Deportes
El boxeo vuelve por sus fueros
El interés de las televisoras por volver a transmitir el boxeo hace que este deporte sea nuevamente entre los más gustados del pueblo mexicano
A diferencia de la época de oro, donde los combates de Rubén “Púas” Olivares, Raúl “Ratón” Macías, Efrén “Alacrán” Torres, José Becerra, Salvador Sánchez, “Kid” Azteca y Vicente Saldívar, por citar algunos, llegaban a los hogares de miles de mexicanos de forma gratuita, el negocio cambió. Había que pagar por ver el enfrentamiento.
Pero la penuria terminó y sucedió sólo hasta que las dos televisoras más poderosas de México, Televisa y TV Azteca pusieron sus ojos en este deporte.
Hace poco más de tres años el 30 de julio de 2006, cuando Azteca se “atrevió” a transmitir desde Japón el pleito de título mundial del quintanarroense Rodolfo “Rudy” López contra Takashi Koshimoto, fue que la afición mexicana volvió a saber que el boxeo en nuestro país existe.
Fue tal el rating que obtuvo la televisora del Ajusco que la consideración para retomar las transmisiones del deporte de las “orejas de coliflor” fue tomada muy en serio, tanto que hasta la empresa de Chapultepec 18 se trepó al barco sin pensarlo dos veces, en busca de recuperar la rebanada más grande del pastel que un día fue sólo suyo.
Hoy, Azteca y Televisa se pelean los banquetes más jugosos del boxeo no sólo nacional, sino también internacional. Manny Pacquiao y Marco Antonio Barrera están en boca de todos gracias a ellos, porque sus señales de TV abierta han sido parte de ese “boom”.
Incluso en semanas pasadas ambas televisoras sostuvieron una pugna por hacerse dueños de transmisión de uno de los fenómenos del boxeo actual, el tapatío Saúl “Canelo” Álvarez. Debajo de ellas pelean también Cadena 3 y Canal 52. Televisa ganó la batalla para la función de este sábado, en el Auditorio Benito Juárez de Zapopan.
Los momentos de gloria
La situación que atravesó el boxeo mexicano en los últimos 17 años parecía ofrecer ya como máximos trofeos el recuerdo de aquellos impresionantes llenos en la Arena Coliseo de Guadalajara y los de la Arena México y Coliseo capitalinas.
Los viernes en Guadalajara y los sábados en el Distrito Federal, eran de boxeo, de fiesta. La oportunidad para ver en acción a las máximas figuras del único deporte donde México es potencia.
“Era hermoso llegar a la Arena Coliseo y ver que la gente no cabía. Así eran los viernes cuando había cartelera de boxeo, pero cuando se presentaban peleadores con mayor reconocimiento mejor ni te platico, era una cosa hermosa, maravillosa”, explica Marcelino Silva, ex boxeador y ahora presidente de la Comisión de Box de Zapopan.
“La afición que había para el boxeo era grande, familias completas asistían a las peleas, incluso cuando uno no podía ira la Coliseo, por el motivo que fuera, la familia ya sabía que en la noche todos nos reuníamos alrededor de la televisión para ver la función”.
Hoy, los tiempos son de bonanza para el boxeo mexicano, considerado uno de los pilares del pugilismo mundial, sin embargo, sus momentos más difíciles llegaron después de 1992, cuando los monstruos televisivos de Estados Unidos, como HBO, Showtime y Top Rank, en coordinación con los de nuestro país, decidieron que el negocio estaba en el “pago por evento”.
El “efecto JC Chávez” detona todo
La pelea que vino a hacer el detonante de la restricción del pugilismo de la señal de TV abierta, fue la que sostuvieron Julio César Chávez contra el puertorriqueño Héctor “Macho” Camacho, el 12 de septiembre de 1992, en Las Vegas. La mercadotecnia implementada para esa pelea estuvo tan certera que el éxito fue rotundo, inobjetable. El negocio era pagar por ver, no había dudas.
Don King, promotor de aquella función no sólo tuvo la grandiosa idea de confrontar a dos grandes del boxeo de aquel tiempo, sino que también pidió que el boricua, con sus declaraciones, enfrentara y “calentara” a todo el pueblo mexicano.
Las palabrerías del isleño, quien fuera a prisión en 2007 por un robo cometido tres años antes, calaron hondo y, entonces, las ganas de ver que el poderoso e invicto Julio César le arrancara la cabeza al “Macho” Camacho fueron un sentimiento común en toda la nación azteca.
Los bares, restaurantes y cualquier otro negocio que transmitió el pleito vieron sus aforos a reventar. “Todo mundo quería ver esa pelea. Queríamos que Chávez le callara la boca a puñetazos al mentado Camacho, porque los mexicanos somos calientes y a veces así queremos arreglar las cosas”, añade Silva.
El negocio del pago por evento siguió viento en popa por muchos años más con la transmisión de grandes funciones desde la meca del boxeo, Las Vegas, en las cuales participaban muchos mexicanos como el propio Chávez, Miguel Ángel González, Erik “Terrible” Morales y Marco Antonio Barrera, por mencionar algunos.
Los reyes del PPE usualmente llegaron a ser los pesos completos, sobre todo Mike Tyson. También, en otra división, Óscar de la Hoya aportó para que sus peleas registraran ventas muy altas. Pero a la par, con la falta de proyección para los nuevos talentos a nivel nacional, el boxeo empezó a sufrir consecuencias terribles.
“Hace algunos años, cuando la televisión dejó de transmitir el box, que sólo se podía ver pagando, todo se puso muy complicado. En aquel momento las televisoras vieron en el PPE la oportunidad de hacer un gran negocio y sacrificaron a su auditorio fiel y tradicional de la tele abierta para hacerlo a su modo”, comenta Héctor García, promotor mexicano de boxeo.
“Desgraciadamente en aquel momento, con la ausencia de transmisiones abiertas se perdió una generación de aficionados al boxeo”.
Mucho talento, nula difusión
Peleadores mexicanos, pero particularmente dos jaliscienses, fueron afectados por ese lapso en el que Televisa restringió a este deporte de su programación abierta.
Alejandro “Cobrita” González y Óscar “Chololo” Larios, ambos campeones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), en peso pluma y supergallo, respectivamente, vivieron sus campeonatos sin el furor de esa avalancha de fama que otorga la pantalla chica.
Incluso Larios, quien es doble campeón del CMB, pese a su éxito deportivo, hoy en día no es más famoso que un Jorge “Travieso” Arce, quien con menos logros goza de más reconocimiento sólo por haber participado en varios programas conocidos como reality show.
O para no ir tan lejos, quizá lo es menos que Jorge Kawaghi, quien por su polémica pelea en la que “noqueó” a un bulto sin siquiera tocarlo, fue tema de debate en la televisión y eso lo catapultó a la fama. Y así, la lista de peleadores de todo el territorio nacional “víctimas” de ese beneficio se extiende casi inagotable.
El regreso a los primeros planos
Afortunadamente para los promotores, la afición y los propios pugilistas, hace tres años el boxeo y la televisión entablaron un nuevo romance que nació fuerte y que cada fin de semana es más sólido.
“Que las televisoras hayan retomado el boxeo para llevarlo a todas las casas de México sin pago alguno, es uno de los aciertos más grandes y una de las mejores noticias que haya recibido este deporte en los últimos años”, explica el mexicano José Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo y el hombre más respetado de este deporte en todo el orbe.
“El boxeo en México estaba en una situación crítica, afortunadamente la televisión lo rescató hace dos años. Todo surgió cuando el gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, pagó a la televisión para que transmitiera la pelea de Rodolfo “Rudy” López contra el japonés Takashi Koshimoto, pero fue tanto el rating, que TV Azteca se dio cuenta de que ahí había la oportunidad de hacer negocio y de ofrecer un producto que al telespectador le gusta, incluso de ahí fue que acordamos con ellos hacer un programa de boxeo, impensable poco antes”.
Tras el trago amargo que ya tuvo el boxeo, de pasar inadvertido y mirar desde atrás de la cortina, las futuras generaciones de boxeo como el propio “Canelo” Álvarez, Ulises “Archi” Solís, y los hermanos Chávez, Omar y Julio César, hijos de la leyenda, ahora podrán disfrutar del gran momento del matrimonio TV-box mexicano, como ya lo hizo Antonio Margarito o como lo hacen Édgar Sosa y Cristian Mijares. De ese tamaño es la importancia de la televisión en el boxeo nacional.
Claro está, la TV sin el boxeo puede vivir, pero dejaría perder un nicho mercadológico importante. En contraparte, el boxeo sin la tele está destinado a vivir en la oscuridad, incluso a morir. El antecedente es muy claro.
Frases
“A la televisión le debemos que nuevamente la afición esté inmersa en el boxeo, sin ella, este deporte sufre y sufre en serio”. José Sulaimán, presidente del CMB.
“La gente no se da cuenta, pero las funciones que ya un promotor no las aguanta sin televisión, porque es perder dinero, pero al contar con ella se pueden conseguir patrocinador y puedes hacer funciones importantes”. Héctor García, promotor de boxeo.
“El regreso de la televisión al boxeo lo ha devuelto a la vida. Se vivieron muchas cosas difíciles, pero con esto ahora ya toda la gente habla de boxeo”. Marcelino Silva, presidente de la Combox Zapopan.
Campeones mundiales nacidos en Jalisco
Año Campeón Peso Organismo
1944-45 Juan Zurita Ligero NBA
1959-60 José Becerra Gallo CMB
1969-70 Efrén Torres Mosca CMB
1972-74 Rafael Herrera Gallo CMB
1974-76 Rodolfo González Gallo CMB
1981 Pedro Flores Mosca AMB
1981 Antonio Avelar Mosca CMB
1987-88 Jorge Vaca Welter CMB
1995 Alejandro González Pluma CMB
1995 Rafael Ruelas Ligero FIB
1995 Gabriel Ruelas Superpluma CMB
2002 Óscar Larios Supergallo/Pluma CMB
2003 Javier Jáuregui Ligero FIB
2005 Ulises Solís Minimosca FIB
Sabías que
- México ha sido cuna de grandes boxeadores y semillero de muchos campeones, que lo hace una de las grandes potencia mundiales en boxeo junto a Estados Unidos.
- A lo largo de su historia ha tenido más de 116 campeones mundiales, cuando otros sólo tienen 18, como Canadá.
- Tradicionalmente, se ha destacado en los pesos livianos, tal vez por la índole del físico que tienen los mexicanos.
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