Deportes
Joseph Blatter, el dueño del balón
La vida y carrera deportiva de Joseph Blatter, que ayer anunció su dimisión como presidente de la FIFA
Fue jugador y entrenador de futbol en equipos aficionados suizos (1948 y 1971) y atleta de 100 metros lisos.
Fue miembro del Panathlon Club y alcanzó el grado de coronel en el ejército suizo.
Se licenció en Economía y Administración de Empresas por la Facultad de Leyes de la Universidad de Lausana.
Está en posesión, entre otras, de: la Orden Olímpica del COI (1994), la Orden “Good Hope” de Sudáfrica y la Cruz Federal del Mérito de la República Federal de Alemania (2006); es caballero de la Legión de Honor de Francia (2004). Además, en noviembre de 2006 recibió la insignia de oro y brillantes del Real Madrid, quien también le hizo socio de honor.
Inició su carrera profesional en 1959 como secretario de la Oficina de Turismo de su región natal. Más tarde, entre 1964 y 1966 fue secretario general de la Federación Suiza de Hockey sobre Hielo.
Periodista colegiado desde 1956, trabajó en el mundo de las relaciones públicas y desempeñó los puestos de jefe de Prensa de la Asociación Suiza del Deporte y del Comité para el Comité de elite (1966-68), relaciones públicas de Longines SA y director de Sports Timing (1968-75). Con el deporte a nivel olímpico comenzó a tener relación a raíz de los Juegos de Munich ‘72 y Montreal ‘76.
En el verano de 1975, poco después de la llegada a Joao Havelange a la presidencia de la FIFA, se integró en su estructura como director de los programas de Desarrollo Técnico, trabajando en proyectos del futbol sala, femenino, Sub ‘17 y Sub ‘20, y dos años después fue nombrado director técnico de la FIFA.
En 1981 accedió al puesto de secretario general de la FIFA, desde el que trabajó en la organización de los Mundiales de España ‘82, México ‘86, Italia ‘90, Estados Unidos ‘94, Francia ‘98 y Japón-Corea del Sur ‘02. Además, intervino en las negociaciones para la venta de los derechos de televisión. En 1990 sumó el puesto de director ejecutivo de la organización.
Entre los años 1991 y 1999 fue miembro de la Comisión para el Movimiento Olímpico del COI.
Secretario general de la FIFA, el 8 de junio de 1998, fue elegido presidente de la FIFA, votación en la que derrotó al sueco Lennart Johansson, presidente de la UEFA. Sucedió a Havelange.
Desde su llegada al puesto el 9 de julio, impuso una gestión del organismo como si de una empresa se tratara y trabajó para la consecución de un calendario único de competiciones en todos los continentes.
Su gestión se vio afectada en mayo de 2000 por la quiebra de la empresa ISL/ISMM, que tenía los derechos de televisión de los Mundiales del 2002 y 2006, así como por la suspensión del Mundial de Clubes, que debía celebrarse en España ese verano. Esta quiebra generó una deuda millonaria, de los que una parte fue asumida por la FIFA. En febrero de 2002 se destapó un escándalo sobre el proceso de su elección en 1998. Según denunció el presidente de la Federación somalí, Farah Addo, mediante sobornos económicos consiguieron el cambio de intenciones de la mayoría de los representantes africanos.
Otro de sus caballos de batalla desde su llegada a la presidencia de la FIFA fue su relación con el G-14, clubes que le demandan una compensación económica cuando sus jugadores se lesionan durante citas internacionales.
Desde la FIFA ha trabajado por erradicar el racismo y la violencia en los estadios de futbol, aunque en abril de 2006 dio marcha atrás en su postura de sancionar con pérdida de puntos a los equipos en cuyos estadios se produjeran actos racistas.
El 29 de mayo de 2015 fue reelegido presidente de la FIFA. Ayer renunció.
EFE
Sus victorias electorales
El suizo Joseph Blatter ganó por primera vez las elecciones presidenciales de la FIFA en 1998 y luego fue reelegido en cuatro ocasiones, la última el viernes de la pasada semana en Zúrich, pero su etapa terminó de manera inesperada con la dimisión de este martes.
Su quinto mandato tenía que durar hasta 2019 pero terminó apenas cuatro días después de haber empezado, con su renuncia en medio de la crisis de imagen de la organización. El miércoles de la pasada semana fueron detenidos siete directivos del futbol en Zúrich y el martes el diario The New York Times puso bajó el foco de la sospecha al número dos de Blatter, el francés Jérôme Valcke.
Ante la sorpresa general, Blatter terminó anunciado su renuncia en una conferencia de prensa convocada de urgencia en Zúrich, poniendo fin de manera abrupta y gris a una convulsa presidencia.
1998: El sucesor de Havelange
El suizo se convirtió en el octavo presidente de la FIFA en una votación en París, el 8 de junio de 1998. Fue respaldado por un gran nombre del futbol, el francés Michel Platini, que en 2007 se convirtió en presidente de la UEFA y que actualmente es uno de los principales opositores a ‘Sepp’ Blatter.
Blatter sucedió en el cargo al brasileño Joao Havelange (82 años), que no se volvió a presentar trase 24 años de presidencia.
2002: superando los primeros problemas
Acusado de un comportamiento autoritario, el presidente en ejercicio, de 66 años, superó las críticas por sus primeros años de mandato y fue reelegido triunfalmente el 29 de mayo en Seúl. Le bastó para ello una única vuelta de las elecciones (139 votos contra 56) para batir a su competidor, el camerunés Issa Hayatou, de 55 años y presidente de la Confederación Africana de Futbol. Tras lograr la victoria, Blatter lanzó un vibrante llamado a restaurar la unidad de la “familia del futbol” después de una campaña de “guerra sucia”.
2007: por aclamación
Esta vez la elección tuvo lugar el 31 de mayo de 2007 en Zúrich, después de que se hubiera cambiado la periodicidad para no coincidir con año de Mundial. Nadie se atrevió a poner en duda el poder del presidente, que fue reelegido sin necesidad de una votación, por aclamación, lo que le permitió iniciar un tercer mandato.
Una manera perfecta para el dirigente de 71 años de clausurar a lo grande las celebraciones por la inauguración solemne de la lujosa sede del organismo en la ciudad suiza.
2011: el escándalo Bin Hammam
La frase todavía se recuerda. “¿Crisis? ¿Qué crisis?”, dijo Blatter ante los periodistas en su elección el 1 de junio de 2011 en Zúrich. La instancia del futbol mundial está en aquel momento en medio de una gran tormenta por un proceso lleno de acusaciones de corrupción y con investigaciones internas en curso. Las sospechas de sobornos en el proceso de atribución del Mundial de Catar-2022, medio año antes, marcaron el tono.
2015: la gran crisis
Cuatro años después, la corrupción volvió a ser protagonista, pero esta vez llegando incluso a las vísperas del 65º Congreso: a dos días de las elecciones presidenciales, la detención de siete miembros de la FIFA en hoteles de lujo en Zúrich conmocionó a la familia del futbol.
La operación fue reclamada por las autoridades estadounidenses, que imputan a catorce personas por presuntos casos de corrupción. Entre los detenidos estaba Jeffrey Webb, uno de sus vicepresidentes y presidente de la Concacaf. La FIFA le suspendió después de la detención y la Concacaf le expulsó.
AFP
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