Deportes
Hora de cambiar en FIFA
La FIFA elige hoy a su nuevo presidente tras años de escándalos de corrupción y funcionarios en la cárcel; con ello pretende dejar atrás su etapa más oscura
A medida que delegados de 209 naciones convergen en la ciudad suiza a elegir nuevo presidente y abordar una reforma apremiante, la presencia de tres ex altos funcionarios de FIFA en las cárceles de la ciudad les recuerda la gravedad de su situación desde que los fiscales estadounidenses empezaron a interesarse por las denuncias de corrupción que aquejan a la FIFA desde hace años.
El ex presidente de la federación venezolana Rafael Esquivel; el ex empleado de FIFA, el nicaragüense Julio Rocha, y el británico Costas Takkas, ex asesor del presidente de la Concacaf, están en la cárcel aguardando las decisiones sobre su extradición a Estados Unidos.
Por pedido de la justicia estadounidense, la Policía suiza allanó hoteles de lujo en Zurich durante las dos reuniones previas de la FIFA el año pasado y arrestó a nueve personas.
La corte más alta suiza debe emitir su fallo sobre Esquivel próximamente, y a menos que desestime una sentencia de tribunal inferior, el directivo venezolano se sumará a otros cinco latinoamericanos ya extraditados a Estados Unidos. En tanto, el uruguayo Eugenio Figueredo fue enviado a su país para ser juzgado. Las autoridades estadounidenses acusan a Esquivel de cobrar millones de dólares en sobornos en relación con la venta de derechos de mercadeo de varias Copas América.
Qatar 2022, el rompecabezas
La atribución del Mundial 2022 a Qatar y las posteriores acusaciones de corrupción constituyen uno de los asuntos más importantes que tendrá que afrontar el nuevo presidente de la FIFA.
El 2 de diciembre de 2010, Joseph Blatter anunció que el riquísimo emirato sería el encargado de organizar el torneo en 2022. Posteriormente esta decisión fue uno de los factores que desencadenó la grave crisis que sacude a la institución que dirige el futbol mundial. En un primer momento fue la prensa británica la que denunció la “corrupción” que propició la victoria de Qatar. Pero fue el empuje de Estados Unidos, que finalizó la votación justo por detrás del pequeño país de 2.2 millones de habitantes, lo que provocó que la FIFA cayera en la peor crisis de su historia.
El presidente del gigante norteamericano, Barack Obama, no dudó en levantarse inmediatamente ante lo que consideró “una mala decisión”.
Pero fue el 27 de mayo de 2015 cuando la justicia estadounidense dio el gran golpe. Aquella madrugada en el hotel Baur au Lac, donde se hospedaban los altos cargos de la FIFA antes de la reelección de Blatter para su quinto mandato, la Policía suiza ayudada por el FBI detuvo a siete de estos dirigentes.
Desde su elección, el Mundial de Qatar 2022 ha contaminado continuamente el funcionamiento de la FIFA.
La Cámara de Instrucción del comité de ética de la instancia mundial, dirigida por el antiguo fiscal estadounidense Michael Garcia, se encargó desde agosto de 2012 de investigar la malversación de fondos.
La “gran” elección
Hay cinco candidatos a la presidencia de la FIFA, pero dos claros favoritos, el jeque Salman y el italo-suizo Gianni Infantino. Los otros, en principio sin opciones reales, son el príncipe jordano Alí, el sudafricano Tokyo Sexwale y el francés Jérôme Champagne.
Para ser elegido el nuevo presidente de la FIFA en la primera ronda, el candidato debe reunir dos tercios de los sufragios de los miembros presentes con derecho a voto (209 países en total). En la segunda vuelta y las posibles siguientes bastará con una mayoría simple (50% + 1).
Los candidatos vivieron un jueves cargado con visitas a los representantes de las federaciones nacionales, en un último intento de seducción antes de una votación que se presenta reñida, con Gianni Infantino y el jeque Salman como grandes favoritos.
Las visitas de los candidatos a los hoteles de las distintas confederaciones se vio acompañada por “flashes” de fotógrafos y movimientos rápidos de reporteros intentando arrancar palabras a los protagonistas.
ENCUESTA ENTRE VOTANTES
Salman, a la cabeza
El apoyo de la mayoría de naciones de África y Asia, además del respaldo de uno de los principales hombres de poder del deporte deberían bastar para poner al Jeque Salman al mando del futbol, cuando la FIFA elija a su anhelado presidente del cambio, con la misión de dejar atrás décadas marcadas por los escándalos de corrupción.
Funcionarios de la FIFA, delegados y observadores dijeron a The Associated Press (AP) que las encuestas entre votantes y confederaciones indicaban que Salman era el candidato que reunía el mayor apoyo, y podría lograr la mayoría en la primera votación.
Los observadores y delegados que dieron la información acerca de que Salman se perfila para obtener el mayor número de votos hablaron con la AP a condición de permanecer en el anonimato. Los dirigentes no quisieron que se revelara su nombre para no disgustar a los participantes en una votación secreta, pero dijeron que Salman había recibido promesas sólidas de apoyo de entre poco menos de 100 y hasta 117 federaciones.
SABER MÁS
Decio de María vaticina una elección reñida
El presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Decio De María, vaticinó que habrá una elección reñida hoy por la presidencia de la FIFA y cree que la misma se decidirá en una segunda ronda de votación, sin decantarse por un favorito. “Por la aritmética del tema, creo que se irá a una segunda ronda”, estimó De María al ser preguntado por sus previsiones, considerando que la cuestión del ganador no está clara.
POSTURAS DE LOS FAVORITOS
Donde los dos favoritos mantuvieron un duelo a distancia fue en uno de los puntos que les enfrenta, la cuestión del dinero que costaría cumplir las promesas electorales. El equipo de Salman cree que lo prometido por Infantino pondría en riesgo el futuro económico de la institución, algo que desde el campo del italo-suizo se niega.
Salman bin Hamad
"Antes de una elección hay promesas, pero es necesario que las promesas sean realistas. Hay que prometer únicamente lo que se puede cumplir y no hipotecar el futuro de la FIFA."
Gianni Infantino
"No soy un político, soy una persona del futbol. Si propongo algo es porque sé que es posible. En la UEFA hemos multiplicado las ganancias en plena crisis financiera. ¿Cómo es posible eso? Gracias al futbol."
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