Veleristas tapatíos intentan una expedición que pocos mexicanos han conseguido
Por:
EL INFORMADOR
Domingo 8 de mayo.- 3:00 am. Ayer fue el primer día de navegación sin nuestro capitán “Patas” (Enrique Aldrete Cuesta), ¡y qué día! Al salir de Rangiroa (islas Tuamotu, Polinesia Francesa), el viento había cambiado: estaba soplando del Oeste, muy tranquilo; al amanecer lo traíamos de frente, cada vez más fuerte. El cielo se empezó a poner gris por todos lados, las olas se hacían más grandes, la tormenta se acercaba, el viento seguía subiendo. Rizamos la mayor tres y medio, modificamos el rumbo para que las olas no nos pegaran de frente, a 45 grados; empezó a llover y el viento estaba a + 30 nudos, las olas de cuatro a cinco metros. La bolsa de la vela Genaker estaba en proa, pero las olas la estaban sacando de la cubierta, entonces Javier y “Poli” salieron a amarrarla y asegurarla bien al guardamancebo: cuando el barco cruzaba las olas los bañaban de agua, estaban agarrados hasta con los dientes. Por fin aseguraron la vela cerca del mástil, la tormenta pasó y el mar regresó a la normalidad.
El día transcurrió muy lento; ha sido el día más largo de la travesía.
El “Poli” se quedó dormido en su guardia.
Son las cuatro am y pensamos llegar a las siete a Bora Bora (Islas de la Sociedad, Polinesia Francesa).