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En el fairway

Otra regla

“Las reglas son las reglas”, “las reglas son para respetarse”, “si no se aplican las reglas, ¿para qué las hicieron?, mejor que no haya y cada quien juegue como quiera”, etc, etc. . .
Esas son algunas de las frases que muchos golfistas repiten cuando ven a algún jugador infringirlas.

Cuando se empezó a jugar el deporte del golf, allá en los links de Escocia, únicamente había DOS reglas, que eran:

1. Juega la bola desde donde quede.
2. Juega el campo de golf como se encuentre.

En aquel entonces no había de que: “oye, mi bola me quedó en agua ocasional”, o que “mi bola me quedó en un camino”, o que “mi pelota me quedó en una huella de carreta”, “o de caballo”, o aquello de que “mi bola quedó en terreno en reparación”. Nada de eso. La bola se tenía que jugar como quedaba.

Obviamente que era mucho más difícil el jugar golf y hacer un buen score. Había palomas y zopilotes al por mayor. Si con las reglas actuales es muy difícil de jugar, imagínese en aquellas épocas.

Sólo como referencia, y para darnos una idea de lo difícil que era scorear por los profesionales del golf, el torneo denominado The Open Championship (British Open), se jugó por primera vez en el año de 1860 en el Prestwick Golf Club, localizado al Oeste de Escocia, el cual tenía, en aquel entonces, únicamente 12 hoyos, sobresaliendo el hoyo uno que medía 578 yardas, y era par 6. Este torneo fue ganado por el escocés Willie Park Sr., en tres días de competencia, con scores de 55, 59 y 60 para un total de 174 golpes, únicamente dos menos que el legendario Tom Morris Sr., quien quedó en segundo lugar. El último lugar de los ocho competidores tiró 232 golpes, 58 más que Park. ¡Difícil el campito, Ché! . . . Aún no he podido encontrar cuántos golpes eran el par de campo de los 12 hoyos en dicho torneo, pero en cuanto lo averigüe se lo haré saber, amable lector.

Pues bien, volviendo al asunto de las reglas de golf, el domingo pasado, en el torneo final de la gira europea por este año, el millonario torneo Dubai World Championship, la aplicación de otra regla de golf fue la “comidilla” del domingo. Resulta que al final, el torneo se empató por el sueco Robert Karlsson y el inglés Ian Poulter, con 14 golpes bajo par. En el primer hoyo de desempate, ambos hacen birdie. En el segundo, ambos jugadores están de regulation, Poulter a unos 11 metros del hoyo y Karlsson a poco más de un metro. Poulter marcó su bola, y al estar parado cerca de su marca para recolocar la pelota en donde estaba, ésta se le escapa de sus manos y accidentalmente golpea la marca, haciéndola saltar y moverse de su lugar original. Poulter le avisa de lo sucedido a Karlsson y deciden traer a un juez de reglas, quien sanciona a Poulter con un golpe de castigo, por haber causado que su marca se moviera de lugar.

“Cualquier movimiento accidental de la marca de la pelota que ocurra antes o después del acto específico de marcar su bola, incluyendo por haberla soltado, independientemente de la altura desde la que fue soltada, resultará en un castigo de un golpe para el jugador”, dijo el juez principal del torneo, basado en el tercer párrafo de la Decisión 20-1/15, que forma parte de las reglas de golf.

Lo que es cuestionable de esta regla, es lo accidental del acto por el cual se movió la marca. En otras reglas de golf, la falta de intención o lo accidental de los hechos, no ocasionan ningún castigo; por ejemplo, al pisar accidentalmente la propia línea del putt o la del contrincante en match play, o el mover la bola del contrincante al estar ayudándolo a buscarla, etc. En cambio, si dichos actos fueran intencionales, no sólo tendrían dos golpes de castigo o pérdida del hoyo en match play, sino que hasta la pena de descalificación del jugador podrían merecer. La intención de los actos es muy importante en las reglas de golf. Es un deporte de HONOR.

Usted ¿qué opina? amable lector. ¿Se debería hacer una excepción a lo que le sucedió a Ian Poulter? ¿o no?

Hasta la próxima ocasión, procure mantener su bola En El Fairway.
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