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John corta racha triunfal de Jim y sus 49ers
Los Ravens rompen racha de ocho triunfos consecutivos de los 49ers, al vencerlos 16-6 en duelo de hermanos Harbaugh
Esta vez el triunfo de los Ravens (8-3) tuvo doble valor porque les permitieron seguir al frente de la División Norte de la Conferencia Americana (AFC) y además dejó al hermano mayor de los Harbaugh, John, como ganador del duelo al menor, Jim, que debutó este año en la NFL como entrenador en jefe de los 49ers.
John, de 49 años, y Jim, de 47, crecieron siendo siempre rivales en todo tipo de deportes, para luego competir en el nivel nacional y el triunfo fue muy especial y emocional para el hermano mayor de los Harbaugh.
Durante el final minuto del partido, John fue bañado con el contenido del recipiente en el que estaba la bebida refrescante que utilizan los jugadores, que celebraron la victoria antes que los dos hermanos se abrazasen en la mitad del campo.
La defensa de los Ravens fue decisiva al presionar todo el tiempo sobre el mariscal de campo Alex Smith, de los 49ers, a pesar que no tuvieron con ellos al linebacker estelar Ray Lewis, líder en bloqueos y gran motivador del equipo, que se perdió el segundo partido consecutivo con una lesión en el pie.
El linebacker Terrell Suggs protagonizó tres derribos para los Ravens, que tuvieron nueve para empatar la mejor marca en la historia del equipo, que anteriormente habían establecido por dos veces.
El mariscal de campo Joe Flacco completó 15 pases de 23 para 161 yardas, mando un envío de anotación, no le interceptaron ningún balón y tuvo 100,1 de índice pasador.
Flacco hizo un pase de anotación de ocho yardas al receptor abierto Dennis Pitta y el pateador Billy Cundiff consiguió tres goles de campo.
Los Ravens rompieron el empate a 6-6 con un avance de 76 yardas y 17 jugadas que duraron siete minutos para concluir con el touchdown de Pitta.
El partido fue dominado por ambas defensas y el corredor Ray Rice avanzó 59 yardas en 21 acarreados.
Smith completó 15 de 24 pases para 140 yardas, no mando ningún envío de anotación, y le interceptaron un balón, sin que nunca pudiese entrar en ritmo contra una defensa agresiva que casi nunca le permitió salir del paquete de jugadores.
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