Deportes
Guadalajara canta y no llora
Alrededor de seis mil aficionados se congregan en La Minerva para celebrar la conquista del oro olímpico
LONDRES, INGLATERRA (12/AGO/2012).- Las banderas de México ondearon alrededor de La Glorieta Minerva. Cornetas, tambores, sonidos lejanos de claxon y gritos de celebración no cesaron.
Los aficionados comenzaron a congregarse en el punto típico de celebración futbolística en la ciudad, después de que los jugadores recibieran la medalla de oro en el podio olímpico del estadio de Wembley. Aproximadamente seis mil tapatíos se reunieron a celebrar el triunfo de México.
Con máscara de luchador, capa de bandera tricolor y notable aliento alcohólico, el joven Héctor Juárez se dijo feliz de haber sido testigo de este triunfo. Héctor vio el partido en el bar donde trabaja, y no es que este sábado el establecimiento hubiera abierto sus puertas temprano en la mañana, más bien nunca las cerró, y la fiesta no había parado desde la noche anterior. La intención -dijo Héctor-es que se extendiera durante todo el día: “No es para menos”, afirmó.
Niños, jóvenes y adultos mayores no ocultaron sus grandes sonrisas. Como Cristopher, de 10 años, quien mostró su orgullo con pintura verde, blanca y roja en las mejillas, y una peluca de los mismos colores.
Dos perros Pomerania también llevaban sus mascadas tricolores. Su dueña, la doctora María del Carmen Cervantes expresó sobre el triunfo de México: “Ya me lo esperaba y me parece excelente, El equipo ha trabajado muy duro, mostraron una gran entrega y creo que han crecido mucho desde el punto de vista psicológico. Lástima que no le tocó jugar a Giovani”.
Los vendedores ambulantes aprovecharon la ocasión. Además de puestos de banderas, pelucas, matracas y otros artículos de festejo, no faltaron los carritos de tejuino, helados, rusas y hasta el señor que ofrecía descargas eléctricas grupales con el ya característico sonsonete: “toques, toqueeeees”.
En un momento, un grupo numeroso decidió dar vueltas a la glorieta sosteniendo una enorme bandera sobre sus cabezas, y gritando “¡México, México, México!”. Después se detuvieron y comenzaron a entonar el Himno Nacional, seguido del Cielito lindo.
Los festejos transcurrieron sin incidentes. Además de los bomberos, estuvieron al pendiente del orden y la seguridad, la policía municipal, la dirección de Servicios Médicos, la cruz roja de Guadalajara y Protección Civil del Estado.
Los aficionados comenzaron a congregarse en el punto típico de celebración futbolística en la ciudad, después de que los jugadores recibieran la medalla de oro en el podio olímpico del estadio de Wembley. Aproximadamente seis mil tapatíos se reunieron a celebrar el triunfo de México.
Con máscara de luchador, capa de bandera tricolor y notable aliento alcohólico, el joven Héctor Juárez se dijo feliz de haber sido testigo de este triunfo. Héctor vio el partido en el bar donde trabaja, y no es que este sábado el establecimiento hubiera abierto sus puertas temprano en la mañana, más bien nunca las cerró, y la fiesta no había parado desde la noche anterior. La intención -dijo Héctor-es que se extendiera durante todo el día: “No es para menos”, afirmó.
Niños, jóvenes y adultos mayores no ocultaron sus grandes sonrisas. Como Cristopher, de 10 años, quien mostró su orgullo con pintura verde, blanca y roja en las mejillas, y una peluca de los mismos colores.
Dos perros Pomerania también llevaban sus mascadas tricolores. Su dueña, la doctora María del Carmen Cervantes expresó sobre el triunfo de México: “Ya me lo esperaba y me parece excelente, El equipo ha trabajado muy duro, mostraron una gran entrega y creo que han crecido mucho desde el punto de vista psicológico. Lástima que no le tocó jugar a Giovani”.
Los vendedores ambulantes aprovecharon la ocasión. Además de puestos de banderas, pelucas, matracas y otros artículos de festejo, no faltaron los carritos de tejuino, helados, rusas y hasta el señor que ofrecía descargas eléctricas grupales con el ya característico sonsonete: “toques, toqueeeees”.
En un momento, un grupo numeroso decidió dar vueltas a la glorieta sosteniendo una enorme bandera sobre sus cabezas, y gritando “¡México, México, México!”. Después se detuvieron y comenzaron a entonar el Himno Nacional, seguido del Cielito lindo.
Los festejos transcurrieron sin incidentes. Además de los bomberos, estuvieron al pendiente del orden y la seguridad, la policía municipal, la dirección de Servicios Médicos, la cruz roja de Guadalajara y Protección Civil del Estado.
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