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Espinoza, en tercer intento por ganar Triple Corona

El optimismo del mexicano es debido al desempeño mostrado por American Pharoah

CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS (01/JUN/2015).- Víctor Espinoza tendrá el sábado una tercera oportunidad para completar la Triple Corona, esta vez con American Pharoah. El año pasado, la ilusión del jinete mexicano se vio truncada en Belmont cuando California Chrome quedó cuarto.

En 2002, War Emblem también se quedó corto, al terminar octavo en el Belmont.

Pese a esos dos antecedentes, el jockey nacido en la ciudad central de Tulancingo tiene confianza en conseguir una proeza que sólo se ha logrado 12 veces. El último caballo en ganar la Triple Corona fue Affirmed, en 1978.

Y el motivo de su optimismo es el desempeño mostrado por American Pharoah durante la campaña de cinco semanas que abarca la Triple Corona.

"Si está al 100 por ciento y sale con buena energía, lo lograremos", dijo Espinoza una mañana reciente en el hipódromo de Santa Anita. "Soy positivo y tengo confianza".

American Pharoah remontó para imponerse por un largo en el Derby de Kentucky. Bajo la lluvia, lució aún mejor y ganó por siete largos en Preakness.

Tiene un pedigrí que lo avala. Su abuelo Empire Maker ganó Belmont en 2003 para estropear el intento de Funny Cide por ganar la Triple Corona. Espinoza “al igual que todo el mundo” se muestra impresionado por el galope del potro, que parece flotar sobre el terreno.

Espinoza dice que American Pharoah no le provoca ninguna de las dudas que le causaba California Chrome, un potro sin tantos antecedentes de crianza, cuyo intento fracasó en 2014.

También lo considera mejor que War Emblem, caballo al que Espinoza conoció en la mañana previa al Derby de Kentucky en 2002. Ambos ganaron ese día y lo hicieron de nuevo en Preakness. Pero el potro entrenado por Bob Baffert tropezó a la salida del arrancadero en Belmont y no pudo recuperarse.

En contraste, Espinoza dice que ha cultivado una relación cercana con el versátil American Pharoah, al que ha montado desde septiembre. Juntos tienen una foja de 6-0.

Espinoza sustituyó a su compatriota Martín García después de que el potro perdió su primera carrera en Del Mar. Sin embargo, García sigue montando a American Pharoah en las sesiones matutinas de ejercicio.

"Es como si Pharoah tuviera varios botones, que te permiten hacer lo que quieres", comentó García. "Es un caballo verdaderamente talentoso".

En dos ocasiones, American Pharoah ha ganado sobre pista mojada, incluso en Preakness, donde sobrevino un diluvio justo antes de la carrera. El pronóstico del sábado señala que lloverá, lo que podría convertir la tierra de la pista de Belmont Park en un lodo con una consistencia semejante a la de la mantequilla de maní.

La capacidad de American Pharoah para repuntar, como lo hizo en el Derby, o para correr cerca de los punteros, da a Espinoza varias opciones en una carrera de milla y media (2.4 kilómetros), la más larga y desgastante de las que conforman la Triple Corona.

"Desde el primer día que lo monté, me dio confianza y pensé que era especial", dijo Espinoza. "Fue por su talento, la forma en que corre y pisa, así como la manera en que se lanza al frente. No se deja intimidar por nada".

Esa última cualidad sería compartida por el jockey de 1.57 metros (cinco pies y dos pulgadas), quien cumplió 43 años después de ganar la Preakness.

Espinoza es uno de sólo seis jockeys que han ganado dos veces seguidas el Derby de Kentucky. Figura en un selecto grupo de siete jinetes que han conquistado seis veces esa carrera.

Suma tres triunfos en Preakness, pero no ha ganado tras cuatro intentos en Belmont. Su mejor posición ahí fue el segundo lugar en 2001, sobre A P Valentine.

Es responsable por dos de las mayores campanadas en la historia de la Copa de Criadores. El año pasado, ganó la carrera para potrancas con Take Charge Brandi, para el entrenador D.
Wayne Lukas, pese a que los momios le daban apenas 61-1. En 2000, se impuso en la carrera Distaff sobre Spain, con pronósticos de 55-1.

Cuando no compite en la Triple Corona, Espinoza corre de jueves a domingo en Santa Anita, donde gana con una frecuencia de 22 por ciento, la tercera más alta entre los jockeys de la pista.

Es segundo de este año a nivel nacional en ganancias, con 7.01 millones de dólares. Los jockeys devengan el 10 por ciento de la bolsa, lo que significa que ha conseguido 700 mil dólares hasta ahora.

Espinoza ha buscado compartir su dinero. Dona una parte a City of Hope en Duarte, California. Es un centro de investigación y tratamiento del cáncer. Ha visitado a los niños que reciben atención ahí, y dice que esa experiencia lo inspira.

"No es fácil ir ahí. Es muy difícil ver a los niños así", recordó. "Pero se sorprenderían por lo contentos que se muestran. Nunca están de malas".

Espinoza, quien es soltero, creció como uno de 12 hermanos en una propiedad rural cercana a la Ciudad de México. Alguna vez lidió con el terrible tráfico de la capital mexicana, como chofer de autobús.

Tomó lecciones de equitación después de estudiar la secundaria y asistió a una escuela de jockeys en México. En 1992, ganó su primera carrera en el Hipódromo de las Américas, en la Ciudad de México.

Al año siguiente, emigró al norte de California. Luego se dirigió a Los Ángeles, donde su carrera despegó en 2000.

Ahora, está muy cerca de la Triple Corona... otra vez.
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