Deportes
El alma de La Volpe deambuló en el Estadio Omnilife
El técnico de Jaguares estuvo lejos de ser el estratega que da indicaciones de manera constante a sus muchachos
GUADALAJARA, JALISCO (30/AGO/2015).- Su físico estaba en la banca de Jaguares, pero no su alma ni su mente. Se le notó temeroso a Ricardo La Volpe en el Estadio Omnilife, donde regresó por vez primera tras su polémica salida de Chivas, por supuestamente insinuársele a la podóloga rojiblanca. Este tema le afectó para este cotejo ante los tapatíos, el cual
perdió 4-1.
Para iniciar el cotejo, fue el último que salió de los vestidores, el último en sentarse en la banca visitante y no saludó al técnico rival, José Manuel de la Torre y mucho menos volteó al palco presidencial local. La Volpe estuvo todo el encuentro sentado platicando con su yerno y también auxiliar, Rafael García. "Chiquis" fue quien salió a dar indicaciones en todo el primer tiempo.
Tomó una postura defensiva, para no llamar la atención prefirió estar siempre viendo el cotejo desde su banca, lo más que hizo en el primer lapso fue mover la cabeza de un lado a otro, reprobando lo que estaban haciendo sus muchachos.
La primera indicación que dio fue al minuto 60. Por fin se levantó de su banca, salió a pegar dos gritos y fue todo, regresó a hundirse en su asiento, como queriéndose esconder de alguien o algo. La Volpe pidió una tarjeta amarilla en una falta de Miguel Ponce.
La segunda ocasión que se levantó, fue al 85', para darle indicaciones a la zaga, justo cuando iba a su banca, le marcaron penal en contra a su equipo, que a la postre fue el 3-1. En el 90', Chiapas recibió el cuarto, con lo cual le dieron a La Volpe su primera goleada del campeonato.
Chiapas no llegó completo al Omnilife, su técnico sí estuvo en persona, pero no en mente ni en alma, estuvo lejos de ser el estratega que da indicaciones de manera constante a sus muchachos, que igual cambia a gente de banda o modifica el parado táctico. Hoy solamente estuvo físicamente, en lo demás fue un alma deambulando.
Este cotejo levantó morbo en la semana porque el dueño rojiblanco, Jorge Vergara, declaró que no quería a La Volpe en la Selección, lo mismo opinó el presidente deportivo, Néstor de la Torre. Se esperaba un técnico con sed de venganza, dando indicaciones, pero simplemente no quiso.
EL INFORMADOR / ALEJANDRO RAMÍREZ
Para iniciar el cotejo, fue el último que salió de los vestidores, el último en sentarse en la banca visitante y no saludó al técnico rival, José Manuel de la Torre y mucho menos volteó al palco presidencial local. La Volpe estuvo todo el encuentro sentado platicando con su yerno y también auxiliar, Rafael García. "Chiquis" fue quien salió a dar indicaciones en todo el primer tiempo.
Tomó una postura defensiva, para no llamar la atención prefirió estar siempre viendo el cotejo desde su banca, lo más que hizo en el primer lapso fue mover la cabeza de un lado a otro, reprobando lo que estaban haciendo sus muchachos.
La primera indicación que dio fue al minuto 60. Por fin se levantó de su banca, salió a pegar dos gritos y fue todo, regresó a hundirse en su asiento, como queriéndose esconder de alguien o algo. La Volpe pidió una tarjeta amarilla en una falta de Miguel Ponce.
La segunda ocasión que se levantó, fue al 85', para darle indicaciones a la zaga, justo cuando iba a su banca, le marcaron penal en contra a su equipo, que a la postre fue el 3-1. En el 90', Chiapas recibió el cuarto, con lo cual le dieron a La Volpe su primera goleada del campeonato.
Chiapas no llegó completo al Omnilife, su técnico sí estuvo en persona, pero no en mente ni en alma, estuvo lejos de ser el estratega que da indicaciones de manera constante a sus muchachos, que igual cambia a gente de banda o modifica el parado táctico. Hoy solamente estuvo físicamente, en lo demás fue un alma deambulando.
Este cotejo levantó morbo en la semana porque el dueño rojiblanco, Jorge Vergara, declaró que no quería a La Volpe en la Selección, lo mismo opinó el presidente deportivo, Néstor de la Torre. Se esperaba un técnico con sed de venganza, dando indicaciones, pero simplemente no quiso.
EL INFORMADOR / ALEJANDRO RAMÍREZ
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