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En El Fairway

Cero y van dos de Óliver

Muy bien, Óliver, muy bien. Mucho gusto nos dio cuando, el mismo domingo pasado por la tarde, Manuel Isaac, hermano de Óliver, nos envió un mensaje comunicándonos la buena noticia.

Óliver Isaac, de 25 años y socio del Guadalajara Country Club, había GANADO el torneo de apertura de la Gira Profesional de Golf Negra Modelo 2009, jugado en el Club Campestre de Celaya. Óliver tiró un score de 12 golpes bajo el par del campo (69, 67 y 68), sacándole cuatro golpes de ventaja a su más cercano perseguidor. Ésta es la segunda victoria que tiene en su haber, después de sólo un año de participar en dicha gira.

Muy calladito, calladito, y poco a poco, con su árduo trabajo, Óliver se va abriendo paso entre los profesionales del deporte que más le apasiona. Durante este año, además de seguir participando en la gira mexicana, también competirá: a) en cuatro torneos de la Canadian Tour que tendrán lugar en nuestro país; b) en el México Open de la Nationwide Tour a jugarse en León, Guanajuato; c) en la calificación para poder competir en el torneo de la PGA Tour, el Mayacoba Classic de Cancún, y d) en los torneos de calificación para ingresar a la PGA Tour.

¡Mucho ánimo, Óliver, por supuesto que puedes, ya nos lo has estado demostrando!

Hubo de todo

Finalmente, en el quinto y último día del 50° Bob Hope Classic, el viento hizo su aparición. Los primeros cuatro días del torneo se jugaron en condiciones climáticas y de campo ideales. Hasta Pat Perez, de 32 años, implantó un récord nuevo en la gira, al tirar 20 golpes bajo par en los primeros dos días de la competencia, y también empató el récord de tres días, con 25 abajo. Por otra parte, en el tercero y cuarto días, Steve Stricker, de 41 años, tiró 21 bajo par, sin ningún bogey. Pero . . . en el quinto y último día del torneo, hubo de todo, numeritos, numerotes, birdies y “águilas”.

El viento existente, de hasta 50 kilómetros por hora, y lo malo de sus ejecuciones, fueron las causas de que Stricker hiciera un 7 y un 8 en sendos pares cuatro (hoyos 7 y 10), cuando en los primeros 78 hoyos del torneo, únicamente había hecho un solo bogey con 35 birdies.

Irónicamente, dicho viento le ayudó a Pat Perez a tirar, en su segundo tiro del hoyo 18 (par 5 de 543 yardas), un nueve de fierro a 198 yardas con pura agua de por medio, y lo hizo tan bien, que su pelota quedó a sólo 60 centímetros del hoyo, para “águila”, misma que embocó, y le ayudó a obtener su victoria con 33 golpes bajo par, a tres golpes del segundo lugar, el también norteamericano John Merrick.

Para Pat Perez, ese fue el tiro de su vida, ya que le aseguró ganar su primer torneo en los siete años y cachito que lleva en la PGA Tour.

¡Qué tiro! Simplemente increíble, bajo las circunstancias. El mínimo error al impactar la bola, o en la apreciación de la fuerza del viento, hubieran literalmente “echado por la borda”  los cinco días de competencia. Pero no fue así. El tiro le salió tal y como lo pensó. Pat simplemente tomó ese riesgo, porque sintió la confianza de que iba a ejecutarlo bien.

Ojalá que este triunfo sea el despegue definitivo de Pat Perez en la PGA Tour, ya que su agresividad y forma de atacar las banderas, nos parecieron excepcionales.

Hasta la próxima vez, procure mantener su bola En El Fairway.
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