Deportes
Hugo Sánchez, la inspiración de Raúl Jiménez
''Cuando yo sea grande, voy a ser tan buen jugador como Hugo Sánchez'', dijo alguna vez Raúl Jiménez a su padre
CIUDAD DE MÉXICO (04/JUN/2012).- La anécdota no comienza en México, ni en la calle, ni en el parque.
La anécdota comienza a kilómetros de distancia, allá en España, en el Santiago Bernabéu, en el museo del Real Madrid.
Raúl Jiménez papá y Raúl Jiménez hijo pasaban frente a la foto de Hugo Sánchez y en ese momento salió la frase del corazón del vástago: “Sabes papito, cuando yo sea grande, voy a ser tan buen jugador como Hugo Sánchez”.
El progenitor se rió, acarició la cabeza del muchacho y le contestó: “Serás lo que tú quieras ser”.
Quince años después, Jiménez papá recuerda las palabras de su hijo y sabe, que con la distancia guardada, “mi hijo va labrando su camino”.
El joven delantero del América fue una de las revelaciones del Torneo Esperanzas de Toulon, del que México fue campeón.
Y pensar que acabó en las Águilas, por un problema de distancia, únicamente porque Coapa quedaba más cerca que La Noria.
Raúl Jiménez papá, nacido en Hidalgo, veía que su hijo pintaba “y lo metimos a la escuela del Cruz Azul. Ahí comenzó a llamar la atención, a anotar goles y demás. Nuestra afición era cementera, no lo negamos, le íbamos al Cruz Azul”.
Mas el destino hace jugarretas y éstas le señalaron otro camino al delantero. “Me tuve que venir a México junto con mi familia. La idea era que Raúl siguiera en el futbol, pero en Cruz Azul, mas cuando vimos que nos quedaba muy lejos La Noria... Je, je, je, pues lo metimos a la escuela del América. Coapa queda más cerca de la casa, y se dio”.
Un golpe del destino, como el golpe que tiene al joven atacante, cerca de los Juegos Olímpicos.
Ahora viene lo más complicado, viene el cuidarse, el no dejarse volar para no perder un gran escaparate como podrían ser los Olímpicos de Londres 2012.
“Raúl es un chico bueno, a veces muy callado, pero siempre se ha dejado guiar hacia lo bueno. Se lo hemos dicho, no ha ganado nada, aunque haya debutado en Primera división, aunque juegue en el América, sigue siendo el chico que corría en la casa y que corría en la calle, detrás de un balón, así lo vemos toda la familia y lo sabremos guiar”, dice el padre, quien asegura, que el pequeño Raúl sigue siendo el mismo chico que en España, en el Santiago Bernabéu, frente a la foto de Hugo Sánchez y la “Quinta del Buitre” dijo: “Sabes papito, cuando yo sea grande, voy a ser tan buen jugador como Hugo Sánchez Márquez”.
Y quién sabe, podría pasar.
La anécdota comienza a kilómetros de distancia, allá en España, en el Santiago Bernabéu, en el museo del Real Madrid.
Raúl Jiménez papá y Raúl Jiménez hijo pasaban frente a la foto de Hugo Sánchez y en ese momento salió la frase del corazón del vástago: “Sabes papito, cuando yo sea grande, voy a ser tan buen jugador como Hugo Sánchez”.
El progenitor se rió, acarició la cabeza del muchacho y le contestó: “Serás lo que tú quieras ser”.
Quince años después, Jiménez papá recuerda las palabras de su hijo y sabe, que con la distancia guardada, “mi hijo va labrando su camino”.
El joven delantero del América fue una de las revelaciones del Torneo Esperanzas de Toulon, del que México fue campeón.
Y pensar que acabó en las Águilas, por un problema de distancia, únicamente porque Coapa quedaba más cerca que La Noria.
Raúl Jiménez papá, nacido en Hidalgo, veía que su hijo pintaba “y lo metimos a la escuela del Cruz Azul. Ahí comenzó a llamar la atención, a anotar goles y demás. Nuestra afición era cementera, no lo negamos, le íbamos al Cruz Azul”.
Mas el destino hace jugarretas y éstas le señalaron otro camino al delantero. “Me tuve que venir a México junto con mi familia. La idea era que Raúl siguiera en el futbol, pero en Cruz Azul, mas cuando vimos que nos quedaba muy lejos La Noria... Je, je, je, pues lo metimos a la escuela del América. Coapa queda más cerca de la casa, y se dio”.
Un golpe del destino, como el golpe que tiene al joven atacante, cerca de los Juegos Olímpicos.
Ahora viene lo más complicado, viene el cuidarse, el no dejarse volar para no perder un gran escaparate como podrían ser los Olímpicos de Londres 2012.
“Raúl es un chico bueno, a veces muy callado, pero siempre se ha dejado guiar hacia lo bueno. Se lo hemos dicho, no ha ganado nada, aunque haya debutado en Primera división, aunque juegue en el América, sigue siendo el chico que corría en la casa y que corría en la calle, detrás de un balón, así lo vemos toda la familia y lo sabremos guiar”, dice el padre, quien asegura, que el pequeño Raúl sigue siendo el mismo chico que en España, en el Santiago Bernabéu, frente a la foto de Hugo Sánchez y la “Quinta del Buitre” dijo: “Sabes papito, cuando yo sea grande, voy a ser tan buen jugador como Hugo Sánchez Márquez”.
Y quién sabe, podría pasar.
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