Futbolistas mexicanas emigran a Islandia por homofobia
Bianca Sierra y Stephany Mayor dejaron la Selección Femenil para jugar en el equipo Thor-KA
GUADALAJARA, JALISCO (07/JUL/2017).- Bianca Sierra y Stephany Mayor son dos futbolistas que decidieron dejar la Selección Femenil Mexicana para jugar en Islandia, país donde no son atacadas por ser pareja.
Ambas portaron el uniforme de la Selección desde que en el 2010 comenzaron a jugar en la categoría sub-20, pero fue un comentario del ex entrenador Leonardo Cuéllar en el 2015 el que detonó su partida del país.
Ahora las mexicanas juegan en el Thor-KA, el equipo femenil que encabeza la liga islandesa y que con su récord invicto, está cerca de lograr la clasificación a la Liga de Campeones de la UEFA en la siguiente temporada.
En un reportaje que realizó el New York Times, las futbolistas contaron que se conocieron e hicieron amigas en la Copa Mundial Sub-20 de Alemania 2010.
Bianca Sierra es mexicana-estadounidense, el ex director de la Selección Femenil, Leonardo Cuéllar, la descubrió cuando jugaba en su equipo escolar en California y la reclutó para la sub-20 en el 2010.
Stephany Mayor es originaria de Azcapotzalco en la Ciudad de México y tras participar en una convocatoria abierta, también fue reclutada para las selecciones juveniles.
Las futbolistas volvieron a verse en el 2013 cuando fueron llamadas a un torneo en China y allí iniciaron una relación que mantuvieron a larga distancia, pues después de las convocatorias cada una regresaba a actividades distintas.
Contaron al New York Times que no escondieron su relación y que tenían el apoyo de sus compañeras de equipo y sus familias, hasta que llamaron la atención de Cuéllar.
En 2015, durante un torneo en Chipre previo a la Copa Mundial de Canadá, el entrenador convocó a todas las jugadoras para una reunión sobre las reglas del equipo.
Allí el técnico dijo: "A mí no me importa si son novias o no, pero no las quiero ver ahí agarradas de la mano o haciendo desfiguros" y aunque no mencionó nombres, sólo podía referirse a la única pareja homosexual del equipo.
Las jugadoras se quedaron para el Mundial, pero después les incomodó seguir bajo la dirección de Cuéllar.
Cuando Sierra quedó fuera de la convocatoria para un torneo de calificación para las olimpiadas en febrero de 2016, ella y Mayor, quien rechazó el llamado por sus diferencias con Cuéllar, buscaron nuevas oportunidades profesionales y las encontraron a siete mil kilómetros de México.
Atribuido al mal desempeño de la Selección en la Copa de Canadá, Cuéllar renunció a la dirección en el 2016. La FMF dijo no tener conocimiento del incidente con las jugadoras y sostuvo que la Federación respeta cualquier preferencia sexual.
Sin embargo, Bianca y Stephany no lo vivieron así. Cuando el año pasado hicieron pública su relación al publicar una imagen en Twitter, fueron atacadas por muchos usuarios.
Recibieron respuestas como: “No quiero que un par de machorras me representen. Dan asco” o “En mi barrio ya las hubiéramos quemado”.
“No pensé que le importara a tanta gente”, contó Stephany. “No estábamos haciendo nada malo y sientes tristeza y enojo que estén diciendo cosas que están fuera de lugar”.
A Bianca le sorprendió que los comentarios negativos eran en español, mientras los de apoyo estaban en inglés y recalcó que en su entorno en Estados Unidos las relaciones homosexuales son más aceptadas.
Ambas futbolistas, posiblemente las primeras atletas mexicanas abiertamente homosexuales, hoy son reconocidas por su trabajo en el campo por su entrenador y compañeras y dijeron disfrutar su vida en Islandia.