Deportes
En El Fairway
¡QUÉ TRIUNFO!
¿Se puede iniciar un torneo Major con “zopilote” y terminar ganándolo? Un norteamericano de Carolina del Sur, de 29 años de edad, llamado Lucas Glover, acaba de hacerlo ayer.
Con un score total de cuatro golpes bajo par, Lucas aguantó el “ataque” final de Tiger Woods, de Phil Mickelson y, aunque Ud. no lo crea, amable lector, de David Duval, para ganar así el US Open Championship número 109.
Este torneo será también recordado por lo “impredecible”, no sólo de los turnos de salida de los jugadores, sino de cuántos hoyos iban a jugar ese día. Todo dependía del clima, de si iba a llover y por cuánto tiempo. Hubo de todo, varios jugadores perjudicados y otros tantos beneficiados.
Por ejemplo, Lucas Glover tenía programada su salida inicial en el turno del jueves por la tarde, la que de plano no pudo hacer, debido a que el juego se suspendió a las 10:15 de la mañana, y por el resto del día. Fue hasta el viernes, alrededor del mediodía, cuando se le hizo iniciar su torneo y, con tal suerte, que pudo jugar 31 hoyos, en condiciones climáticas ideales, sol y greenes húmedos que permitían “atacar” las banderas. En cambio, a Tiger Woods el clima lo perjudicó bastante, debido a que jugó la mayoría de sus primeros 36 hoyos bajo lluvia, desde moderada hasta fuerte, lo que ocasionó que el líder, hasta ese momento, Ricky Barnes, “únicamente” le llevara 11 golpes de ventaja (tres arriba contra ocho abajo).
Oficialmente, la tercera ronda del torneo se inició hasta las 5:30 de la tarde del sábado y poco después se volvió a suspender por lluvia. Total, que a efectos de terminar los 72 hoyos programados, el torneo tuvo que extenderse hasta el día de ayer, lunes, para convertirse en uno de los torneos abiertos más “accidentados” de la historia.
Sin embargo, este US Open también tuvo algunas sorpresas agradables, tales como el empate en el segundo lugar, con dos golpes bajo par, de tres jugadores, a saber: a) Ricky Barnes, jugador número 519 del mundo, quien llegó a ir con dígitos dobles (11) bajo par en el hoyo seis de la tercera ronda, hazaña que únicamente han logrado CUATRO jugadores en los 109 años de historia del torneo; b) David Duval, jugador número 882 del mundo, quien parece ser que está volviendo por sus fueros, y c) Phil Mickelson, quien se ve que está haciendo un gran esfuerzo por complacer a sus admiradores, a pesar de la enfermedad de su esposa.
Pocas pruebas se les han puesto a los mejores jugadores del mundo, como la de este torneo. A las inclemencias del tiempo, hubo que añadir las 7 mil 426 yardas de longitud del campo, par 70, de Bethpage Black, lo angosto de sus fairways, lo alto del rough y lo liviano de los greenes.
Realmente fue una prueba MUY dura de golf, tanto física como mental, en donde sólo EL MEJOR prevalece. Y ese jugador fue Lucas Glover, quien con scores de 69, 64, 70 y 73, se alzó como el flamante campeón.
Hasta la próxima ocasión, procure mantener su bola En El Fairway.
Con un score total de cuatro golpes bajo par, Lucas aguantó el “ataque” final de Tiger Woods, de Phil Mickelson y, aunque Ud. no lo crea, amable lector, de David Duval, para ganar así el US Open Championship número 109.
Este torneo será también recordado por lo “impredecible”, no sólo de los turnos de salida de los jugadores, sino de cuántos hoyos iban a jugar ese día. Todo dependía del clima, de si iba a llover y por cuánto tiempo. Hubo de todo, varios jugadores perjudicados y otros tantos beneficiados.
Por ejemplo, Lucas Glover tenía programada su salida inicial en el turno del jueves por la tarde, la que de plano no pudo hacer, debido a que el juego se suspendió a las 10:15 de la mañana, y por el resto del día. Fue hasta el viernes, alrededor del mediodía, cuando se le hizo iniciar su torneo y, con tal suerte, que pudo jugar 31 hoyos, en condiciones climáticas ideales, sol y greenes húmedos que permitían “atacar” las banderas. En cambio, a Tiger Woods el clima lo perjudicó bastante, debido a que jugó la mayoría de sus primeros 36 hoyos bajo lluvia, desde moderada hasta fuerte, lo que ocasionó que el líder, hasta ese momento, Ricky Barnes, “únicamente” le llevara 11 golpes de ventaja (tres arriba contra ocho abajo).
Oficialmente, la tercera ronda del torneo se inició hasta las 5:30 de la tarde del sábado y poco después se volvió a suspender por lluvia. Total, que a efectos de terminar los 72 hoyos programados, el torneo tuvo que extenderse hasta el día de ayer, lunes, para convertirse en uno de los torneos abiertos más “accidentados” de la historia.
Sin embargo, este US Open también tuvo algunas sorpresas agradables, tales como el empate en el segundo lugar, con dos golpes bajo par, de tres jugadores, a saber: a) Ricky Barnes, jugador número 519 del mundo, quien llegó a ir con dígitos dobles (11) bajo par en el hoyo seis de la tercera ronda, hazaña que únicamente han logrado CUATRO jugadores en los 109 años de historia del torneo; b) David Duval, jugador número 882 del mundo, quien parece ser que está volviendo por sus fueros, y c) Phil Mickelson, quien se ve que está haciendo un gran esfuerzo por complacer a sus admiradores, a pesar de la enfermedad de su esposa.
Pocas pruebas se les han puesto a los mejores jugadores del mundo, como la de este torneo. A las inclemencias del tiempo, hubo que añadir las 7 mil 426 yardas de longitud del campo, par 70, de Bethpage Black, lo angosto de sus fairways, lo alto del rough y lo liviano de los greenes.
Realmente fue una prueba MUY dura de golf, tanto física como mental, en donde sólo EL MEJOR prevalece. Y ese jugador fue Lucas Glover, quien con scores de 69, 64, 70 y 73, se alzó como el flamante campeón.
Hasta la próxima ocasión, procure mantener su bola En El Fairway.
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