Deportes
Guadalajara, confundido por el cambio de timonel
A Chivas le afecto el cambio de entrenador a media semana ordenado por su directiva
ZAPOPAN, JALISCO (06/ENE/2013).- Cuando parecía que de nueva cuenta el Diablo con muy poco se llevaba todo el botín del Omnilife, apareció Miguel Sabah y con su letal aliento de gol le otorgó a las Chivas un punto que parecía hundido en el infierno.
Más allá de que ni rojiblancos ni rojos merecían el triunfo de acuerdo a lo chato que fueron ambos al ataque, el Guadalajara demostró la confusión que causó el cambio de timón a media semana ordenado por su directiva.
Y es que las Chivas no fueron lo dinámicas que eran con John Van´t Schip, pero tampoco lo inocentes en defensa que lograban ser durante la gestión del holandés.
En la zaga no se pudo corroborar si de verdad el "Cherokee" Pérez será una solución a la falta de llegada por las bandas, pues el refuerzo rojiblanco se la pasó persiguiendo primero a Carlos Esquivel, y después, sin mucho éxito, a Édgar Benítez.
En el medio campo, de momento, no funcionó la dupla en el centro de Marco Fabián y Luis Pérez, pues ambos se quedaron en la intentona de ser los armadores del equipo, hasta que llegó el momento donde de plano se estorbaban, por lo que Lucho tuvo que dejar el campo.
Quizá lo más preocupante para Galindo sea que sus volantes abiertos, Jesús Sánchez por derecha, y Ávalos primero y Morales después, no son, de momento, garantía de que surtirán de balones a Sabah, un delantero que requiere de pelotas en el área. Lo que sí le queda a Benjamín son muchas, pero muchas horas de trabajo con un equipo que se acostumbraba, pese a todo, al estilo Van´t Schip.
EL INFORMADOR / MARIO VALDEZ
Más allá de que ni rojiblancos ni rojos merecían el triunfo de acuerdo a lo chato que fueron ambos al ataque, el Guadalajara demostró la confusión que causó el cambio de timón a media semana ordenado por su directiva.
Y es que las Chivas no fueron lo dinámicas que eran con John Van´t Schip, pero tampoco lo inocentes en defensa que lograban ser durante la gestión del holandés.
En la zaga no se pudo corroborar si de verdad el "Cherokee" Pérez será una solución a la falta de llegada por las bandas, pues el refuerzo rojiblanco se la pasó persiguiendo primero a Carlos Esquivel, y después, sin mucho éxito, a Édgar Benítez.
En el medio campo, de momento, no funcionó la dupla en el centro de Marco Fabián y Luis Pérez, pues ambos se quedaron en la intentona de ser los armadores del equipo, hasta que llegó el momento donde de plano se estorbaban, por lo que Lucho tuvo que dejar el campo.
Quizá lo más preocupante para Galindo sea que sus volantes abiertos, Jesús Sánchez por derecha, y Ávalos primero y Morales después, no son, de momento, garantía de que surtirán de balones a Sabah, un delantero que requiere de pelotas en el área. Lo que sí le queda a Benjamín son muchas, pero muchas horas de trabajo con un equipo que se acostumbraba, pese a todo, al estilo Van´t Schip.
EL INFORMADOR / MARIO VALDEZ
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