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El madrileño Fernando Verdasco conquista Barcelona
El número nueve del mundo superó al sueco Robin Soderling en tres sets en la final del Abierto de Barcelona
Con un tenis sólido, cimentado sobre todo en la efectividad de su saque, Verdasco se impuso a un Soderling muy errático, que nunca dio la sensación de poder llevarse el partido.
Aunque ambos tenistas ya habían ganado en tierra, se desenvuelven mejor en pistas duras. Tienen buen saque, no están acostumbrados a sufrir ni alargarse en el intercambio, prefieren ganarse los puntos a que se los regale el rival, y cuando no están en su día, acumulan en su estadística un rosario de errores no forzados.
Bajo esa premisa se desarrolló el partido, poco acorde con el estilo de juego más elaborado y paciente que requiere el polvo de ladrillo, y donde el número nueve superó al ocho del mundo.
Soderling debió levantarse ayer con el pie izquierdo, pues estuvo muy poco afinado con su derecha, que siempre se marchaba cinco, 10 ó 15 centímetros por detrás de la línea de fondo.
Verdasco tampoco andaba muy fino en cuanto a golpes precisos durante la primera hora de juego, pero rápidamente se dio cuenta que, tal como estaba el sueco, mejor no debía tomar riesgos y dejar que fuese su rival quien sumara desaciertos.
Y así, el primer set acabó siendo lo que hizo Verdasco entre fallo y fallo de su adversario. El madrileño, muy sólido con su servicio, logró romper el de Soderling en el séptimo juego y volvió a hacerlo en el noveno, cuando necesitó tres bolas de set para cerrar el primer parcial (6-3) antes de lo previsto.
Estaba claro que en la segunda manga, el sueco tenía mucho margen de mejora. Así fue. Rompió a Verdasco en el primer juego y, pese a que cedió su saque en el siguiente, su tenis siguió subiendo enteros.
Soderling empezó a ajustar su punto de mira y sobre todo, a acertar en los puntos decisivos. Salvó una bola de rompimiento que hubiese puesto a Verdasco con un casi definitivo 4-2 en el marcador, y rompió de nuevo en el siguiente para cerrar el set por 4-6.
Sin embargo, en el tercer parcial reaparecería el Soderling más errático, con la agravante de que, a esas alturas del partido, la zurda de Verdasco ya se había calentado.
Impecable devolviendo los saques del cañonero sueco (algunos superaban los 220 Km/h), y tremendamente efectivo a la hora de sacar adelante el suyo, el madrileño logró romper la tercera manga con un break que le colocó 3-1 y servicio.
Ahí acabó la final. Un Fernando Verdasco paciente ya no dio opción para la sorpresa. Movió a Soderling hasta obligarlo a fallar una vez más o concederse una nueva oportunidad para resolver el punto. Ni siquiera le costó cerrar el partido para colocar el definitivo 6-3 con su servicio.
El madrileño ganó su quinto título ATP de su carrera, el segundo este año tras el de San José, y se convierte en el vigésimo español que vence en la tierra batida de Barcelona.
Final ATP Conde de Godó:
Jugador set1 2 3
Fernando Verdasco 6 4 6
Robin Soderling 3 6 3
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