Deportes
La excepción a la regla
En los zapatos de Michael Whan
LPGA.
La gira, donde participa la mexicana Lorena Ochoa, estaba contra las cuerdas, producto de la controversial gestión de Carolyn Bivens, que durante cuatro años se dedicó a hacer pomada a la organización que presidía, hasta que las jugadoras élite (entre ellas Lorena), exigieron que renunciara a su puesto.
Bivens se fue a mediados del pasado mes de julio. Casi siete meses después, el 4 de enero de 2010, Whan asumió como el nuevo "comandante" de la LPGA. ¿La respuesta de las jugadoras? Compran las ideas que el nuevo comisionado les quiere vender.
Whan tiene experiencia en la industria del golf, pero no al nivel que ocupa actualmente. Esto no es problema. Tiene madera de líder, y no ha mostrado inconveniente en chambearle duro, usando métodos originales para colocar el "producto" que representa.
Para muestra, un botón.
Ayer, dejó la corbata a un lado, para fungir como caddie de la mexicana Lili Álvarez, en la primera ronda del Florida’s Natural Charity Classic, torneo del Futures Tour, que es la gira de ascenso hacia la LPGA.
"Reportándome para el deber", dijo Whan en tono de broma, cuando llegó a la plataforma de práctica, donde lo esperaba la golfista de Durango -quien por cierto tiró un score de 80 (+8)-.
Esto fue parte acción de relaciones públicas, parte evidencia que todo -dentro los parámetros legales- se vale, en pos de que la LPGA (y el Futures Tour) recuperen el status que tenían previo al año 2005.
Carolyn Bivens se ganó a pulso el papel de la bruja mala del cuento, cuando quiso imponer un modelo de negocios que lo único que logró fue enemistarse con los patrocinadores. La LPGA perdió eventos que tenían años en el calendario.
Incluso, Bivens fue lo suficientemente insolente (si se permite usar esa palabra), para pelearse con Donald Trump -quien es fanático confeso de la LPGA- y no renovó el contrato para el ADT Championship, evento que cerraba la campaña, con sede en el campo del magnate en West Palm Beach.
El modelo de Bivens, aunque resulte difícil de creer, es apoyado por Whan. Claro, sin tener que llegar a los extremos que empleó la hoy apodada "innombrable".
Actualmente, el calendario tiene 25 eventos -en gran parte, por la labor de Zayra Calderón, una alta ejecutiva de la LPGA con gran colmillo para los negocios-. Whan dice que es posible volver hasta los 35 o 36 eventos por campaña.
"El modelo puede funcionar. Ahorita estamos en 25 torneos, y debemos analizar la economía, para ver nuestros puntos fuertes y cómo podemos alcanzar la meta", sentenció el nuevo hombre a cargo del golf femenil.
La respuesta a la trivia.-
En el Draft NBA de 1984, Houston seleccionó como número uno global a Hakeem Olajuwon (en ese entonces, solamente conocido como Akeem). Portland escogía segundo, y pese a tener disponible a Michael Jordan, optó por llevarse a Sam Bowie. El resto es historia. Gracias a las personas que contestaron correctamente.
Correo electrónico: luis.hernandez@informador.com.mx
Denle crédito a Michael Whan. El hombre tuvo las agallas suficientes para tomar un empleo que, hace un año, lucía como la peor opción del mundo: comisionado de la
La gira, donde participa la mexicana Lorena Ochoa, estaba contra las cuerdas, producto de la controversial gestión de Carolyn Bivens, que durante cuatro años se dedicó a hacer pomada a la organización que presidía, hasta que las jugadoras élite (entre ellas Lorena), exigieron que renunciara a su puesto.
Bivens se fue a mediados del pasado mes de julio. Casi siete meses después, el 4 de enero de 2010, Whan asumió como el nuevo "comandante" de la LPGA. ¿La respuesta de las jugadoras? Compran las ideas que el nuevo comisionado les quiere vender.
Whan tiene experiencia en la industria del golf, pero no al nivel que ocupa actualmente. Esto no es problema. Tiene madera de líder, y no ha mostrado inconveniente en chambearle duro, usando métodos originales para colocar el "producto" que representa.
Para muestra, un botón.
Ayer, dejó la corbata a un lado, para fungir como caddie de la mexicana Lili Álvarez, en la primera ronda del Florida’s Natural Charity Classic, torneo del Futures Tour, que es la gira de ascenso hacia la LPGA.
"Reportándome para el deber", dijo Whan en tono de broma, cuando llegó a la plataforma de práctica, donde lo esperaba la golfista de Durango -quien por cierto tiró un score de 80 (+8)-.
Esto fue parte acción de relaciones públicas, parte evidencia que todo -dentro los parámetros legales- se vale, en pos de que la LPGA (y el Futures Tour) recuperen el status que tenían previo al año 2005.
Carolyn Bivens se ganó a pulso el papel de la bruja mala del cuento, cuando quiso imponer un modelo de negocios que lo único que logró fue enemistarse con los patrocinadores. La LPGA perdió eventos que tenían años en el calendario.
Incluso, Bivens fue lo suficientemente insolente (si se permite usar esa palabra), para pelearse con Donald Trump -quien es fanático confeso de la LPGA- y no renovó el contrato para el ADT Championship, evento que cerraba la campaña, con sede en el campo del magnate en West Palm Beach.
El modelo de Bivens, aunque resulte difícil de creer, es apoyado por Whan. Claro, sin tener que llegar a los extremos que empleó la hoy apodada "innombrable".
Actualmente, el calendario tiene 25 eventos -en gran parte, por la labor de Zayra Calderón, una alta ejecutiva de la LPGA con gran colmillo para los negocios-. Whan dice que es posible volver hasta los 35 o 36 eventos por campaña.
"El modelo puede funcionar. Ahorita estamos en 25 torneos, y debemos analizar la economía, para ver nuestros puntos fuertes y cómo podemos alcanzar la meta", sentenció el nuevo hombre a cargo del golf femenil.
La respuesta a la trivia.-
En el Draft NBA de 1984, Houston seleccionó como número uno global a Hakeem Olajuwon (en ese entonces, solamente conocido como Akeem). Portland escogía segundo, y pese a tener disponible a Michael Jordan, optó por llevarse a Sam Bowie. El resto es historia. Gracias a las personas que contestaron correctamente.
Correo electrónico: luis.hernandez@informador.com.mx
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