Gloria en rojo y negro
El Clásico Tapatío es un encuentro que polariza a la ciudad y en el seno del Atlas se han llevado grandes momentos de triunfo
GUADALAJARA, JALISCO (10/MAY/2017).- El Clásico Tapatío es una tragicomedia que a veces se escribe con tinta rojinegra y otras con tinta rojiblanca. En la memoria de los aficionados se quedan momentos inolvidables que sólo el duelo cumbre más añejo del futbol mexicano puede otorgarles.
Atlas ha saboreado más de sesenta ocasiones la miel de la victoria ante su acérrimo enemigo, pero hay de triunfos a triunfos.
Todos valen puntos, todos fueron festejados en su momento, pero hay algunos que se quedan a vivir en la mente de La Fiel.
Alguna vez en la ciudad aparecieron anuncios espectaculares por la ciudad en donde los rojinegros dejaban claro que ganarle al Guadalajara era el principal objetivo de los Zorros en una campaña. Y la intensidad con la que juegan este cotejo lo deja claro.
De cara al arranque de la serie que dará a uno de los dos equipos el boleto a Semifinales, aquí hay algunos momentos inolvidables para los rojinegros.
MOMENTOS MÁGICOS
• El mejor recuerdo
Cierto, sólo es un título de Liga el que aparece en las vitrinas del Club Atlas. Pero ni rojinegros ni rojiblancos pueden soslayar un hecho que enmarca la historia de ese título: El Atlas lo ganó tras vencer al Guadalajara en el legendario Parque Oro. Según las crónicas de la época la victoria fue con un penalti dudoso que mandó a guardar Edwin Cubero, una de las leyendas del Atlas. Triunfo y título ante el odiado rival. Qué más se puede pedir.
• Dulce revancha
De sobra conocida es la anécdota del Clásico de 1955, cuando Jaime el “Tubo” Gómez se sentó a leer una historieta recargado en su portería con el partido en marcha, para dejarle en claro a la afición rojinegra que su equipo no le llegaba ese día. Pero también hay que contar la revancha, que llegó meses después. El Atlas era amo y señor del Clásico y un aficionado rojinegro, para devolver la afrenta, se brincó a la cancha para ofrecerle un periódico al “Tubo” Gómez. La ocurrencia terminó en una batalla campal.
• Oreja y rabo
En el Verano de 2001, apenas en la Jornada 2 de ese torneo los tapatíos se vieron las caras en un partido vibrante. Los rojinegros ganaban 2-0 con goles del “Chato” Rodríguez y Daniel Osorno, pero el Rebaño empató con tantos del “Gusano” Nápoles y Carlos Hermosillo. Al minuto 77 Miguel Zepeda le pegó al balón a un costado del área de pierna zurda y metió la pelota en el ángulo. Lo célebre, además del gol, fue el festejo evocando un pase taurino con la camiseta rojinegra. Inolvidable.
• Acrobacia inolvidable
La Jornada 7 del Apertura 2004 dejó de herencia uno de los goles más famosos del duelo cumbre del futbol tapatío. Minuto 35. Juan Pablo García roba una pelota por derecha y antes de entrar al área mete servicio que queda retrasado para Robert de Pinho, que con una magistral chilena arregla el pésimo centro de su compañero. El brasileño puso la pelota pegada al poste derecho de Oswaldo Sánchez, para el 2-0 y el primero de sus dos goles en la victoria de 3-1 de los Zorros esa noche.
• ¡Salud!
El Clásico del Clausura 2009 encontró al Guadalajara como favorito. Durante noventa minutos el Rebaño se encargó de demostrar esa superioridad en la cancha, pero no lo pudo certificar con un gol. En el último minuto del juego, Héctor Reynoso comete un penal absurdo sobre Bruno Marioni. El argentino cobra de manera correcta, corre a la banda a festejar y justo ahí un aficionado rojiblanco le avienta una cerveza. Bruno, con grandes reflejos, atrapa el vaso sin que se derrame y le da un sorbo a la bebida. Humillación por partida doble.