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La excepción a la regla

Ya llegó el que andaba ausente

Era predecible. Durante 35 minutos, Tiger Woods ocupó el banquillo de los acusados en un salón de Augusta National, para ser bombardeado por los cuestionamientos de la prensa, acerca de su peculiar escándalo durante el receso de temporada, en donde el mundo se le vino encima.

Y en algo también más cantado que un strike, de esos que Nolan Ryan lanzaba con singular alegría, Tiger aguantó metralla, pero fiel a su estilo: habló de todo, pero solamente diciendo lo básico y sin permitir que se filtrara información indebida.

En pocas palabras, en esencia fue el mismo Tiger, con una dosis de suavidad. Sí, tuvo sus momentos reveladores, confesando lo mucho que le pesa haberse perdido el primer cumpleaños de su hijo, Charlie Axel, mientras estaba en su terapia de rehabilitación.

“Eso me duele demasiado, prometí que no iba a pasar otra vez, quiero ser parte de la vida de mis hijos”, afirmó.

En cuanto al resto de la conferencia, el ejercicio de mea culpa del señor Woods no fue nada extraordinario. Negó haber usado sustancias prohibidas (al estar relacionado con Anthony Galea, un médico que fue arrestado por posesión de las mismas). Enfatizó durante varias ocasiones su arrepentimiento por el daño hecho a su familia. Y se disculpó con sus compañeros del PGA Tour, que fueron víctimas durante meses del “interrogatorio Tiger”.

“En verdad quiero disculparme con ellos, por todo lo que han aguantado en los últimos meses”, expresó Woods.

El grupo cercano a Tiger se merece estrellita en la frente. Mark Steinberg, su agente, Steve Williams, su caddy (a quien la dignidad le duró un suspiro) y los asesores externos, lo instruyeron de maravilla.

En dos días de práctica, Woods ha mostrado un inusual rostro amable con los aficionados y no los “batea”. Todo lo contrario. Les firma autógrafos, con paciencia. Algo que era impensable al final de la campaña 2009. ¿Pues qué desayunó? ¿Un plato de humildad?

Ahora, viene la mayor prueba. ¿Qué ocurrirá a partir de la primera ronda del Masters, este jueves?
De entrada, que el grupo donde esté Tiger será, por mucho, el más seguido por la gente que asista al campo de Augusta National. Las “víctimas” - o sea, sus compañeros en el threesome- todavía no se conocen, ya que los pairings serán publicados hasta hoy por la mañana (hagan sus apuestas, amigos lectores).

En cuanto al nivel de golf, mejor ni le aventuremos a eso de la pronosticada. El mismo jugador reconoce que apenas está afinando todos los detalles.

“Que no haya jugado en un tiempo es preocupante, espero recuperar el ‘feeling’ de todo, que sea lo más rápido posible”, dijo.

Bueno, pues. Tiempo al tiempo. ¡Ah! Y si se vale pedir un deseo, no lo gastaremos en Woods. Sino en que la atención se concentre exclusivamente en el Masters, que tiene demasiadas historias por contar.

Como dato para el anecdotario.- Las acreditaciones de prensa para el Masters son un auténtico triunfo moral. Pero este año, el verdadero premio fue un asiento para la conferencia de Tiger.

Los organizadores solamente permitieron que 207 periodistas entraran a la sala de conferencias. El resto, tuvo que conformarse con verla por los monitores de televisión, en la sala de prensa.

Correo electrónico: luis.hernandez@informador.com.mx
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