Deportes
El vencedor lo gana todo
Juan Manuel Márquez y Manny Pacquiao chocan hoy por cuarta ocasión, esperando resolver por fin quién es el mejor
GUADALAJARA, JALISCO (08/DIC/2012).- La duda se plantó hace ocho años, mayo de 2008, y creció a niveles inmensos con otras dos peleas.
Para este cuarto combate entre Juan Manuel Márquez y Manny Pacquiao, la única manera de acabar con la rivalidad, la polémica y la incertidumbre que han generado tres peleas, es el nocaut.
Y ambos lo saben muy bien.
“Se van a despejar todas las dudas, será una guerra que los aficionados no deben perderse”, amenazó el púgil mexicano, quien en los últimos dos enfrentamientos se ha marchado con un amargo sabor de boca y gritando a los cuatro vientos que le robaron las peleas, en particular la del año pasado.
Para el rey libra por libra del mundo, el hecho de que pongan en duda sus triunfos es una afrenta grande y es por eso que hoy en la noche, en la arena del MGM Grand, de Las Vegas, Nevada, saldrá a buscar derrumbar por quinta ocasión al mexicano y que de una vez por todas se quede en la lona.
“Esperen mucha acción en el ring el sábado, no quiero dejar duda”, anticipa el peleador filipino, ganador de los recientes dos pleitos, el primero terminó en empate.
En el primer episodio, de los 36 de historia entre ambos, el 8 de mayo de 2004, Manny Pacquiao mandó a la lona tres veces a Márquez, todo pintaba para que el filipino noqueara al mexicano y continuara con su ascenso al estrellato, pero no fue así.
“Pensé que la pelea se había acabado, creí que íbamos a terminar con la pelea en un solo round”, recordó Freddie Roach, entrenador de Manny Pacquiao.
El réferi Joe Cortez no detuvo el combate, Juan Manuel se recuperó y encontró un boxeo que lo definió desde entonces y para siempre.
Sangrado y con la moral baja, Juan Manuel Márquez se plantó en el ring e hizo su mejor boxeo, y al pasar de los minutos lucía cada vez más fuerte; conectó a Pacquiao y lo lastimó tanto que para el fin del pleito ya nadie recordaba las tres caídas.
“Después de irme a la lona tres veces, superamos todos los rounds siguientes y esperábamos una decisión cerrada, pero a mi favor”, confesó Márquez.
Pero no fue así, el pleito terminó en un polémico empate, fue una pelea feroz, violenta, exclusiva de valientes; había nacido una de las rivalidades más grandes en la historia del boxeo.
La segunda pelea
Tomó cuatro años armar la revancha. Fue la mejor pelea, hasta ahora. El filipino había desarrollado su mano derecha; pero fue Márquez quien tomó la batuta del combate e inclusive, estuvo apunto de mandar a Manny a la lona.
El tercer capítulo trajo consigo un recuerdo del pasado, la mano izquierda de Pacquiao, que salió en forma de gancho y explotó en el rostro de Juan Manuel, de nuevo a la lona. Se levantó, pero estuvo cerca de caer de nuevo, Manny era intenso y muy fuerte.
El mexicano lo volvió a hacer, se recuperó y emparejó la pelea, hizo una pelea inteligente e inclusive maniató a Pacquiao, lanzó más golpes que el filipino, conectó 172 veces, por 157 de Manny, y en los impactos de poder también Márquez aterrizó más en la humanidad de su oponente, 130 por 114.
Sólo en jabs, Manny golpeó más veces que Juan Manuel, 43 por 42.
La pelea se fue a la distancia, fue tan pareja que se presagiaba un resultado similar al primer enfrentamiento; sin embargo, en las tarjetas no existía un empate. El resultado se leyó mientras Pacquiao abrazaba a Nacho Beristáin, por decisión dividida ganó el filipino y su rostro se iluminó con alegría y un cierto dejo de sorpresa.
“Siento que Pacquiao ve que no ganó la pelea y cuando le dan la decisión es una sorpresa para él”, atiza Márquez, quien de nuevo se marchó, el 15 de marzo de 2008, con la amargura de una derrota en su récord.
La duda había crecido, tras 24 episodios aún no había un claro ganador, a pesar de las tarjetas.
La tercera no fue la vencida
El 12 de noviembre de 2011 llegó el tercer capítulo de la saga. Las apuestas estaban 10-1 contra Márquez. Manny se había convertido en una superestrella del boxeo, con victorias sobre Óscar de la Hoya, Miguel Cotto, Antonio Margarito, Shane Mosley, entre otros.
Pero el filipino tenía otras cosas en mente. Esa noche Manny exhibiera una de sus más pobres versiones, mientras que Márquez ofreció lo mejor de sí.
Más técnico, inteligente y con el contrataque como su mejor arma, golpeaba fuerte a un Pacquiao desconocido, quien parecía distraído, amarrado y no contestaba los impactos.
Los últimos seis rounds los dominó Márquez, pero sólo un juez, Robert Hoyle, lo vio así, los otros dos le apuntaron 10 puntos en sus tarjetas; desde la esquina, Beristáin le pedía a Márquez, más velocidad y le subrayaba que la pelea era suya a menos que le robaran los jueces.
En el último asalto, Juan Manuel Márquez salió muy precavido, conservador y hasta cuidadoso, lo contrario al resto de la pelea y Pacquiao despertó, fue al frente y conectó en varias ocasiones al mexicano.
De nueva cuenta, las tarjetas dictarían al ganador. Robert Hoyle apuntó 114-114, Dave Moretti dictó 115-113, favor Pacquiao, y Glenn Trowbridge la vio más dispareja 116-112 también para el filipino.
Los semblantes se repitieron, alegría en Pacquiao; tristeza y resentimiento en Márquez.
“El resultado de la tercera pelea fue vergonzoso, para la historia del boxeo sigue siendo vergonzoso”, criticó Beristáin.
Un año después están de nuevo cara a cara, en el mismo ring, con un Márquez más fuerte que nunca, pero también más viejo; en la tercera pelea se vio a un Juan Manuel en su máximo rendimiento y mientras que Manny llega tras perder su primer combate en siete años, ante Timothy Bradley Jr., y la promesa de que puede dar mucho más de lo que ofreció en noviembre de 2011.
Pelean de nuevo porque luego de tres combates las cosas no están claras, porque hay mucho por resolver. La única manera de solucionar ocho años de dudas es el nocáut, ninguno quiere dejar la decisión de quién es mejor en mano de los jueces y no descansarán hasta ver a su oponente tirado en la lona.
Esta noche se cierra la historia, cuatro capítulos para determinar al vencedor, el que gane todo y reclame su lugar en la historia.
FRASE
"Todo el mundo sabe lo que sucedió en las últimas peleas. Quiero ser más agresivo esta vez, pero con inteligencia, porque Manny es un peleador muy peligroso".
Juan Manuel Márquez
EL DATO
Están a cargo
> Los jueces del cuarto enfrentamiento entre Márquez y Pacquiao serán Adalaide Byrd, Steve Weisfeld y John Keane. El réferi será Kenny Bayless.
> Ninguno de los tres jueces ha tenido que ver nada en las tres peleas anteriores.
> En tanto, Bayless ya participó en una pelea de ambos boxeadores, en la segunda, cuando Pacquiao se llevó una decisión dividida, en marzo de 2008.
PRIMERA PELEA
23% Pacquiao: Conectados/tirados 148/639
29% Márquez: Conectados/tirados 158/54
SEGUNDA PELEA
25% Pacquiao: Conectados/tirados 157/619
34% Márquez: Conectados/tirados 172/511
TERCERA PELEA
30% Pacquiao: Conectados/tirados 176/518
32% Márquez: Conectados/tirados 138/436
POR TV:
Azteca 7
22:30 hrs. (diferida)
Para este cuarto combate entre Juan Manuel Márquez y Manny Pacquiao, la única manera de acabar con la rivalidad, la polémica y la incertidumbre que han generado tres peleas, es el nocaut.
Y ambos lo saben muy bien.
“Se van a despejar todas las dudas, será una guerra que los aficionados no deben perderse”, amenazó el púgil mexicano, quien en los últimos dos enfrentamientos se ha marchado con un amargo sabor de boca y gritando a los cuatro vientos que le robaron las peleas, en particular la del año pasado.
Para el rey libra por libra del mundo, el hecho de que pongan en duda sus triunfos es una afrenta grande y es por eso que hoy en la noche, en la arena del MGM Grand, de Las Vegas, Nevada, saldrá a buscar derrumbar por quinta ocasión al mexicano y que de una vez por todas se quede en la lona.
“Esperen mucha acción en el ring el sábado, no quiero dejar duda”, anticipa el peleador filipino, ganador de los recientes dos pleitos, el primero terminó en empate.
En el primer episodio, de los 36 de historia entre ambos, el 8 de mayo de 2004, Manny Pacquiao mandó a la lona tres veces a Márquez, todo pintaba para que el filipino noqueara al mexicano y continuara con su ascenso al estrellato, pero no fue así.
“Pensé que la pelea se había acabado, creí que íbamos a terminar con la pelea en un solo round”, recordó Freddie Roach, entrenador de Manny Pacquiao.
El réferi Joe Cortez no detuvo el combate, Juan Manuel se recuperó y encontró un boxeo que lo definió desde entonces y para siempre.
Sangrado y con la moral baja, Juan Manuel Márquez se plantó en el ring e hizo su mejor boxeo, y al pasar de los minutos lucía cada vez más fuerte; conectó a Pacquiao y lo lastimó tanto que para el fin del pleito ya nadie recordaba las tres caídas.
“Después de irme a la lona tres veces, superamos todos los rounds siguientes y esperábamos una decisión cerrada, pero a mi favor”, confesó Márquez.
Pero no fue así, el pleito terminó en un polémico empate, fue una pelea feroz, violenta, exclusiva de valientes; había nacido una de las rivalidades más grandes en la historia del boxeo.
La segunda pelea
Tomó cuatro años armar la revancha. Fue la mejor pelea, hasta ahora. El filipino había desarrollado su mano derecha; pero fue Márquez quien tomó la batuta del combate e inclusive, estuvo apunto de mandar a Manny a la lona.
El tercer capítulo trajo consigo un recuerdo del pasado, la mano izquierda de Pacquiao, que salió en forma de gancho y explotó en el rostro de Juan Manuel, de nuevo a la lona. Se levantó, pero estuvo cerca de caer de nuevo, Manny era intenso y muy fuerte.
El mexicano lo volvió a hacer, se recuperó y emparejó la pelea, hizo una pelea inteligente e inclusive maniató a Pacquiao, lanzó más golpes que el filipino, conectó 172 veces, por 157 de Manny, y en los impactos de poder también Márquez aterrizó más en la humanidad de su oponente, 130 por 114.
Sólo en jabs, Manny golpeó más veces que Juan Manuel, 43 por 42.
La pelea se fue a la distancia, fue tan pareja que se presagiaba un resultado similar al primer enfrentamiento; sin embargo, en las tarjetas no existía un empate. El resultado se leyó mientras Pacquiao abrazaba a Nacho Beristáin, por decisión dividida ganó el filipino y su rostro se iluminó con alegría y un cierto dejo de sorpresa.
“Siento que Pacquiao ve que no ganó la pelea y cuando le dan la decisión es una sorpresa para él”, atiza Márquez, quien de nuevo se marchó, el 15 de marzo de 2008, con la amargura de una derrota en su récord.
La duda había crecido, tras 24 episodios aún no había un claro ganador, a pesar de las tarjetas.
La tercera no fue la vencida
El 12 de noviembre de 2011 llegó el tercer capítulo de la saga. Las apuestas estaban 10-1 contra Márquez. Manny se había convertido en una superestrella del boxeo, con victorias sobre Óscar de la Hoya, Miguel Cotto, Antonio Margarito, Shane Mosley, entre otros.
Pero el filipino tenía otras cosas en mente. Esa noche Manny exhibiera una de sus más pobres versiones, mientras que Márquez ofreció lo mejor de sí.
Más técnico, inteligente y con el contrataque como su mejor arma, golpeaba fuerte a un Pacquiao desconocido, quien parecía distraído, amarrado y no contestaba los impactos.
Los últimos seis rounds los dominó Márquez, pero sólo un juez, Robert Hoyle, lo vio así, los otros dos le apuntaron 10 puntos en sus tarjetas; desde la esquina, Beristáin le pedía a Márquez, más velocidad y le subrayaba que la pelea era suya a menos que le robaran los jueces.
En el último asalto, Juan Manuel Márquez salió muy precavido, conservador y hasta cuidadoso, lo contrario al resto de la pelea y Pacquiao despertó, fue al frente y conectó en varias ocasiones al mexicano.
De nueva cuenta, las tarjetas dictarían al ganador. Robert Hoyle apuntó 114-114, Dave Moretti dictó 115-113, favor Pacquiao, y Glenn Trowbridge la vio más dispareja 116-112 también para el filipino.
Los semblantes se repitieron, alegría en Pacquiao; tristeza y resentimiento en Márquez.
“El resultado de la tercera pelea fue vergonzoso, para la historia del boxeo sigue siendo vergonzoso”, criticó Beristáin.
Un año después están de nuevo cara a cara, en el mismo ring, con un Márquez más fuerte que nunca, pero también más viejo; en la tercera pelea se vio a un Juan Manuel en su máximo rendimiento y mientras que Manny llega tras perder su primer combate en siete años, ante Timothy Bradley Jr., y la promesa de que puede dar mucho más de lo que ofreció en noviembre de 2011.
Pelean de nuevo porque luego de tres combates las cosas no están claras, porque hay mucho por resolver. La única manera de solucionar ocho años de dudas es el nocáut, ninguno quiere dejar la decisión de quién es mejor en mano de los jueces y no descansarán hasta ver a su oponente tirado en la lona.
Esta noche se cierra la historia, cuatro capítulos para determinar al vencedor, el que gane todo y reclame su lugar en la historia.
FRASE
"Todo el mundo sabe lo que sucedió en las últimas peleas. Quiero ser más agresivo esta vez, pero con inteligencia, porque Manny es un peleador muy peligroso".
Juan Manuel Márquez
EL DATO
Están a cargo
> Los jueces del cuarto enfrentamiento entre Márquez y Pacquiao serán Adalaide Byrd, Steve Weisfeld y John Keane. El réferi será Kenny Bayless.
> Ninguno de los tres jueces ha tenido que ver nada en las tres peleas anteriores.
> En tanto, Bayless ya participó en una pelea de ambos boxeadores, en la segunda, cuando Pacquiao se llevó una decisión dividida, en marzo de 2008.
PRIMERA PELEA
23% Pacquiao: Conectados/tirados 148/639
29% Márquez: Conectados/tirados 158/54
SEGUNDA PELEA
25% Pacquiao: Conectados/tirados 157/619
34% Márquez: Conectados/tirados 172/511
TERCERA PELEA
30% Pacquiao: Conectados/tirados 176/518
32% Márquez: Conectados/tirados 138/436
POR TV:
Azteca 7
22:30 hrs. (diferida)
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