Deportes
La aventura por el Pacífico Sur, día 13
Los textos que se presentan a continuación son el diario de viaje elaborado por Pedro Fernández del Valle, “Perico”, quien ha enviado mensajes de correo electrónico a una lista de amigos y familiares y la cedió a El Informador. Salvo por algunas correcciones, se presentan prácticamente como fueron enviados
Sábado 16 de abril.- ¡Les escribo temprano porque nos tienen racionado el tiempo aire!
La veleada en la madrugada estuvo padrísima. Por fin dejó de llover: la Luna ilumina el mar, su resplandor se refleja en el agua como un camino hacia el Este.
A las 9 am empezó a llover, ¡otra vez!, pero esta vez con más intensidad y fuerza del viento. Como desde hace tres días perdimos uno de los instrumentos, el que nos da la intensidad del viento, no podemos saber a qué velocidad está soplando. Lo que sí, es que estaba muy duro: vamos navegando en popa, la mayor no la podemos ni tocar porque ya se nos rompió de dos lados, entonces tenemos que aguantar la tormenta en la posición en que está la vela: si el viento vira, nosotros también.
Duró como tres o cuatro horas: estábamos corriendo a 11 nudos. La libramos bien: ¡no se rompió ni pasó nada!
Ya está el mar más calmado. Le estamos dedicando el tiempo a reparaciones del barco, todo a la mexicana, lo mejor que podemos; el “Patas” está contento porque ¡ya estamos a 190 mn del Ecuador! Pensamos cruzar el domingo en la noche o el lunes en la madrugada.
Bueno, saludos a todos, de parte de todos.
La veleada en la madrugada estuvo padrísima. Por fin dejó de llover: la Luna ilumina el mar, su resplandor se refleja en el agua como un camino hacia el Este.
A las 9 am empezó a llover, ¡otra vez!, pero esta vez con más intensidad y fuerza del viento. Como desde hace tres días perdimos uno de los instrumentos, el que nos da la intensidad del viento, no podemos saber a qué velocidad está soplando. Lo que sí, es que estaba muy duro: vamos navegando en popa, la mayor no la podemos ni tocar porque ya se nos rompió de dos lados, entonces tenemos que aguantar la tormenta en la posición en que está la vela: si el viento vira, nosotros también.
Duró como tres o cuatro horas: estábamos corriendo a 11 nudos. La libramos bien: ¡no se rompió ni pasó nada!
Ya está el mar más calmado. Le estamos dedicando el tiempo a reparaciones del barco, todo a la mexicana, lo mejor que podemos; el “Patas” está contento porque ¡ya estamos a 190 mn del Ecuador! Pensamos cruzar el domingo en la noche o el lunes en la madrugada.
Bueno, saludos a todos, de parte de todos.
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