Deportes

Fan Fest, la frontera

El corredor cultural instalado sobre la Avenida Chapultepec se ha convertido, para algunos pocos, en una ocasión de fiesta, y para otros, en una barrera que salvar a diario cuando intentan cruzar la calle

GUADALAJARA, JALISCO (20/OCT/2011).- Está enojada porque un policía le impide pasar por la calle de José Guadalupe Zuno. Fabiana Amador, abogada, explica que necesita cruzar la Avenida Chapultepec, pero la respuesta es “no”, porque las entradas están en el camellón, antes de Lerdo de Tejada, y en Mexicaltzingo. Se da vuelta. Ahora deberá caminar siete cuadras más, pasar un control de seguridad, abrir la bolsa para que se la revisen, atravesar el Jalisco Fan Fest y salir, para llegar tarde a su cita.

Alán Rodríguez, empleado, pasa el mismo control de seguridad, pero a él sí lo revisan físicamente. “Yo sólo voy a pagar mi celular”, se queja. Pero despacha aprisa su asunto en la sucursal de Telcel de Chapultepec y Montenegro, porque muy pocos clientes se animaron, ayer a las 10:00 horas, a ingresar al corredor.

Así como luce el centro de atención a clientes, también el Jalisco Fan Fest, donde pasea poca gente. Durante la mañana, son los policías federales los que disfrutan del paseo: unos ven en la pantalla gigante de Guadalupe Zuno el volibol y otro se detiene en el stand de souvenirs para ver la taza negra con la mascota Gavo: 250 pesos.

Por las mañanas, el Jalisco Fan Fest convoca a pocos y sus stands —Sello Rojo, Telcel, Gillette, Heineken, Burger King, Instituto Jalisciense de la Artesanía, Jalisco, Guadalajara, Colombia, Tonalá, Tlaquepaque y Argentina— están cerrados. Por tarde, la fiesta incluye música en el foro principal, edecanes que reparten publicidad, pelotitas y guantes de plástico. Los paseantes tienen pocas opciones para detenerse; algunos aprovechan para tomarse una fotografía junto a la silueta de Alejandro Fernández, otros ven los espectáculos de tango en el stand de Argentina y unos más, las competencias en la pantalla gigante.

Antes de las siete de la tarde, lo más interesante es la liberación de globos con los colores de las banderas de los países invitados. Santiago García, de seis años, disfrutó esta parte: tomó un racimo de globos y los dejó volar a la cuenta de 10. No le importaban los controles de seguridad. Su carita alegre siguió los globos hasta que se perdieron en el cielo.

EL DATO
Guaré, festival de artesanías


Obra huichol, purépecha y tzotzil en Chapultepec y López Cotilla.

En plena zona rosa

El Jalisco Fan Fest se extiende desde la glorieta Niños Héroes hasta la avenida La Paz, con espectáculos y actividades recreativas diarias, de 12:00 a 23:00 horas. Se quedará allí hasta el 30 de octubre.

LA CAMINATA
Dios tiene genes negros, II

Por Vanesa Robles


Para los que no encontraron boletos para el volibol panamericano, esto es el paraíso. Para los que tienen boletos, pero además quieren ver a los jugadores a pocos centímetros, esto es el paraíso. Para las mujeres a las que les vale un comino el voli, esto es el paraíso. El paraíso está en el domo deportivo del Instituto Tecnológico y de Estudios superiores de Occidente. Lo de menos es ver jugar a Cuba contra Cuba.

Dios tiene genes negros y un gusto tremendo por el volibol. Está confirmado. Los que lo saben y no tienen clases o se quieren dar un receso, vienen al paraíso. Se trata de un centenar de personas, la mayoría estudiantes, aunque también profesores, hombres y mujeres de mantenimiento, niños y niñas que se quedaron sin clases para que sus ocupados padres los lleven a ver los partidos, con tan buena suerte que los partidos se juegan junto a la oficina de los progenitores. Los estudiantes llegan con la despreocupación de una clase perdida. Los de mantenimiento, con el uniforme manchado de aceite. Los pequeños, con sándwich y jugo. Las muchachas con un short tan, tan corto como para provocar miradillas instantáneas de estos ángeles de la pelota. Suertudas.

Para todos, el piso es tribuna y los balonazos tras un remate magistral son un privilegio que abunda. En el Domo Deportivo del ITESO los golpes de la pelota no se sienten —es más, parece que todos desean uno—. Lo que se siente aquí es un nudo cursi en el pescuezo, a juzgar por la sonrisa congelada de los cien que miran el Cuba vs Cuba.

Y esto no es nada, dice Julio César Salazar, vocero de Fomento Deportivo del ITESO. El domingo pasado, que se celebró la Carrera Anual del Lobo, una 600 personas pudieron ver una “cáscara” de preparación de México contra Cuba. Ganó Cuba, pero eso qué. Cuba puede ganarle a México las veces que sea, afirma Ricardo Ronquillo, del primer semestre de ingeniería ambiental, quien sin ser aficionado a los deportes invirtió sus ahorros en varios partidos de voli. Eso sí, añade, nada como estar en los entrenamientos.

De los entrenamientos, los cubanos piden que no se hable. Que no se tomen fotos, ni película ni se hagan descripciones detalladas. ¡Ah, qué Fidel! No vaya a ser que los gringos quieran hacer espionaje. “Es posible”, advierte muy serio Ricardo Ronquillo: “Cuba es el mejor y Estados Unidos querría saber la estrategia”.

Lo único que se puede escribir, entonces, es que 11 de estos 12 cubanos son negros y que tienen una sesión de lagartijas, mientras su entrenador les grita: “¡Vamo, vamo, vamo, vamo! ¡Chico!”.

Quizá, también, que los muchachos que entrenan en el ITESO visten uniforme y tenis alemanes; que, cada que pueden, acarician con ternura la etiqueta de Martí, cosida de la red que parte la cancha; que son unas máquinas de ametrallar la pelota, y que tienen una estrategia perfecta para distraer al enemigo: son hermosos de pies a cabeza.
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