Deportes

Frío ambiente en el Clásico Tapatío

El Clásico Tapatío no causa mucha expectación entre los seguidores de ambos equipos, pues tanto Estadio Jalisco y zonas aledañas carecen de aficionados

GUADALAJARA, JALISCO.- Poco a poco oscurece en la ciudad de Guadalajara, el clima es frío en la capital jalisciense y también es gélido el ambiente que se vive en los alrededores del Estadio Jalisco, a un par de horas de que arranque el cotejo entre Atlas y Guadalajara, de la penúltima jornada del torneo Apertura 2009.

Dicha tristeza que genera este Clásico se ve a unas calles de distancia. "¿Quién juega hoy?", pregunta un desentendido de lo que ocurre semana a semana en el verde césped. Al conocer el personaje el encuentro que esta noche se disputa, afirma "uh, pues ni parece, seguro no se va a llenar", espeta, como si tuviera todo el conocimiento.

El Macrobus tampoco refleja ese interés. En estaciones previas a la del Jalisco hay poca gente, por ahí algún rojiblanco, pero al abordar el transporte colectivo se dirige hacia un sector lejano al coloso.

En las calles no hay mucha gente, pero la que hay, en mayoría se muestra como simpatizante del Guadalajara. Los inspectores municipales, atentos a los movimientos de la reventa, la cual luce triste, pero lo más lúgubre es el panorama en las taquillas del Jalisco, que esta tarde han abierto sus puertas en espera de los que se aventuren a buscar su entrada para poder presenciar este encuentro, pero dentro de ellas, los taquilleros se miran los rostros, observan hacia afuera y nadie se atreve.

Por su parte, los revendedores, que comúnmente en este tipo de encuentros hacen su agosto, ahora se pintan como víctimas, buscando que los que no quieran sus boletos, los vendan a un precio inferior que al que pagaron en las taquillas, pero parecen desanimarse. "esto está muy solo", dice uno de ellos a un colega suyo.

En el interior del inmueble de la Calzada Independencia el panorama no cambia mucho. Mientras se disputa el encuentro de la categoría Sub 20, un aficionado se desahoga con un elemento de seguridad privada del estadio.

"Los boletos de acá arriba nos los vendieron a 200, como si de verdad valiera la pena esto, los dos equipos están re mal, a ver cómo les va", dice el aficionado, quien de entrada parece no simpatizar con ninguno de los dos equipos. Después le dirá al elemento de seguridad que le va al Atlas, pero parece no comprender qué lo trajo hasta acá.
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