Deportes
Irlanda se mete en octavos al vencer a Italia
Clasificó a octavos como tercero del grupo E de la Eurocopa 2016
LILLE, FRANCIA (22/JUN/2016).- Con un cabezazo salvador de Robbie Brady (85),
Irlanda se clasificó a octavos de final como tercero del grupo E de la
Eurocopa 2016 este miércoles en Lille, al vencer 1-0 al 'muleto' de Italia, que se guardó a ocho titulares a la espera del cruce de la muerte con España en segunda ronda.
Los irlandeses, que ya estaban haciendo las valijas para volver a casa, ahora tendrán el desafío enorme de enfrentar al anfitrión Francia, el próximo domingo en Lyon.
El conjunto de Michel O'Neil aprovechó que Italia tenía la cabeza ya en otro lado, puesto que tenía asegurado el primer puesto, y jugaba con ocho relevos para no arriesgar titulares de cara a su choque por un lugar en cuartos de final ante España.
El equipo de Antonio Conte de todos modos ganó la llave con seis puntos, fruto de los triunfos ante Bélgica (2-0), Suecia (1-0), equipos que se enfrentaron este miércoles en Niza con victoria para los belgas por 1-0.
Bélgica también sumó seis unidades, pero al haber perdido con los italianos se mantuvo en el segundo puesto, en tanto que los irlandeses se ubicaron terceros con cuatro puntos y se metieron como uno de los mejores cuatro terceros de las seis llaves, echando de Francia-2016 a Turquía que estaba ocupando esa plaza hasta cinco minutos antes del final del partido de Lille.
Suecia cerró con un punto, en una triste despedida de Zlatan Ibrahimovic de la arena internacional.
Conte dejó ocho titulares descansando
El astuto Conte apenas puso a los defensores titulares Andrea Barzagli y Leonardo Bonucci y al volante Alessandro Florenzi, usando la rotación para conservarles piernas frescas a sus muchachos titulares para el duelo del lunes en el Stade de France por un lugar en cuartos de final.
El desafío en Lille era mantener el invicto para llegar con la moral por las nubes a París para plasmar la venganza de Kiev. Los irlandeses leyeron el mensaje y lo terminaron aprovechando, con otro 1-0 para la historia contra los Azurri, como en el Mundial de Estados Unidos 1994.
Irlanda estaba obligada a buscar una victoria que la deje con vida en el torneo y por eso llevó la iniciativa del partido en un primer tiempo en que apenas pudo inquietar un par de veces al reemplazante de Buffon, el seguro Savatore Sirigu.
Un misil de Jeff Hendrick (9) apenas desviado, un cabezazo de Daryl Murphy (21) manoteado al córner y otro testazo de Shane Duffy (32) fueron las únicas situaciones de aproximación de los irlandeses, que apenas se inquietaron en 45 minutos con un derechazo de Ciro Immobile (42).
En el segundo captítulo la historia se repitió, con los irlandeses sin saber qué hacer con la pelota ante una defensa azzurra siempre bien parada que casi no dejaba huecos a los irlandeses, obligados prácticamente a intentar el manotazo de ahogado con algún centro largo o un disparo de media distancia por medio de James McClean (70).
Con su fórmula de casi toda la vida, Italia terminó estando cerca de la victoria, primero con una volea de Simone Zaza (53) y un bombazo desde el frontal del ingresado Insigne (77), hasta que Brady, tras centro de colgado por Wes Hollahan, desató la fiesta verde. Hoy en Dublín no se duerme, ni tampoco en Lille.
Los irlandeses, que ya estaban haciendo las valijas para volver a casa, ahora tendrán el desafío enorme de enfrentar al anfitrión Francia, el próximo domingo en Lyon.
El conjunto de Michel O'Neil aprovechó que Italia tenía la cabeza ya en otro lado, puesto que tenía asegurado el primer puesto, y jugaba con ocho relevos para no arriesgar titulares de cara a su choque por un lugar en cuartos de final ante España.
El equipo de Antonio Conte de todos modos ganó la llave con seis puntos, fruto de los triunfos ante Bélgica (2-0), Suecia (1-0), equipos que se enfrentaron este miércoles en Niza con victoria para los belgas por 1-0.
Bélgica también sumó seis unidades, pero al haber perdido con los italianos se mantuvo en el segundo puesto, en tanto que los irlandeses se ubicaron terceros con cuatro puntos y se metieron como uno de los mejores cuatro terceros de las seis llaves, echando de Francia-2016 a Turquía que estaba ocupando esa plaza hasta cinco minutos antes del final del partido de Lille.
Suecia cerró con un punto, en una triste despedida de Zlatan Ibrahimovic de la arena internacional.
Conte dejó ocho titulares descansando
El astuto Conte apenas puso a los defensores titulares Andrea Barzagli y Leonardo Bonucci y al volante Alessandro Florenzi, usando la rotación para conservarles piernas frescas a sus muchachos titulares para el duelo del lunes en el Stade de France por un lugar en cuartos de final.
El desafío en Lille era mantener el invicto para llegar con la moral por las nubes a París para plasmar la venganza de Kiev. Los irlandeses leyeron el mensaje y lo terminaron aprovechando, con otro 1-0 para la historia contra los Azurri, como en el Mundial de Estados Unidos 1994.
Irlanda estaba obligada a buscar una victoria que la deje con vida en el torneo y por eso llevó la iniciativa del partido en un primer tiempo en que apenas pudo inquietar un par de veces al reemplazante de Buffon, el seguro Savatore Sirigu.
Un misil de Jeff Hendrick (9) apenas desviado, un cabezazo de Daryl Murphy (21) manoteado al córner y otro testazo de Shane Duffy (32) fueron las únicas situaciones de aproximación de los irlandeses, que apenas se inquietaron en 45 minutos con un derechazo de Ciro Immobile (42).
En el segundo captítulo la historia se repitió, con los irlandeses sin saber qué hacer con la pelota ante una defensa azzurra siempre bien parada que casi no dejaba huecos a los irlandeses, obligados prácticamente a intentar el manotazo de ahogado con algún centro largo o un disparo de media distancia por medio de James McClean (70).
Con su fórmula de casi toda la vida, Italia terminó estando cerca de la victoria, primero con una volea de Simone Zaza (53) y un bombazo desde el frontal del ingresado Insigne (77), hasta que Brady, tras centro de colgado por Wes Hollahan, desató la fiesta verde. Hoy en Dublín no se duerme, ni tampoco en Lille.
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