Deportes
El Tour planea un recorrido sureño y original
La edición de 2009 apuesta como última gran dificultad por un puerto mítico
A la espera de la confirmación oficial del recorrido, las filtraciones apuntan a una carrera diferente a las últimas ediciones, con una penúltima etapa de alta montaña y meta en la cima del Mont Ventoux que dejará la prueba lista para el paseo triunfal del maillot amarillo por los Campos Elíseos.
Frente a los pasados Tour, en el que una contrarreloj se había convertido en el tradicional juez final de la carrera, la edición de 2009 apuesta como última gran dificultad por un puerto mítico de cuya dureza testimonia que en sus rampas falleció en 1967 el británico Tom Simpson.
Será el punto culminante de una edición en la que los Alpes tendrán más protagonismo que los Pirineos, donde se ascenderán algunos de los puertos tradicionales, como el Marie Banque o el Tourmalet, pero que no tendrán el placer de disfrutar de una llegada en alto. Al menos en su parte francesa.
A la gran ceremonia de presentación tienen prevista su asistencia los tres últimos ganadores, los españoles Carlos Sastre, Alberto Contador y Oscar Pereiro. También estarán en el Palacio de Congresos Mikel Astarloza y Samuel Sánchez, además del australiano Cadel Evans, segundo de las dos últimas ediciones, y el británico Mark Cavendish, ganador de cuatro sprint en el pasado Tour.
El Tour se lanzará el 4 de julio desde Mónaco 34 años después del último paso de la carrera por el Principado. Será un prólogo cronometrado de 15 kilómetros, más largo de lo que es habitual en este tipo de pruebas.
Tres días más tarde se especula con la posibilidad de que los organizadores hayan decidido a recuperar el ejercicio de la contrarreloj por equipos cuatro años después de que esta prueba desapareciera del programa.
Montpellier aparece como una candidata a esta prueba colectiva que puede celebrarse el 7 de julio.
El pelotón bordeará después el Mediterráneo camino de la frontera con España, que atravesarán el 9 de julio con destino a Barcelona. Será la tercera vez que el Tour haga escala en la Ciudad Condal, tras sus pasos en 1957 y 1965, y la undécima ocasión en el que la ronda gala tenga un final de etapa en España.
San Sebastián abrió el camino en 1949, luego fue Barcelona la que tomó el relevo en dos ocasiones, para que posteriormente fueran final de etapa La Seu d'Urgell (1968 y 1974), Vitoria (1977), Jaca (1991), de nuevo San Sebastián (1992), Pamplona (1996) y Pla de Beret (2006).
Entre las hipótesis que figuran para la edición de 2009 está la de que tras el final de Barcelona el Tour comience al día siguiente en Gerona, una etapa con destino a Andorra, primer contacto pirenaico de la edición.
Será la cuarta vez que el Tour haga escala en el Principado andorrano, donde no se descarta que haya algún final en alto. Pero los Pirineos franceses no tendrán meta en una cima.
El punto más occidental será Tarbes, última escala antes de que la caravana ponga rumbo a Limoges en un largo traslado aéreo.
El Tour se dirigirá hacia el macizo central en su recorrido hacia Alsacia, antesala de una incursión en Suiza que será el primer contacto con los Alpes.
Allí estará el plato fuerte de la edición, con varios finales en alto, una contrarreloj, probablemente en torno a Annecy, y un final en el Mont Ventoux 48 horas antes del podium final de París. Un ejercicio que el Tour ya intentó en 1986, cuando colocó la meta de la antepenúltima etapa en el Puy de Dôme.
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