Deportes
El público está con Phil
Pese a la épica actuación de Tiger para ganar el US Open 2008, los fans tienen ahora otro favorito
US Open de este año no tendrá problema en igualar la textura dramática que envolvió a la edición de 2008 cuando Tiger Woods se llevó el campeonato jugando en una sola pierna para llevarse el Major número 14 de su carrera.
Pero en esta ocasión, el protagónico no será para Woods, sino para Phil Mickelson.
Miles de fanáticos caminaron el campo del Bethpage Black por horas en el último día de prácticas, para ver a Mickelson.
La galería de Nueva York siempre ha simpatizado con el zurdo, aún cuando les rompió el corazón como segundo lugar en el US Open del 2002, 2004 y 2006 con un doble bogey en el último hoyo.
Ahora, el apoyo es más visible que nunca. Especialmente porque Mickelson no sabía si regresaría a Bethpage Black.
El golfista se enteró el mes pasado que su esposa, Amy, había sido diagnosticada con cáncer de mama. Fue sólo después de recibir la noticia de que el cáncer podría haber sido contenido a tiempo, que Mickelson se sintió listo para dejar California y buscar el Major que le ha causado tantos dolores de cabeza.
Aunque su participación en el resto de los torneos está en duda. El golfista dijo que el British Open era poco probable, su esposa será operada el 1 de julio.
“Estoy dando todo esta semana porque no creo poder jugar por un buen tiempo”, dijo Mickelson. “Mi habitual equipo de apoyo, Amy y los niños, no harán el viaje, así que espero sentirme arropado para soportar la semana”, añadió.
Eso será más fácil que encontrar un taxi en Time Square.
Mickelson inició su ronda de práctica en el tee del hoyo 10, el rincón más alejado del Bethpage Black, aún así estaban esperándolo. Usó un listón rosa en una gorra blanca, algunos de los fanáticos también usaron ropa rosa. Fue la galería más grande de la semana. Cuando recorrió la segunda mitad del campo cada grada estaba llena, y en cada paso tenía gente acompañándolo con un aplauso.
“Ya es muy popular en Nueva York”, dijo el coach de swing, Butch Harmon. “Ahora con todo lo que ha sucedido con Amy, lo quieren más. Les habla, sonríe. Tiene tiempo para ellos”.
Toda la conmoción fue causada durante un día de práctica, imaginen qué podría pasar si Mickelson se mete a la pelea por el título el domingo con su esposa en casa.
El golfista tiene la inspiración suficiente para salir adelante con los mensajes que ella le ha enviado.
“(Amy) Me ha dejado varios mensajes de texto, notitas, tarjetas, pistas de que le gustaría tener un trofeo plateado en su cuarto de hospital. Voy a tratar de cumplir sus deseos”, dijo Mickelson.
Bastante motivación pero también muchos obstáculos.
El más grande sería el campo en sí. El Black Course es enorme con cuatro pares cinco que miden más de 500 yardas.
En esta ocasión se jugará aún más largo debido a la lluvia que ha inundado Long Island el mes pasado y el hecho de que habrá lluvia toda la semana.
El otro obstáculo es Woods.
No sólo es el campeón defensor en el US Open, es el campeón defensor en el Bethpage, el único jugador en terminar bajo par en el 2002 cuando venció a Mickelson.
Con dos victorias en siete torneos desde que regresó de la operación en la rodilla, Woods parece estar en su mejor momento. Viene de una victoria hace dos semanas en el Memorial.
Mickelson ha ganado dos veces en este año, en Riviera y Doral. Dice que su swing está en perfectas condiciones.
Los greens están dentro de los más rápidos para un Major pero estarán un poco más lentos debido al exceso de lluvia.
Otro podría ser la excesiva presión de ganar con todo lo que está pasando en casa.
“Tiene un sentimiento completamente distinto porque nos asusta lo que está por venir”, dijo Harmon.
¿Podrá Mickelson concentrarse durante 72 hoyos con tantos fanáticos con su apoyo?
“El respaldo significa el mundo entero para nosotros”, dijo Mickelson.
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- El
Pero en esta ocasión, el protagónico no será para Woods, sino para Phil Mickelson.
Miles de fanáticos caminaron el campo del Bethpage Black por horas en el último día de prácticas, para ver a Mickelson.
La galería de Nueva York siempre ha simpatizado con el zurdo, aún cuando les rompió el corazón como segundo lugar en el US Open del 2002, 2004 y 2006 con un doble bogey en el último hoyo.
Ahora, el apoyo es más visible que nunca. Especialmente porque Mickelson no sabía si regresaría a Bethpage Black.
El golfista se enteró el mes pasado que su esposa, Amy, había sido diagnosticada con cáncer de mama. Fue sólo después de recibir la noticia de que el cáncer podría haber sido contenido a tiempo, que Mickelson se sintió listo para dejar California y buscar el Major que le ha causado tantos dolores de cabeza.
Aunque su participación en el resto de los torneos está en duda. El golfista dijo que el British Open era poco probable, su esposa será operada el 1 de julio.
“Estoy dando todo esta semana porque no creo poder jugar por un buen tiempo”, dijo Mickelson. “Mi habitual equipo de apoyo, Amy y los niños, no harán el viaje, así que espero sentirme arropado para soportar la semana”, añadió.
Eso será más fácil que encontrar un taxi en Time Square.
Mickelson inició su ronda de práctica en el tee del hoyo 10, el rincón más alejado del Bethpage Black, aún así estaban esperándolo. Usó un listón rosa en una gorra blanca, algunos de los fanáticos también usaron ropa rosa. Fue la galería más grande de la semana. Cuando recorrió la segunda mitad del campo cada grada estaba llena, y en cada paso tenía gente acompañándolo con un aplauso.
“Ya es muy popular en Nueva York”, dijo el coach de swing, Butch Harmon. “Ahora con todo lo que ha sucedido con Amy, lo quieren más. Les habla, sonríe. Tiene tiempo para ellos”.
Toda la conmoción fue causada durante un día de práctica, imaginen qué podría pasar si Mickelson se mete a la pelea por el título el domingo con su esposa en casa.
El golfista tiene la inspiración suficiente para salir adelante con los mensajes que ella le ha enviado.
“(Amy) Me ha dejado varios mensajes de texto, notitas, tarjetas, pistas de que le gustaría tener un trofeo plateado en su cuarto de hospital. Voy a tratar de cumplir sus deseos”, dijo Mickelson.
Bastante motivación pero también muchos obstáculos.
El más grande sería el campo en sí. El Black Course es enorme con cuatro pares cinco que miden más de 500 yardas.
En esta ocasión se jugará aún más largo debido a la lluvia que ha inundado Long Island el mes pasado y el hecho de que habrá lluvia toda la semana.
El otro obstáculo es Woods.
No sólo es el campeón defensor en el US Open, es el campeón defensor en el Bethpage, el único jugador en terminar bajo par en el 2002 cuando venció a Mickelson.
Con dos victorias en siete torneos desde que regresó de la operación en la rodilla, Woods parece estar en su mejor momento. Viene de una victoria hace dos semanas en el Memorial.
Mickelson ha ganado dos veces en este año, en Riviera y Doral. Dice que su swing está en perfectas condiciones.
Los greens están dentro de los más rápidos para un Major pero estarán un poco más lentos debido al exceso de lluvia.
Otro podría ser la excesiva presión de ganar con todo lo que está pasando en casa.
“Tiene un sentimiento completamente distinto porque nos asusta lo que está por venir”, dijo Harmon.
¿Podrá Mickelson concentrarse durante 72 hoyos con tantos fanáticos con su apoyo?
“El respaldo significa el mundo entero para nosotros”, dijo Mickelson.
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