Deportes
En el Fairway
Hace un año...
En esos momentos, ¿quién iba a pensar que la vida de “el golfista número uno del mundo”, iba a cambiar para siempre?
¡Y vaya que cambió, y de qué manera!
Alguien que era todo un ejemplo de decencia, honestidad y dedicación a sus ideales, había fallado. Pero no en el campo de golf, sino en su vida personal. Se iba a descubrir que no era aquella persona intachable que pretendía aparentar.
A raíz de dicho accidente, se descubrieron las infidelidades de Tiger con algunas damas de la vida galante, que le hicieron perder, no sólo a su familia y su nivel de juego, sino además, alrededor de 100 millones de dólares por el escandaloso divorcio.
En varias ocasiones, Tiger tuvo que reconocer públicamente sus pecados y quedarse, no sólo sin algunos patrocinadores, sino también sin su entrenador y muchos de sus admiradores.
En un artículo que Tiger escribió para la revista Newsweek la semana pasada, reconoció que es una persona muy diferente a como era hace un año. Que debido a que el golf es un deporte “centrado en uno mismo”, creía que el ganar torneos, lo haría invencible como persona. “Ahora sé que, no importa que tan duro o fuerte seas, todos necesitamos depender de otros”.
Igualmente reconoció, que actualmente está recuperando el equilibrio emocional que había perdido. “Estoy aprendiendo que algunas victorias pueden significar sonrisas, no trofeos, y que las cosas mas normales de la vida pueden proporcionar alegría”.
Confesó que el bañar a su hijo Charlie, es mejor que practicar con un balde lleno de bolas, el prepararles una hamburguesa a él y a su hermana Sam, es mejor que cenar en algún restaurante.
“Nunca podré reparar verdaderamente el daño que he hecho, especialmente a mi familia, pero puedo seguir intentándolo ...no soy el mismo hombre de hace un año, y eso es algo bueno”, comentó.
El jueves pasado lo entrevistó la cadena ESPN y Tiger reiteró que actualmente sus hijos son su prioridad número uno y que cada día trata de enseñarles algo, tal cual, su padre Earl hacía con él.
“Mi papá siempre decía que el amor es algo dado, pero la confianza y el respeto se ganan”.
Parece ser, amable lector, que Tiger Woods cambió. Sus prioridades son otras. Únicamente esperamos que su ambición por romper los récords de Jack Nicklaus no haya cambiado.
Igualmente, percibo que la estabilidad emocional emanada de sus comentarios anteriores, lo hará triunfar de nuevo. Lo ganador, no se le quitará. Además, el deporte del golf le debe tanto, que la magia lo seguirá acompañando.
Hasta la próxima ocasión, procure mantener su bola En El Fairway.
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