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Por Jaime Gallardo

Esta tarde, por primera vez en el nuevo estadio del Guadalajara, se jugará el Clásico Chivas vs. América. Por este simple hecho, la expectativa es mayúscula superando a la del primer Clásico tapatío; el lleno está garantizado y esto será algo inédito en el Omnilife.

El América mantiene un interés vigente, sin importar el momento futbolístico que vive. En esta ocasión, distinta a las anteriores, hay más motivos para estar optimistas de que se pueda dar un buen partido, señalando que ninguno de los dos ha tenido un torneo sobresaliente.

En el caso de Chivas, en los últimos partidos sin convencer del todo, ha mostrado una mejoría en el futbol que practica, acompañado de buenos resultados y con un goleador que se encontró en el camino y que terminó siendo Érick Torres, la pieza que completó el rompecabezas de José Luis Real.

El “Rebaño” enderezó un rumbo que por momentos parecía perdido, lo que despertó la ilusión rojiblanca, sólo dos derrotas, cuatro victorias y seis empates (el equipo que más tiene); es la décima ofensiva y es la segunda mejor defensiva; el Chiverío tiene un punto menos que las Águilas que tienen un partido más jugado; el Guadalajara es un equipo mejor balanceado que su rival de esta tarde, y eso le da una ventaja porque en el futbol, el equilibrio defensa-ataque es fundamental.

Con la salida de Manuel Lapuente y la llegada de Carlos Reinoso el América se convirtió en “un chivo en cristalería”; sus números se polarizaron, son la mejor artillería y la penúltima defensiva, tienen al líder de goleo individual: Ángel Reyna, seis triunfos por igual numero de derrotas y una sola igualada es el saldo de los de Coapa en este torneo; el potencial individual y colectivo de sus atacantes, y la fragilidad defensiva lo hacen el equipo de lo impensado, por este marcado desequilibrio los partidos que juega el América han sido muy emocionantes.

Dos técnicos fraguados en sus instituciones que saben lo que representa este juego. Chivas en un discreto ascenso, América con marcados altibajos.

Viene jornada doble para el “Rebaño”, las Águilas ya jugaron su partido de la fecha 14, y si quieren mantener sus posibilidades de calificar los dos necesitan sumar hoy de a tres puntos.

Ambos están en zona de calificación. En el papel el juego luce parejo, por los argumentos futbolísticos y el entorno generado el partido es atractivo; ojalá que no defraude a los miles que acudirán al Omnilife y a los millones que lo verán por televisión. El árbitro será Érim Ramírez Ulloa, esperemos que no sea la “figura”.

Lo mejor que puede dejar el Clásico será la reiteración de que en México se puede ir en familia a los estadios, convivir en paz y disfrutar de la fiesta con quienes simpatizan con los otros colores.

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