Deportes
En el fairway
Otro colapso
Es muy probable que ningún golfista de hueso colorado haya olvidado lo que sucedió hace casi 11 años, en 1999, durante el último hoyo del torneo British Open, jugado en el campo de Carnoustie, Escocia.
En esa ocasión, el líder del torneo, el francés Jean Van de Velde, le llevaba tres golpes de ventaja a sus más cercanos perseguidores, el norteamericano Justin Leonard y el escocés Paul Lawrie.
Entonces vino la debacle. El francés hizo una serie de tiros “tan malos” en el hoyo 18, par cuatro, que terminó haciendo un “espantoso” siete, súper zopilote, y empatar el primer lugar del torneo con los dos jugadores mencionados anteriormente. Por supuesto que Van de Velde perdió en el desempate.
Pues bien, amable lector, el domingo pasado, la historia se repitió. Si bien no fue en un torneo “Major”, sí lo fue en un torneo de la PGA Tour, el St. Jude Classic, un torneo con una tradición de más de 50 años, y con mas de un millón de dólares para el primer lugar.
En esta ocasión le tocó al nortemericano Robert Garrigus, de 32 años de edad, el vivir un colapso similar.
Después de jugar muy bien 71 hoyos del torneo acumulando 13 bajo par, y de llevarles una ventaja de tres golpes al inglés Lee Westwood y al sueco Robert Karlsson, de repente Garrigus “se reventó” un siete en el último hoyo del torneo, par cuatro.
El hoyo 18 del campo TPC Southwind mide 453 yardas y es un dogleg a la izquierda, con un lago casi a todo lo largo del lado izquierdo del hoyo. En su último tiro de salida, Garrigus sacó su tres de madera, para “colocar bola”. Pero en donde la colocó, fue en el lago.
Después de dropearse con un golpe de castigo, jaló su tercer tiro a un bosque que se encuentra todavía más a la izquierda del lago. De ahí, y debido a que los árboles no le permitían tirarse a green, no le quedó de otra que hacer su cuarto tiro, perpendicularmente, hacia el fairway, quedando todavía a unas 160 yardas de la bandera. Su quinto tiro al green lo dejó muy lejos, y con sus dos putts, terminó con siete golpes (fácil, ¿no?). Con lo anterior, acabó con la oportunidad de ganar su primer torneo en la gira de la PGA.
Al igual que Van de Velde, también perdió en el desempate por el primer lugar.
“¿Porqué perdí?” es la pregunta que Garrigus se va a seguir haciendo durante mucho tiempo.
. . . Cambiando un poco de tema, por fin este jueves inicia el torneo Abierto de los Estados Unidos, en uno de los campos de golf más hermosos y espectaculares del mundo: Pebble Beach. Y debido a que este torneo, en esta sede, sólo se repite cada 10 años . . . lo exhorto, amable lector, a no dejarlo de ver.
Hasta la próxima ocasión, procure mantener su bola En El Fairway.
En esa ocasión, el líder del torneo, el francés Jean Van de Velde, le llevaba tres golpes de ventaja a sus más cercanos perseguidores, el norteamericano Justin Leonard y el escocés Paul Lawrie.
Entonces vino la debacle. El francés hizo una serie de tiros “tan malos” en el hoyo 18, par cuatro, que terminó haciendo un “espantoso” siete, súper zopilote, y empatar el primer lugar del torneo con los dos jugadores mencionados anteriormente. Por supuesto que Van de Velde perdió en el desempate.
Pues bien, amable lector, el domingo pasado, la historia se repitió. Si bien no fue en un torneo “Major”, sí lo fue en un torneo de la PGA Tour, el St. Jude Classic, un torneo con una tradición de más de 50 años, y con mas de un millón de dólares para el primer lugar.
En esta ocasión le tocó al nortemericano Robert Garrigus, de 32 años de edad, el vivir un colapso similar.
Después de jugar muy bien 71 hoyos del torneo acumulando 13 bajo par, y de llevarles una ventaja de tres golpes al inglés Lee Westwood y al sueco Robert Karlsson, de repente Garrigus “se reventó” un siete en el último hoyo del torneo, par cuatro.
El hoyo 18 del campo TPC Southwind mide 453 yardas y es un dogleg a la izquierda, con un lago casi a todo lo largo del lado izquierdo del hoyo. En su último tiro de salida, Garrigus sacó su tres de madera, para “colocar bola”. Pero en donde la colocó, fue en el lago.
Después de dropearse con un golpe de castigo, jaló su tercer tiro a un bosque que se encuentra todavía más a la izquierda del lago. De ahí, y debido a que los árboles no le permitían tirarse a green, no le quedó de otra que hacer su cuarto tiro, perpendicularmente, hacia el fairway, quedando todavía a unas 160 yardas de la bandera. Su quinto tiro al green lo dejó muy lejos, y con sus dos putts, terminó con siete golpes (fácil, ¿no?). Con lo anterior, acabó con la oportunidad de ganar su primer torneo en la gira de la PGA.
Al igual que Van de Velde, también perdió en el desempate por el primer lugar.
“¿Porqué perdí?” es la pregunta que Garrigus se va a seguir haciendo durante mucho tiempo.
. . . Cambiando un poco de tema, por fin este jueves inicia el torneo Abierto de los Estados Unidos, en uno de los campos de golf más hermosos y espectaculares del mundo: Pebble Beach. Y debido a que este torneo, en esta sede, sólo se repite cada 10 años . . . lo exhorto, amable lector, a no dejarlo de ver.
Hasta la próxima ocasión, procure mantener su bola En El Fairway.
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