Deportes
En el fairway
¡Qué buen golf vimos!
Reñido de principio a fin, estuvo el torneo Lorena Ochoa Invitational 2010.
Todavía, antes de la última ronda, no se sabía quien iba a ser la flamante campeona del torneo. En el liderato se encontraba Suzanne Pettersen, de 29 años de edad, con un score de 12 golpes bajo par. Sin embargo, a un sólo golpe de distancia, estaban cinco jugadoras asechándola, entre las que se encontraba la coreana In Kyung Kim, de 22 años, quien ya tenía dos victorias desde su debut en la LPGA en el 2007.
El domingo pasado, Kim se destapó. En los primeros nueve hoyos “se recetó” seis birdies, y tres pares para un fabuloso 30. Y en la segunda vuelta, estuvo más conservadora, cerrando con un 34 para un total de 64 golpes, ocho bajo par y un acumulado en el torneo de 269 golpes, 19 bajo par. Record del torneo. Los dos años anteriores se había ganado “únicamente” con 13 bajo par.
Pero ¿qué pasó? ¿por qué esa masacre? Cabe aclarar que, no sólo Kim rompió el récord del torneo, sino que hubo otras cuatro más que lo hicieron, a saber: las norteamericanas, Paula Creamer y Cristie Kerr con 14 bajo par, la francesa, Karine Icher con 15 y la noruega, Suzanne Pettersen con 16.
¿A qué se debió lo bueno de los scores? Se preguntará Ud., amable lector. En mi opinión, fué debido, no sólo a la gran calidad de las jugadoras que estaban “en contención” desde el principio, sino a las excelentes condiciones del campo, con fairways algo amplios y “correlones”, greenes que “amarraban”, clima exce- lente y al poco viento que prevaleció durante la competencia. Lo único “medio malo” que observamos fue que, aunque el rough estaba un poco más alto de lo normal, no impedía que los bastones “entraran” y que las jugadoras pudieran tirarse al green en los hoyos par cuatro, o avanzar significativamente en los par cinco.
Se vio tan buen golf, que en dos ocasiones se rompió el récord de campo anterior, con sendos 64, uno de Cristie Kerr en el primer día, y el otro de la campeona, In-Kyung Kim, el último día.
Sin embargo, a ambas jugadoras poco les duró el gusto, debido a que, también en el último día, la norteamericana, Ángela Stanford (quien es la primera campeona del torneo al ganarlo en el 2008), tiró un increíble 63, nueve golpes bajo par, con 10 pares, siete birdies y una águila, para quedar empatada en el séptimo lugar con 12 golpes abajo.
Vimos putts espectaculares, sacadas de trampa geniales y tiros increíbles, como el que hizo Karine Icher desde unas 100 yardas, embocando la pelota con “backspin” para águila en el último hoyo, del último día y en el último grupo.
Aunque el campo sólo medía seis mil 644 yardas de longitud, las dificultades propias del diseño, lo hacen que no sea una “perita en dulce”. Y aún así, de las 35 golfistas que terminaron el torneo, la gran mayoría, 25, tiraron par de campo o bajo par.
Definitivamente,amablelector,fueungranes- pectáculo golfístico, el cual continuará, por lo me- nos, hasta el año entrante.
Hasta la próxima ocasión, procure mantener su bola En El Fairway.
Todavía, antes de la última ronda, no se sabía quien iba a ser la flamante campeona del torneo. En el liderato se encontraba Suzanne Pettersen, de 29 años de edad, con un score de 12 golpes bajo par. Sin embargo, a un sólo golpe de distancia, estaban cinco jugadoras asechándola, entre las que se encontraba la coreana In Kyung Kim, de 22 años, quien ya tenía dos victorias desde su debut en la LPGA en el 2007.
El domingo pasado, Kim se destapó. En los primeros nueve hoyos “se recetó” seis birdies, y tres pares para un fabuloso 30. Y en la segunda vuelta, estuvo más conservadora, cerrando con un 34 para un total de 64 golpes, ocho bajo par y un acumulado en el torneo de 269 golpes, 19 bajo par. Record del torneo. Los dos años anteriores se había ganado “únicamente” con 13 bajo par.
Pero ¿qué pasó? ¿por qué esa masacre? Cabe aclarar que, no sólo Kim rompió el récord del torneo, sino que hubo otras cuatro más que lo hicieron, a saber: las norteamericanas, Paula Creamer y Cristie Kerr con 14 bajo par, la francesa, Karine Icher con 15 y la noruega, Suzanne Pettersen con 16.
¿A qué se debió lo bueno de los scores? Se preguntará Ud., amable lector. En mi opinión, fué debido, no sólo a la gran calidad de las jugadoras que estaban “en contención” desde el principio, sino a las excelentes condiciones del campo, con fairways algo amplios y “correlones”, greenes que “amarraban”, clima exce- lente y al poco viento que prevaleció durante la competencia. Lo único “medio malo” que observamos fue que, aunque el rough estaba un poco más alto de lo normal, no impedía que los bastones “entraran” y que las jugadoras pudieran tirarse al green en los hoyos par cuatro, o avanzar significativamente en los par cinco.
Se vio tan buen golf, que en dos ocasiones se rompió el récord de campo anterior, con sendos 64, uno de Cristie Kerr en el primer día, y el otro de la campeona, In-Kyung Kim, el último día.
Sin embargo, a ambas jugadoras poco les duró el gusto, debido a que, también en el último día, la norteamericana, Ángela Stanford (quien es la primera campeona del torneo al ganarlo en el 2008), tiró un increíble 63, nueve golpes bajo par, con 10 pares, siete birdies y una águila, para quedar empatada en el séptimo lugar con 12 golpes abajo.
Vimos putts espectaculares, sacadas de trampa geniales y tiros increíbles, como el que hizo Karine Icher desde unas 100 yardas, embocando la pelota con “backspin” para águila en el último hoyo, del último día y en el último grupo.
Aunque el campo sólo medía seis mil 644 yardas de longitud, las dificultades propias del diseño, lo hacen que no sea una “perita en dulce”. Y aún así, de las 35 golfistas que terminaron el torneo, la gran mayoría, 25, tiraron par de campo o bajo par.
Definitivamente,amablelector,fueungranes- pectáculo golfístico, el cual continuará, por lo me- nos, hasta el año entrante.
Hasta la próxima ocasión, procure mantener su bola En El Fairway.
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