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En El Fairway
Por fin, el Masters
Efectivamente, amable lector, pensamos que se debió a ambas razones.
Ahora bien, ¿por qué es el torneo con el mayor prestigio de los “prestigiados” torneos Major? Sin duda se debe a la historia, no sólo del torneo, sino del campo de golf, que fue construido en un lugar excepcional.
Meses después de su retiro voluntario del golf de competencia en 1930, y a los 28 años de edad, el eterno amateur Robert “Bobby” Jones, empezó a trabajar en la realización de otro de sus sueños, el construir un campo de golf en donde se jugaran torneos a nivel nacional e internacional, invitando como socio para tal efecto, al banquero Clifford Roberts, y en 1931, iniciaron la construcción, nada mas y nada menos, que del Augusta National Golf Club, localizado en el estado de Georgia.
Orgullosamente hasta la fecha, Bobby Jones (1902–1971) permanece como “President in Perpetuity” del club de golf y Clifford Roberts (1894–1977) como “Chairman in Memoriam” del Masters Tournament.
Como anécdota se cuenta que, en 1934, cuando se iba a correr el primer torneo nacional en el campo de golf (respaldado por la fama de Bobby Jones), su co-fundador Roberts, propuso el “bautizar” el evento con el nombre de “Masters Tournament”. Jones se opuso enfáticamente, porque pensó que dicho nombre “sonaba muy presuntuoso”. Finalmente acordaron llamarlo “Augusta National Invitation Tournament”.
Sin embargo, pocos años después, en 1939, Jones se “ablandó” y cedió en su postura inicial, al aceptar la propuesta de Roberts de llamarlo el “Masters Tournament”, nombre con el que permanece hasta nuestros días.
En donde Bobby Jones no fue convencido de cambiar de opinión, fue, primero, en la selección de la propiedad en donde se construiría el campo de golf, ya que desde el siglo XIX se le habían plantado infinidad de flores de azalia y magnolias, además de una gran variedad de árboles importados de otros países, lo que hace de la propiedad, un lugar digno de admiración.
Segundo, en el nombre del campo de golf, Augusta National, y tercero, en escoger al arquitecto de campos de golf que lo ayudaría a diseñarlo. Se decidió nada más y nada menos que por el escocés Allister Mckenzie, quien previamente en California, ya había diseñado dos campos de golf, el “clásico” Pasatiempo y el increíble Cypress Point, en Pebble Beach.
Por otra parte, el prestigio del que goza este torneo, se ve enfatizado por la invitación al torneo de los mejores jugadores amateurs, la Cena de Campeones, el torneo del miércoles en el campo de nueve hoyos par 3, la ceremonia de premiación con el saco verde para el campeón, y lo majestuoso de su trofeo, el cual es una réplica en plata de su casa club.
Como todos los años, es un evento digno de verse y disfrutarse.
Hasta la próxima ocasión, procure mantener su bola En El Fairway.
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