones de accesos subió a dos mil 500 millones en 2013, según la asociación GSMA que agrupa a operadores de móviles en el mundo.
Y la moda de tomarse una selfie ha alcanzado su punto más álgido en esta Copa, en la que se calcula que unos tres millones de brasileños y 600 mil fanáticos extranjeros asistirán a los encuentros en los estadios. “Es muy tentador para el ser humano sentirse reconocido y la internet es un poderoso instrumento de comunicación. En el caso de las selfies, aquí no depende de empresas o de agencias de publicidad, sino que es el propio individuo el que se comunica”, explica Rosa María Farah, del Centro de Investigación en Psicología e Informática de la Universidad Católica de Sao Paulo.
Neymar exhibe regularmente su vida a través de las redes sociales. La foto que publicó después del partido entre Brasil y Croacia —que abrió el Mundial el 12 de junio, día de los enamorados en Brasil— cosechó más de un millón de ‘likes’ en Instagram. En la imagen Neymar aparece con el torso desnudo mientras su novia lo abraza.
Los portugueses se tomaron una foto con el presidente de su país, Aníbal Cavaco Silva, antes del Mundial. En primera fila está Cristiano Ronaldo, que compartió la imagen a través de su cuenta de Twitter, donde fue replicada más de 14 mil veces y marcada como favorita por más de 17 mil usuarios.
Lo mismo hicieron jugadores alemanes como Lukas Podolski, que publicó su selfie en el vestuario con la canciller Angela Merkel después del triunfo frente a Portugal. Y es que el selfie llegó para quedarse por mucho tiempo.
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