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Guardan silencio en memoria de Adenhart

Las Grandes Ligas vivieron una jornada de tristeza y desolación tras la muerte del lanzador novato Nick Adenhart

Guardan silencio en memoria de Adenhart
FALLECE EL LANZADOR NICK ADENHART

HOUSTON, TEXAS.-
Toda la familia del deporte del béisbol de las Grandes Ligas vivió una jornada de tristeza y desolación tras conocerse la muerte en accidente de tráfico del lanzador novato de los Serafines de los Ángeles, Nick Adenhart, de 22 años.

Aunque se disputaron 10 de los 11 partidos programados para la jornada del jueves, se suspendió el que iban a jugar su equipo de los Serafines contra los Atléticos de Oakland, en todos ellos se guardó un minuto de silencio en memoria de Adenhart y las otras dos personas que viajaban en el mismo vehículo y también fallecieron.

Los Mellizos de Minnesota tuvieron un minuto de silencio antes de su partido ante los Marineros de Seattle e igual hicieron los Vigilantes de Texas ante los Indios de Cleveland, al ser los dos primeros partidos de la jornada que se comenzaron a disputar.

Para entonces, el comisionado del béisbol, Bud Selig, ya había hablado con el hispano Arte Moreno, dueño de los Angelinos, y ambos acordaron el aplazamientos del partido contra los Atléticos.

"La liga atraviesa por un momento de luto tras la tragedia que ha quitado la vida del lanzador de los Serafines, Nick Adenhart, además de otras dos personas", expresó Selig a través de un comunicado de prensa.

Selig en su comunicado destaco que Nick apenas tenía 22 años, con una hermosa vida y carrera por delante.

"De parte de las Grandes Ligas, extiendo mi más sincero pésame a las familias y amigos de las tres víctimas y a toda la organización de los Serafines", subrayó Selig.

Más emotivo y sorprendente fue ver como el poderoso, duro y temido agente libre, Scott Boras, que llevaba la representación de Adenhart, comenzó a llorar como un niño ante los periodistas cuando se presentó en Anaheim para estar al lado de los compañeros del pelotero fallecido.

"Hable la pasada noche con él cuando concluyó el partido ante los Atléticos y era una persona feliz y llena de vida y optimismo por lo bien que le habían salido las cosas", declaró Boras. "Es muy duro de asumir su muerte, era un joven adorable, un deportista excepcional y una gran persona".

Jugadores y dirigentes de las Grandes Ligas recordaron a Adenhart, con ceremonias que incluyeron minutos de silencio en su memoria antes de los diferentes partidos.

"Uno está aquí hoy, pero puede irse mañana, nunca se sabe", comentó el piloto de los Vigilantes, Ron Washington. "Por eso hay que disfrutar con honestidad cada día. Esto es muy triste".

Adenhart había debutado en la temporada unas horas antes, en el partido que perdieron los Angelinos, pero él se había ido sin decisión en seis entradas en las que no permitió anotación, a pesar de ser sólo su cuarta salido como abridor.

"Un joven cumple su sueño de llegar a las Grandes Ligas, lanza seis entradas de blanqueada, conduce su automóvil a casa y muere", expresó Joe Girardi, piloto de los Yanquis de Nueva York.

Girardi dijo que todos los corazones del deporte del béisbol estaban con Nick y su familia para que sienta el confort del respeto y cariño que generaba su persona.

"Esto nos hace reflexionar sobre cuán preciosa es la vida. Uno tiene que ser feliz de despertarse cada día", destacó Girardi. "Antes que cualquier profesión está la vida y hacer el bien en cada momento".

El piloto Dave Trembley, de los Orioles de Baltimore, que jugaron contra los Yanquis y perdieron por 11-2, dijo que había visto el partido entre los Atléticos y los Angelinos por la televisión.

"Esto pone realmente las cosas en otra perspectiva", explicó Trembley. "En primer lugar, no hay que dar nada por sentado, y en segundo, hay que apreciar en cada momento lo que uno tiene".

Mientras que el líder del sindicato de peloteros, Donald Fehr, declaró que la asociación se encontraba "impactada y entristecida" por el deceso.

"Lo primero en lo que piensa uno es en sus padres, en su familia, que tanto sacrificio y apoyo le habían dado para que fuese modelo en su formación", subrayó Eric Wedge, manejador de los Indios.

Los Rojos de Cincinnati mostraron la foto de Adenhart en la pantalla de vídeo, junto a la pizarra de su estadio, y pidieron a los aficionados ponerse de pie y quitarse las gorras para guardar un minuto de silencio, antes de la pausa del séptimo episodio del partido contra los Mets de Nueva York.

Mientras que en San Francisco, que fue el último partido de la jornada que se disputó, los jugadores de los Gigantes y de los Cerveceros de Milwaukee, que también guardaron un minuto de silencio, les tocó vivir también unos momentos dramáticos después que otro lanzador novato, Joe Martínez, fue golpeado en la cabeza.

Antes que concluyese el partido se vivió el momento más tenso y dramático cuando el jardinero central de los Cerveceros, Mike Cameron, conectó una línea potente y la pelota impactó en el lado derecho de la cabeza de Martínez.

A pesar de la potencia del impactó, Martínez, que había conseguido su primer triunfo el pasado martes, se dobló sobre sus rodilla para ser atendido de inmediato por los cuidadores de ambos equipos y al final pudo salir por su propio pie del campo para ser ingresado en un hospital local, donde le harían exámenes.

Un portavoz de los Gigantes confirmó a EFE, que el lanzador permanecería toda la noche en observación para ver como evolucionaba, aunque en ningún momento perdió el conocimiento.

Sin embargo, sangró abundante por la nariz, sufrió un corte en la cara y el ojo derecho se le inflamó antes que abandonase el campo con destino al centro hospitalario.

"Sangraba bastante", comentó Bruce Bochy, piloto de los Gigantes. "Esa pelota era de humo. No tuvo ninguna oportunidad y lo más triste es que se dio cuando sólo faltaba un 'out' para concluir el partido, lo que te hace sentir mucho peor".

Cameron, al que se le acreditó un doble, estaba consternado. Se hincó en la segunda almohadilla con la cabeza entre las manos, mientras el lanzador recibía atención médica, y permaneció de rodillas incluso después de que Martínez abandonó el campo.

Los jugadores de los Gigantes, en un gesto admirable, salieron de la caseta a consolar al veterano de los Cerveceros, que cuando jugó con los Mets de Nueva York también sufrió un choque fortuito con su ex compañero, el boricua Carlos Beltrán, que le generó varias fracturas y no poder jugar más la temporada del 2005.
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