Deportes
Inaugura China Universiada bajo estrictas medidas de seguridad
Desde hoy hasta el 23 de agosto se celebra la cita deportiva de los estudiantes
El presidente chino, Hu Jintao, inauguró el evento deportivo de diez días desde un palco en el que estuvo acompañado por jefes de Estado y Gobierno de países como Mozambique, Sri Lanka, Fiji, Etiopía, Rumanía y Bolivia (el presidente Evo Morales).
La ceremonia recordó en color y espectáculo a las que China ha acostumbrado a celebrar en los últimos años para inaugurar grandes eventos como los JJOO de Pekín 2008 o la Expo Universal de Shanghái 2010, aunque fue algo más corta en duración.
Además, en ella, cosa rara en el país que inventó la pólvora, no se utilizaron fuegos artificiales, ya que los organizadores prometieron unos juegos "ecológicos" sin el humo que causan estos artificios.
Alrededor de 12 mil atletas de 180 países participarán en los 24 deportes de la Universiada, donde la anfitriona china, segunda en el medallero de la anterior edición (Belgrado 2009), aspira esta vez al primer lugar con una nutrida delegación de 505 jóvenes atletas.
Rusia, Japón, Francia y Reino Unido, que también mandan equipos grandes en número, serán los rivales a batir por los anfitriones.
Debido al carácter universitario y "amateur" del evento, no hay grandes nombres entre los deportistas participantes, si bien se barajó la posibilidad de que la famosa corredora sudafricana Caster Semenya estuviera en Shenzhen.
Sin embargo, a última hora declinó asistir, debido a una lesión según informaron sus entrenadores.
Se trata de la segunda Universiada de Verano que acoge China, tras la de Beijing en 2001 (también ha sido sede de una invernal en Harbin 2009).
Además, es el segundo gran evento deportivo internacional que en menos de un año se celebra en la provincia meridional china de Cantón, una de las más desarrolladas del país, después de los Juegos Asiáticos de Cantón 2010, en la capital provincial.
Los organizadores confían en tener una audiencia televisiva superior a los dos mil millones de televidentes, si bien cuentan para ello con la ventaja de la enorme población nacional de China, donde el evento será emitido las 24 horas por el canal deportivo CCTV5.
Shenzhen, con 3.5 millones de habitantes, una de las ciudades más prósperas de China y centro tecnológico del país asiático -allí se fabrican muchos de los componentes para ordenadores y móviles vendidos en todo el mundo- aspira también con el evento a darse más a conocer a nivel internacional, merced a la presencia de tres mil periodistas de todo el mundo para cubrir la competición.
La ciudad ha dedicado grandes esfuerzos para organizar la Universiada, con millonarias inversiones como la del estadio de 60 mil asientos expresamente construido para ella, con una original forma de flor y que ha costado 640 millones de dólares.
También se ha llevado a cabo una ampliación de las zonas verdes de la ciudad, plantando millones de nuevos árboles, y se han tomado medidas para que durante los días del evento -que se clausura el 23 de agosto- no circulen 400 mil de los dos millones de vehículos del parque automovilístico local.
Los preparativos para la Universiada, como suele pasar en estos casos, no han estado exentos de polémica: la prensa local ha denunciado que con motivo de los Juegos Universitarios se ha expulsado a 80 mil personas -en su mayoría inmigrantes- de la ciudad, y se han establecido medidas de seguridad especiales para prevenir cualquier conato de protesta social o política.
También ha causado controversia la decisión de pedir a los vecinos que residen cerca del estadio que abandonen sus casas durante la inauguración, por motivos de seguridad, pero que durante su ausencia dejen las luces encendidas para dar una imagen brillante del lugar.
Una llamativa medida que también se puso en práctica en los Juegos Asiáticos del pasado año en la cercana Cantón.
Asimismo, se ha considerado algo exagerado el enorme aparato de seguridad en torno a la Universiada, que hoy ha desplegado 20 mil fuerzas paramilitares en la ciudad y ha detenido durante horas la actividad de su aeropuerto.
Al mismo tiempo, se suspendió la circulación en algunas carreteras, y bancos y algunas instituciones públicas cerraron durante los cuatro días previos a la inauguración.
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