Deportes
Discreto adiós a Soraya Jiménez
Poca gente se dio cita en la funeraria antes de salir al crematorio
MÉXICO, D.F. (29/MAR/2013).- La carroza que conduce el cuerpo de la medallista olímpica Soraya Jiménez abandonó la agencia funeraria ubicada en Tlalnepantla, Estado de México, para ser trasladado a un crematorio en el centro de la capital.
Tras una despedida sombría y ante menos de un centenar de personas que se apostaron a la salida del féretro, la caravana siguió en el último recorrido de la halterista, quien se despidió de su estado natal.
Pocos fueron los habitantes que acompañaron a Soraya Jiménez previo a su salida. Esta tarde, los restos de la exdeportista serán cremados a petición de la familia, quienes pidieron privacidad en un momento de tristeza.
Amigos como el taekwondoín y medallista en Sydney 2000, Víctor Estrada, la olímpica en Londres 2012, Luz Mercedes Acosta, y el presidente del Comité Olímpico Mexicano, Carlos Padilla, entre otros, acompañaron hasta el último momento a la primera mujer mexicana que fue monarca olímpica.
A esta última cita y como si fuera parte de un entrenamiento llegó el búlgaro Georgi Koev, quien llevó a la mexiquense a lo más alto del podio en Sydney 2000.
"No lo podía creer cuando me enteré, hace unos días hablamos por teléfono y quedamos de vernos en esta semana", señaló el búlgaro, quien formó como deportista y ser humano a Jiménez Mendívil.
Tras una despedida sombría y ante menos de un centenar de personas que se apostaron a la salida del féretro, la caravana siguió en el último recorrido de la halterista, quien se despidió de su estado natal.
Pocos fueron los habitantes que acompañaron a Soraya Jiménez previo a su salida. Esta tarde, los restos de la exdeportista serán cremados a petición de la familia, quienes pidieron privacidad en un momento de tristeza.
Amigos como el taekwondoín y medallista en Sydney 2000, Víctor Estrada, la olímpica en Londres 2012, Luz Mercedes Acosta, y el presidente del Comité Olímpico Mexicano, Carlos Padilla, entre otros, acompañaron hasta el último momento a la primera mujer mexicana que fue monarca olímpica.
A esta última cita y como si fuera parte de un entrenamiento llegó el búlgaro Georgi Koev, quien llevó a la mexiquense a lo más alto del podio en Sydney 2000.
"No lo podía creer cuando me enteré, hace unos días hablamos por teléfono y quedamos de vernos en esta semana", señaló el búlgaro, quien formó como deportista y ser humano a Jiménez Mendívil.
Síguenos en