Deportes
Jueves 12 de mayo, dia 39
Veleristas tapatíos intentan una expedición que pocos mexicanos han conseguido
El “Poli” durmió en una hamaca en la proa y se despertó cuando una panga pasó junto a nosotros y se desamarró la hamaca y cayó al suelo del barco; entonces se dio cuenta de dónde estábamos. Empezó a gritar: “¡Javier! ¡Javier! ¡Nos desamarramos, estamos a la deriva!”.
Estábamos a un pelito de encallar. “Poli” nos salvó gracias a que se cayó de la hamaca. Vaya que tenemos un ángel de la guarda que nos está cuidando durante el camino.
Ahora entiendo a Javier cuando nos dice que duerme arriba o que no se baja del barco. No cabe la duda de que todo puede pasar: estábamos súper seguros, una boya de fierro, bien amarrados, pensábamos que podíamos dormir tranquilos… pero no: siempre tienes que estar al pendiente de todo. En esta aventura no podemos descansar y pensar que nada pasará: siempre hay algo.
Buceamos toda la mañana y nos fuimos a comer al hotelito que estaba en la isla; el “Poli” se quitó los shorts y se fue en calzones a sacar erizos: dijo que así se bañaban los locales, jajaja, muy chistoso.
Ya nos vamos a dormir: son las 9:00 pm. Mañana nos vamos a Raiatea a conocer los plantíos de vainilla. Saludos a todos de parte de la tripulación del Sans Souci II.
Capitán “Patas”: te extrañamos.
“Perico”.
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