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La excepción a la regla

Entre buenas y malas...

La productividad de Jorge Cantú.- A lo mejor lo “salamos”. Pero no podemos pasar por alto el gran inicio de campaña que Jorge Cantú ha tenido con los Marlins de Florida.

Galleta pura. Previo al juego de anoche contra Cincinnati, Cantú se había dado el lujo de imponer una nueva marca, pegando al menos un hit y produciendo carrera en los primeros nueve juegos de la campaña 2010.
“Así como que... ¡wow!, conseguí algo importante”, comentó el tamaulipeco, “me cayó el veinte cuando iba recorriendo las bases”.

¿Algo importante? Ay, muchacho. Pareces nuevo. Aunque démosle el beneficio de la duda.

Está bien, no se proclamó campeón de bateo. Ni rey jonronero. Pero para cualquier pelotero, comenzar una temporada con el bat encendido, es la mejor medicina para incrementar la confianza y que esto se traduzca en ayuda para el equipo cuando sea la hora buena -léase la pugna por los boletos a playoffs-.

Cantú aprovecha un segundo aire en su carrera como pelotero de Grandes Ligas. Debutó con Tampa Bay en 2004, y un año después se consolidó como titular en la intermedia, ante el retiro de Roberto Alomar. Bateó 28 jonrones y produjo 117 carreras.

Pero las lesiones le pasaron factura. Marcaron su salida de Tampa, y fueron factor en un paso gris por Cincinnati. Hasta que Florida vino al rescate, y Cantú poco a poco ha recuperado su nivel.
“Jorge es nuestro bateador más profesional”, dijo Jim Presley, coach de bateo de los Marlins, “cuando hay corredores en posición de anotar, lo quieres a él en la caja de bateo”.

Apenas es abril. Lógico, la racha en algún momento acabará. Lo que sí sería ideal es que Cantú no deje en ridículo a Presley, y que siga siendo ese factor “miedo” en la ofensiva de Florida, pensando en el boleto de comodín (porque eso de alcanzar a los Filis en el liderato de la división está en chino).

Salud, Jerry Jones.- Bueno, el dueño de los Vaqueros de Dallas se coló a las noticias... y no precisamente para presumir sus contrataciones o algún evento en su “changarrito”.

Apareció un video, tomado con un celular, en donde Jerry Jones -que traía varios “jaiboles” en el cuerpo- hizo pedazos a su ex-entrenador, Bill Parcells, y a uno de los talentos universitarios que suena para el próximo draft, como Tim Tebow, quarterback de la Universidad de Florida.

Don Jerry no se apiadó del “Atún” Parcells. Afirmó que el coach no valía para tres pesos (bueno, no dijo exactamente eso, pero usted entiende) y que lo había llevado a Dallas como señuelo para sacar adelante el nuevo estadio -en ese entonces, todavía en construcción-.

A Tebow también lo embarró, y eso que el muchacho todavía no llega a la liga. Jones dijo que el prospecto no tenía nivel suficiente para estar en la NFL. Que difícilmente entraría al campo. Bueeeeno. Entonces descartamos que Dallas haga alguna propuesta para llevarlo como banca del eficientísimo Tony Romo.
Esto quedará como mera anécdota. Pero, ¿a poco no es divertido escuchar a tan pintoresco propietario hablar con la verdad? Ahora sí, comprobó esa teoría que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad.

Correo electrónico: luis.hernandez@informador.com.mx
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