Deportes
La furia española une los corazones en Sudáfrica
A falta de una Selección del continente, Sudáfrica se pone la camiseta de España para seguir disfrutando del Mundial
JOHANNESBURGO, SUDÁFRICA (03/JUL/2010).- Los aficionados al futbol sudafricanos siguen disfrutando su Mundial y ante la falta de sus queridos 'Bafana Bafana' y tras la eliminación de las estrellas negras de Ghana, decidieron ponerse la camiseta de la Selección de España y con su presencia en el Estadio Ellis Park de Johannesburgo, tiñeron de rojo y amarillo el graderío, que nuevamente registró otro lleno.
Una buena cantidad de oriundos españoles también llegó al Mundial africano en una cantidad superior a los 15 mil.
La mística de la furia española tuvo la fuerza para unir a todas las razas congregadas en el Mundial, pues los aficionados que se quedaron sin su Selección, torcieron por los españoles, que de esta forma vieron como los asiáticos, los africanos, la gente de raza blanca o de color, se pintaron con los colores de la rojo y amarillo.
La legión de paraguayos fue totalmente borrada en las tribunas del estadio, pues su presencia no alcanzó a contabilizar siquiera dos mil aficionados.
Las vuvuzelas y el alarido del público apoyaron en todo momento a los españoles, pero lejos de incidir en el juego, volvieron loco al árbitro guatemalteco, Carlos Batres, quien en el clímax del partido se equivocó en la marcación de los dos penales, pues no hizo repetir el cobrado por Cardozo, cuando se metieron indebidamente al área los españoles, pero peor se vio cuando hicieron lo mismo los paraguayos en el penal detenido a Xavi Alonso y entonces sí lo repitió, dejando de marcar un segundo penal en el contrarremate por falta clara del portero Villar sobre Fábregas.
Cuando todo parecía indicar que llegarían los tiempos extras y posiblemente los penales, apareció la magia de Iniesta que sirvió para Pedro y éste con su tiro al poste le puso un bombón a Villa para que entonces sí explotara la fanaticada y empezara a celebrar el pase de España a la semifinal.
EL INFORMADOR / ERNESTO LÓPEZ MOTA / ENVIADO
Una buena cantidad de oriundos españoles también llegó al Mundial africano en una cantidad superior a los 15 mil.
La mística de la furia española tuvo la fuerza para unir a todas las razas congregadas en el Mundial, pues los aficionados que se quedaron sin su Selección, torcieron por los españoles, que de esta forma vieron como los asiáticos, los africanos, la gente de raza blanca o de color, se pintaron con los colores de la rojo y amarillo.
La legión de paraguayos fue totalmente borrada en las tribunas del estadio, pues su presencia no alcanzó a contabilizar siquiera dos mil aficionados.
Las vuvuzelas y el alarido del público apoyaron en todo momento a los españoles, pero lejos de incidir en el juego, volvieron loco al árbitro guatemalteco, Carlos Batres, quien en el clímax del partido se equivocó en la marcación de los dos penales, pues no hizo repetir el cobrado por Cardozo, cuando se metieron indebidamente al área los españoles, pero peor se vio cuando hicieron lo mismo los paraguayos en el penal detenido a Xavi Alonso y entonces sí lo repitió, dejando de marcar un segundo penal en el contrarremate por falta clara del portero Villar sobre Fábregas.
Cuando todo parecía indicar que llegarían los tiempos extras y posiblemente los penales, apareció la magia de Iniesta que sirvió para Pedro y éste con su tiro al poste le puso un bombón a Villa para que entonces sí explotara la fanaticada y empezara a celebrar el pase de España a la semifinal.
EL INFORMADOR / ERNESTO LÓPEZ MOTA / ENVIADO
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