Deportes
La aventura por el Pacífico Sur, día 8
Los textos que se presentan a continuación son el diario de viaje elaborado por Pedro Fernández del Valle, “Perico”, quien ha enviado mensajes de correo electrónico a una lista de amigos y familiares y la cedió a El Informador. Salvo por algunas correcciones, se presentan prácticamente como fueron enviados
Lunes 11 de abril.- El día de ayer estuvo muy accidentado, ya que rompimos el prevente y el down hall de la (vela) mayor. Javier se pasó todo el día reparando los daños a la embarcación.
Mi dedo sigue mejor, ¡hinchado y morado! Pero nada que una buena veleada no haga que se me olvide.
Los días pasan rapidísimo; anoche cumplimos una semana. Decidimos navegar el resto de la tarde y toda la noche con el stay sail, “tormentín”.
En la mañana, durante el desayuno, discutimos la ruta a seguir. De acuerdo con la información que obtuvimos de la computadora, nuestra mejor ruta para cruzar el Ecuador es trasluchando ya y seguir el rumbo 245, para que, cuando cruzáramos la longitud 120 a 125, traslucháramos de nuevo para vernos favorecidos en los cambios de vientos. La idea es cruzar entre 128 y no más arriba del 132. Esta información nos la pasó una persona que cruzó el Pacífico hace 15 días; la computadora dice lo mismo: es la zona con mejor viento y condiciones climatológicas. Acordamos que al medio día haríamos la maniobra.
Para variar, hubo cambio de ideas: se votó tres en contra y dos a favor. “Poli” y “Perico” querían la estrategia original, el resto quería cambiar porque decían que, si seguíamos en esta ruta, llegaríamos directos a las Islas Marquesas.
Me doy cuenta cómo, en una decisión de éstas, te puedes seguir por la lógica o por los aparatos científicos. Por más que les explicamos direcciones de viento y bajas depresiones, no pudieron entender. El “Patas” dice que le creemos demasiado a la computadora y quizá tenga razón: vivimos en un mundo donde la información está a la mano de todos; si la sabes usar, te ayuda.
Bueno, saludos a todos, de parte de todos nosotros.
Mi dedo sigue mejor, ¡hinchado y morado! Pero nada que una buena veleada no haga que se me olvide.
Los días pasan rapidísimo; anoche cumplimos una semana. Decidimos navegar el resto de la tarde y toda la noche con el stay sail, “tormentín”.
En la mañana, durante el desayuno, discutimos la ruta a seguir. De acuerdo con la información que obtuvimos de la computadora, nuestra mejor ruta para cruzar el Ecuador es trasluchando ya y seguir el rumbo 245, para que, cuando cruzáramos la longitud 120 a 125, traslucháramos de nuevo para vernos favorecidos en los cambios de vientos. La idea es cruzar entre 128 y no más arriba del 132. Esta información nos la pasó una persona que cruzó el Pacífico hace 15 días; la computadora dice lo mismo: es la zona con mejor viento y condiciones climatológicas. Acordamos que al medio día haríamos la maniobra.
Para variar, hubo cambio de ideas: se votó tres en contra y dos a favor. “Poli” y “Perico” querían la estrategia original, el resto quería cambiar porque decían que, si seguíamos en esta ruta, llegaríamos directos a las Islas Marquesas.
Me doy cuenta cómo, en una decisión de éstas, te puedes seguir por la lógica o por los aparatos científicos. Por más que les explicamos direcciones de viento y bajas depresiones, no pudieron entender. El “Patas” dice que le creemos demasiado a la computadora y quizá tenga razón: vivimos en un mundo donde la información está a la mano de todos; si la sabes usar, te ayuda.
Bueno, saludos a todos, de parte de todos nosotros.
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