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Indigna a Blanco reproche de afición fresera

El ahora refuerzo de Dorados niega ser un ratero y revela que el Irapuato le debe casi un año de salario, más primas e intereses

CIUDAD DE MÉXICO (13/FEB/2012).- Indignado, aturdido, sorprendido, Cuauhtémoc Blanco aún escucha los gritos provenientes de la tribuna del Sergio León Chávez, donde hace unos meses era ídolo y señor.

“¡Ra-te-ro, ra-te-ro!”, expresaron los fanáticos, el sábado, cuando el ahora refuerzo de Dorados de Sinaloa visitó La Fresópolis, donde cayeron 1-0, en choque de la Liga de Ascenso.

¿La razón? Un día antes, la directiva del Irapuato manejó ante los medios locales que no existía ningún adeudo, y la afición se lo reprochó al Temo.

“Tendré muchas cosas que me puedan criticar, menos la de ratero, como gritaban algunos aficionados en el estadio”, estalla el futbolista, quien en exclusiva atiende, vía telefónica, para revelar que el Irapuato le debe casi un año de salarios, más primas e intereses, suficiente para desactivar la franquicia fresera y dejarla sin futbol.

“Es muy importante que sepa la afición de Irapuato, que este torneo, el equipo está jugando, en cierta forma, por permitirles de mi parte diferir la deuda una semana más, ya que si hubiese dado mi negativa, no habrían podido participar en la Liga”, asegura “El Temo”, molesto por el manejo que le ha dado la directiva al asunto.

Tal alcance tomó la situación que, según Cuauhtémoc, el dueño del club, José de Jesús Martínez, le ofreció a Blanco la franquicia a manera de aval, e incluso, algunas cartas de los jugadores. Sin embargo, la Femexfut no lo permitió, debido a que Blanco no podía ser futbolista en un club y dueño en otro al mismo tiempo.

“Es triste que se manipulen las cosas de esta forma y que a la gente le hagan creer que soy un ratero. Le pido a la afición que verifique lo que les estoy diciendo con la Federación Mexicana de Futbol y saque sus propias conclusiones”, añade el ídolo.

“Exijo un ‘ya basta’ a la directiva de Irapuato, que camina impunemente en un torneo que no debería estar jugando, y que dejen de engañar a los aficionados”, responde.

Tras reconocer la victoria de sus excompañeros y de la afición fresera, enseguida Cuauhtémoc Blanco denuncia a la dirigencia, al aclarar los hechos a partir de los adeudos del club guanajuatense.

“Desde marzo de 2011, esto es antes de coronarnos campeones con el Irapuato, no he recibido ni un centavo de sueldo por parte de la directiva del club, teniendo que aguantar falsas promesas del arquitecto y propietario del equipo, José de Jesús Martínez, mes con mes”.

Añade furioso: “Incluso, en varias ocasiones, después de estar en la Comisión de Controversias de la Femexfut, cedí en alargar los plazos para ser pagado y me volvieron a engañar constantemente”.

Señala el jugador que “la última ocasión fue el pasado enero, unas horas antes del cierre de registros, porque el Irapuato no podía, con base en el reglamento, participar en este torneo por las deudas”.

Denuncia que el propio arquitecto Martínez “me solicitó, de favor, una extensión para el pago por una semana, comprometiéndose a cubrir una cantidad y entregar una carta de crédito bancario como respaldo; yo acepté y, aunque no lo crean, esto fue por no afectar a la afición de Irapuato y a mis ex compañeros”.

Interesado en no afectar a sus compañeros y a la afición de Irapuato, Blanco dio marcha atrás.
“Decidí entonces permitir que el equipo jugara esta temporada. Sin embargo, me volvieron a engañar a mí y a la Femexfut, ya que no cumplieron ningún acuerdo”.

Cuauhtémoc Blanco rompió el silencio respecto del asunto, convencido de que el proceder de la directiva fresera es inadecuado, pues lejos de agradecerle al futbolista, lo ha puesto como mentiroso y ahora niega los adeudos que mantiene, no sólo con el propio “Temo”, sino también con otros de sus compañeros, incluidos los proveedores.

“Felicito a los jugadores, por su triunfo, y también a la afición... pero a la que no puedo felicitar es a la directiva, por el manejo que ha dado un día antes del encuentro”, reprocha, contrariado, aturdido.

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