Deportes
En el Fairway
Increíble
Todo indicaba que el desempate continuaría hasta el día siguiente. El domingo pasado, después de 21 golpes bajo par en cuatro días de competencia, y de tres hoyos de desempate con puros pares, los tres jugadores de la PGA Tour, Jonathan Byrd (norteamericano de 32 años de edad), Martin Laird (escocés de 28) y Cameron Percy (australiano de 36), seguían empatados en el torneo Justin Timberlake Shriners Hospitals for Children Open, y quedaba ya, muy poca luz de día, para continuar intentando definir al ganador.
Sin embargo, de último minuto, el Juez de Reglas les consultó si querían jugar un hoyo mas, un hoyo corto, un par tres, acordando de antemano, que cualquiera podría parar, si en algún momento no podía ver o leer el green. Normalmente en la gira de la PGA, el mandar un desempate de muerte súbita al día siguiente, implica costos financieros y de logística que no se desean tener. Así que todo mundo estuvo de acuerdo en continuar con otro hoyo más.
Era el hoyo 17, del campo TPC Summerlin de Las Vegas, Nevada, un par tres muy bonito, con algo de bajada, 204 yardas de longitud y un lago grande a la izquierda del green.
El primero en tirar fué Jonathan Byrd, quien usó un seis de fierro . . . y ¿qué cree Ud. que pasó?
Después de un gran swing de golf, la bola hizo un vuelo perfecto hacia la bandera, pegó en el green unas cuatro yardas antes de ella, se “amarró” un poco, y continuó con la velocidad perfecta, hacia el centro del hoyo, en donde se alojó.
¡Wow! En vivo y a todo color, nos hizo ver, cómo se decide un desempate con un hole-in-one. Algo que nunca, en nuestra “corta” vida golfística, nos había tocado presenciar. Realmente emocionante e INCREÍBLE.
Byrd se quedó estático. Y debido a que no alcanzó a ver su bola cuando se metió (probablemente por la falta de luz), no hizo ningún aspaviento de alegría. Como que se quedó en “shock”. No lo pudo creer, sino hasta que sus contrincantes fueron a felicitarlo, por el enorme “balde de agua fría” que les había echado.
Efectivamente, amable lector, tanto Laird como Percy tiraron después, y ambos se fueron “al agua”. Antes de eso, se vio, que no lo podían creer. Prácticamente ya era imposible empatarle a Byrd. Únicamente había que terminar con el trámite, hacer su último swing y resignarse. Ni modo, así es el golf, impredecible.
Ahora Byrd, quien estaba en el lugar 117 antes de este torneo, tiene dos años de exención en la gira por haberlo ganado. Padre ¿no?
Esta semana habrá un torneo en Malasia. La semana entrante será el torneo HSBC Champions en China y el último torneo de la PGA Tour de este año, será en Disney en Orlando, Florida a mediados de Noviembre próximo, el cual, por cierto coincidirá, con el Lorena Ochoa Invitational a jugarse en el Guadalajara Country Club. Prográmese, amable lector, para no dejar de ver, a las mejores golfistas del mundo.
Hasta la próxima ocasión, procure mantener su bola En El Fairway.
Sin embargo, de último minuto, el Juez de Reglas les consultó si querían jugar un hoyo mas, un hoyo corto, un par tres, acordando de antemano, que cualquiera podría parar, si en algún momento no podía ver o leer el green. Normalmente en la gira de la PGA, el mandar un desempate de muerte súbita al día siguiente, implica costos financieros y de logística que no se desean tener. Así que todo mundo estuvo de acuerdo en continuar con otro hoyo más.
Era el hoyo 17, del campo TPC Summerlin de Las Vegas, Nevada, un par tres muy bonito, con algo de bajada, 204 yardas de longitud y un lago grande a la izquierda del green.
El primero en tirar fué Jonathan Byrd, quien usó un seis de fierro . . . y ¿qué cree Ud. que pasó?
Después de un gran swing de golf, la bola hizo un vuelo perfecto hacia la bandera, pegó en el green unas cuatro yardas antes de ella, se “amarró” un poco, y continuó con la velocidad perfecta, hacia el centro del hoyo, en donde se alojó.
¡Wow! En vivo y a todo color, nos hizo ver, cómo se decide un desempate con un hole-in-one. Algo que nunca, en nuestra “corta” vida golfística, nos había tocado presenciar. Realmente emocionante e INCREÍBLE.
Byrd se quedó estático. Y debido a que no alcanzó a ver su bola cuando se metió (probablemente por la falta de luz), no hizo ningún aspaviento de alegría. Como que se quedó en “shock”. No lo pudo creer, sino hasta que sus contrincantes fueron a felicitarlo, por el enorme “balde de agua fría” que les había echado.
Efectivamente, amable lector, tanto Laird como Percy tiraron después, y ambos se fueron “al agua”. Antes de eso, se vio, que no lo podían creer. Prácticamente ya era imposible empatarle a Byrd. Únicamente había que terminar con el trámite, hacer su último swing y resignarse. Ni modo, así es el golf, impredecible.
Ahora Byrd, quien estaba en el lugar 117 antes de este torneo, tiene dos años de exención en la gira por haberlo ganado. Padre ¿no?
Esta semana habrá un torneo en Malasia. La semana entrante será el torneo HSBC Champions en China y el último torneo de la PGA Tour de este año, será en Disney en Orlando, Florida a mediados de Noviembre próximo, el cual, por cierto coincidirá, con el Lorena Ochoa Invitational a jugarse en el Guadalajara Country Club. Prográmese, amable lector, para no dejar de ver, a las mejores golfistas del mundo.
Hasta la próxima ocasión, procure mantener su bola En El Fairway.
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